Análisis de Little Kitty, Big City – La experiencia felina de tu vida

Little Kitty, Big City es una bonita aventura, en la que seremos un felino y exploraremos un lugar lleno de otros animales, situaciones y momentos inolvidables.

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Las mascotas son esos tiernos animales, ya sean grandes o pequeños, que nos acompañan en nuestro día a día. Los tenemos de muchas especies, aunque al final, las amamos por igual. En esta ocasión, vamos a conocer un juego que tiene como protagonista a una de esas especies que tanto nos encantan.

Los gatos son esos seres inteligentes y llenos de mucho carisma en su interior. Aunque muchas veces pueden llegar a ser un dolor de cabeza, eso no les quita el amor que tanto podemos llegar a sentir por un felino de estos. Por eso, el gran protagonista es el juego de Little Kitty, Big City.

Siempre es maravilloso poder conocer una nueva propuesta, una que nos lleve por un camino diferente, que rompa la monotonía de los juegos habituales y que nos brinde un poco de la anhelada paz y tranquilidad que tanto necesitamos.

Little Kitty, Big City es lo que soñamos los amantes de estos felinos - ¡Comparte!    

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Apartado Técnico

Nos encontramos ante un juego de corte independiente, pero ello no significa que deba menospreciarse su calidad técnica. Por el contrario, estamos ante un juego desenfadado, que se toma ciertas libertades, pareciendo ser un tanto ligero en su apartado técnico.

De esta manera, nos encontraremos con una ciudad en la que se desarrolla esta aventura, en la que participaremos en algunas actividades que rodean a este ambiente. Obtendremos una representación bastante fiel de la misma, con edificios, locales comerciales, construcciones aledañas, parques y muchos sitios de interés, y podremos interactuar con muchos objetos, aunque algunos sin un valor más allá de poder moverlos.

Un gato para reinar en la ciudad y sus habitantes - ¡Comparte!    

Algo que sí debemos mencionar es que el alcance del mapa es reducido, no es extenso y se aprecia que no es la intención de los desarrolladores. Esto se observa en el hecho de que se da énfasis a los animales y sitios, dejando de lado a los humanos con los que interactuamos (que lucen como seres sin ojos ni bocas). El nivel de detalle es el justo y aunque no destaca, nos parece el correcto.

Existen momentos en los que vemos uno que otro error, pero nada realmente grave, pueden parecer graciosos al ver a nuestro michi estancado en un lugar. En cuanto al apartado sonoro, contamos con subtítulos en español y, aunque no tiene voces, hay uno que otro maullido, por ahí para sobresalir, al igual que un ladrido o el canto de las aves, se siente muy ambiental.

Para cerrar, el juego en este aspecto es decente y cumple con lo básico para poder divertirnos, aunque sí debo elogiar que posee la característica Xbox Play Anywhere, lo que me permitió intercambiar mi partida entre el PC y mi Xbox.

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Jugabilidad

Ya hemos visto un poco sobre lo que este juego nos puede ofrecer a nivel técnico y ahora es momento de descifrar lo que corresponde a su jugabilidad. De entrada, el juego no posee una historia que nos detalle el origen de nuestro peludo amigo, así que olvídate de este detalle.

Por el contrario, nos encontramos con que somos un gato que está durmiendo placidamente en una ventana ubicada en un edificio bastante alto, solo que por cosas del destino nos caeremos, aunque en nuestro descenso colisionaremos con un cuervo que iba volando en ese momento y que nos ayudará a que el desenlace sea más satisfactorio.

Lo anterior será nuestro punto de partida; despertaremos de nuestra caída e inmediatamente seremos conscientes de que nuestro objetivo es subir hacia nuestro hogar, pero desafortunadamente se encuentra muy arriba como para poder acceder a él. En ese momento, el cuervo aparecerá de nuevo y nos ofrecerá su ayuda, a cambio de ciertos objetos brillantes.

Como gato, podremos saltar, acechar y contar con un buen número de características que distinguen a estos interesantes animales. Rápidamente, entraremos en contacto con el agua y se nos dejará claro que no podemos transitar por sitios con este elemento a su alrededor.

Entonces, nuestro gato, de nombre desconocido, deberá por todos los medios obtener lo necesario para subir. Nos veremos obligados a hacer misiones para poder obtener la habilidad de trepar, lo que lograremos comiendo ciertos pescados que están distribuidos por el lugar. Pero eso no será lo único que haremos en nuestro recorrido.

Otros animales aparecerán, conociendo un pequeño submundo lleno de estas criaturas. Muchas de ellas nos solicitarán hacer ciertas tareas, para ayudarlas y al mismo tiempo para obtener cosas para nuestro protagonista. Y esto quiere decir que conseguiremos hermosos sombreros para colocarnos, algunos de ellos escondidos por las calles del lugar.

Una gran aventura que se irá desvelando a medida que exploramos el lugar. Esto último es el motor que mueve el juego, ya que podremos pasar por varios lugares. Encontraremos algunos humanos que nos podrán acariciar o a los que podremos molestar, haciéndolos caer en su trayecto, desencadenando momentos graciosos.

Hay coleccionables, como los sombreros que ya mencionamos, y algunas actividades o misiones secundarias que no afectan nuestra aventura, pero que le sientan bien al juego. Es un título interesante y desenfadado, no oculta sus pretensiones y eso se agradece mucho. Little Kitty, Big City es lo que es.

El juego es entretenido y cumple con su objetivo, que es hacernos pasar unos buenos momentos. Sus mecánicas son simples pero adictivas, un título para todas las edades. Además, podremos estar literalmente en la piel de un gato. ¿Qué más podemos pedir? Vamos a divertirnos sanamente.

Un título para todos los públicos, una experiencia fenomenal - ¡Comparte!    

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Duración

Seremos un gato y no hay mejor incentivo que ese, para divertirnos un montón con este juego. Realmente, la experiencia que obtenemos con Little Kitty, Big City, es suficiente como para mantenernos varias horas jugando, aunque no durante mucho tiempo, ya que el juego es corto.

 

Nuevamente, el tema de la duración: en mi partida, demoré tres horas en poder cumplir mi gatuna misión, ¿esto debe ser malo?, para este tipo de juego, con lo que tiene para ofrecer, nos parece el tiempo adecuado. Obviamente, puedes seguir jugando y tratando de completar los objetivos secundarios, pero eso ya dependerá de ti. En mi caso, me siento satisfecho con mi recorrido.

Es un juego corto, aunque nos parece el apropiado - ¡Comparte!    

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Conclusión

Little Kitty, Big City, es un título que, sin muchas pretensiones, nos ofrece ser un gato y sentirnos como uno, recorriendo una pequeña localidad para poder regresar a nuestro hogar. Sin ir tan lejos, es muy sencillo, aunque no por ello dejaremos de pasarla bien.

Se entiende lo que sus responsables querían transmitir y eso nos ha encantado. No es complejo, es directo y nos coloca en situaciones muy alegres y divertidas, todo a través de los ojos de un felino. Nuestro recorrido será corto pero gratificante. Puedes aprovechar para jugarlo porque, desde su lanzamiento, se encuentra en Xbox Game Pass.

Para finalizar, los juegos independientes siempre nos atrapan con propuestas encantadoras y este título es una prueba de ello. Por eso, te invitamos a jugarlo y descubrir un nuevo y bonito mundo por explorar.

*En este análisis no ha sido proporcionado material alguno por la editora.

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