Life Is Strange True Colors es la nueva aventura del título de Square Enix desarrollado en esta ocasión por Deck Nine. ¿Valdrá la pena el viaje? Lo analizamos.
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Han pasado ya seis años desde que Life Is Strange nació. Seis años en los que se ha forjado no solo una franquicia, sino una nueva forma de ver los juegos de toma de decisiones. Revolucionó el mundo de los juegos episódicos a base de decisiones no solo trascendentales para la historia del título, sino también capaces de hacernos parar el juego, ir a tomar un café, y reflexionar sobre si esas situaciones ocurriesen en nuestro día a día. Su carácter adolescente pero con una historia y un tono adulto, el carisma de los personajes, la música (¡que no se nos olvide la música!), su toque indie y, en general, toda la atmósfera que se creaba en esos episodios, hicieron de Life Is Strange una experiencia única, difícilmente comparable a otras experiencias del mismo género.
Ya sabemos cómo siguió la historia: el éxito hizo patente la realidad de que a los jugadores nos encantaba sumergirnos en el mundo de Max y Chloe, de resolver inquietudes mundanas a golpe de viajes en el tiempo y, sobre todo, disfrutar de la música. Tanto es así que ya tenemos en nuestras bibliotecas desde hace unos años Life Is Strange 2, LIS: Before The Storm o Tell Me Why -que aunque no es del mundo de Life Is Strange, nos lo han traído en el mismo formato-. Este año tocaba darle una vuelta a la franquicia y en marzo conocimos True Colors, la historia de Alex Chen. Hoy nos embarcamos en una aventura que Life Is Strange necesitaba: un toque de frescura pero sin desechar la esencia de estos títulos; una renovación gráfica que viene como anillo al dedo para enfrentarnos al viaje emocional que tenemos por delante y, por supuesto, buena música indie (que para los que queréis amenizar este análisis, podéis encontrar la BSO oficial ya en Spotify).
Con Life Is Strange True Colors tendremos por delante un total de cinco episodios a cada cual más intenso. Nos cuenta la historia de Alex, quien aterriza en Haven Springs, el pueblo en mitad de Colorado donde vive su hermano a quien, por circunstancias de la vida que preferimos no comentar aquí, no había visto en muchísimo tiempo. Alex tiene por delante el volver a encontrar un hogar o encontrarse a sí misma, más bien. Y para ello tendrá la mejor herramienta posible: la hospitalidad de Haven Springs. Obviamente, como buena historia que se precie, comienzan las conjeturas y de un momento a otro estaremos detrás de un escabroso asunto al que tendremos que arrojar algo de luz.
¿Cuál es la particularidad de Alex Chen? El poder de la empatía: podremos sentir lo que sienten los demás personajes y podremos identificar qué emoción es a partir de los colores de su aura. Una mecánica perfecta para narrar historias y a la par de entretenida para el jugador (aunque esto lo veremos más adelante).
No me entretengo más. ¡A por el análisis de Life Is Strange: True Colors!
Apartado Técnico
Hemos jugado a Life Is Strange: True Colors en una Xbox Series X y no podemos negar que ha habido un salto gigante hacia delante. Si bien lo que caracterizaba a los anteriores títulos de la franquicia era su apartado artístico, donde los personajes y las localizaciones parecían pintadas con acrílicos, Deck Nine ha querido darle una vuelta a esto y aparcar este estilo artístico. Aún así, a pesar de usar modelado en 3D muy distinto a lo anterior visto, nos sigue resultando familiar. Esto se debe a que la paleta de colores es muy parecida a lo que hemos visto en Life Is Strange por lo general, así como los detalles para la selección de objetos, conversaciones, etc. Por lo tanto, han logrado pulir la estética y darle realmente un salto -en la medida de lo posible, claro- generacional sin prescindir de lo que caracteriza al título.
¿Pero este cambio artístico se debe solo al influjo de las consolas de nueva generación en las casas de los jugadores? Obviamente no. Para este Life Is Strange: True Colors era necesaria la revisión de las expresiones faciales, si no, parte de la jugabilidad quedaría totalmente mermada. Por lo tanto, esta revisión artística creemos que ha sido necesaria y notablemente conseguida para lo que requiere del disfrute al completo del título.
¿En cuanto a su optimización? En Series X el juego va muy fluido, exceptuando momentos donde carga el pueblo al completo (al salir de una tienda, de una casa, etc.), donde vemos una pantalla de carga que igual se nos ha tornado un pelín larga para lo que venimos acostumbrados los usuarios de Series X. Aunque no se malinterprete, es totalmente jugable y el tiempo de espera no es para nada excesivo. Sí que nos hemos encontrado con algún tipo de transición tosca entre escenas, pantalla totalmente en negro durante unos milisegundos para saltar a una escena que parecía recientemente comenzada. Aunque no ha afectado a la hora de perdernos algo de narrativa, sino que se ha limitado a lo visual, por lo que entendemos que será un error que pronto podrá estar pulido y que, sin duda actualmente, no afecta a nuestra aventura.
El apartado de sonido, como no podía ser de otra manera, es inmejorable. Life Is Strange se basa en que la experiencia del jugador siempre esté identificada mediante la música que el personaje adora. Obviamente, True Colors no iba a ser menos y el gusto de Alex Chen ha pasado a ser un poquito más mainstream que lo que solía ser Max, aunque sin para nada desmerecerla. Deck Nine sabe que la música es su fuerte y para eso, en True Colors han añadido canciones de artistas muy conocidos, como la cantante Gabrielle Aplin (cuando escuchéis su canción, recordad que la que está escribiendo este análisis lloró hasta más no poder, lo admito), Kings of Leon y otra cantante internacional la cual no nombraremos por que creemos que su canción se reproduce en un momento espectacular para la narrativa de la historia, y comentarlo sería cortaros las alas, ¡y no queremos eso!
Jugabilidad
Si no sabes cómo se juega a un Life Is Strange, te lo cuento en un momento: es un juego de toma de decisiones donde cada conversación, cada reflexión con un lugar o con un objeto, se torna clave para el avance de la historia. Explorar, buscar, encontrar y actuar es como Alex va a interactuar con su entorno y, por lo tanto, avanzar en los capítulos.
Si ya nos costaba tomar decisiones en Life Is Strange 1 y 2, la mecánica de la empatía da una dosis de realidad a esta toma de decisiones que la hace mucho más potente, mucho más dinámica y mucho más difícil de gestionar por el jugador, haciendo que en cada historia de los personajes nos metamos aún más. Ha sido todo un acierto que el superpoder de Alex Chen sea la empatía, por que crea en el jugador algo que en los otros (ni en ningún otro juego de este calibre) no se plasma con total claridad: el ser responsable de nuestras emociones. Ser conscientes de lo que sienten los demás, ser conscientes de las emociones que sentimos nosotros como personaje y ser consciente de que cada una de las palabras que decimos tienen consecuencias, hace que el jugador forme parte, por fin, de decisiones crudas, intrínsecas del ser humano y con verdadera trascendencia.
Para usar el poder de Alex, solo tendremos que pulsar un botón y analizar en profundidad el aura en cuestión. Allí, se desbloquearán situaciones especiales solo disponibles tras analizar el aura y nos meteremos tan de lleno en las sensaciones de los demás, que podremos ver lo que ellos ven en ese momento. ¿Sinceramente? Todo un acierto, como hemos comentado. Hemos vivido momentos de decisión tan emotivos que hemos tenido que levantarnos del sofá, tomarnos algo y sopesar la respuesta. Así es True Colors.
Si bien el juego podría parecernos algo continuista (que lo es), rompe con esta barrera en múltiples ocasiones, sobre todo a partir del segundo capítulo. Conocer a cada una de las personas de Haven Springs no solamente será hablar con ellos, también podremos ver lo que está ocurriendo a partir de nuestro móvil. En Life Is Strange (2015) podíamos consultar los SMS que se enviaba Max con sus compañeros, pero en True Colors tenemos ante nosotros a una red social (tipo Facebook) del pueblo. Anuncios de todo tipo, podemos leer los comentarios, informarnos de situaciones y además, ver alguno que otro mensaje personalizado según lo que hayamos hecho que haya creado impacto para el pueblo. A su vez, también sigue disponible la mecánica de Diario, que siempre ha sido una biblioteca de recuerdos, con el fin de ser un recap de todo lo que ha pasado hasta este momento. Pero en True Colors el Diario es un libro de emociones (un formulario de autorregistro de emociones, como diríamos en psicología) llevado a la forma en la que Alex se siente más cómoda: la música. Tras analizar un aura, Alex reflexionará sobre lo que sintió y hasta escribirá parte de una canción con ese sentimiento.
¿Queremos desconectar un poco de Haven Springs? Eso está hecho. Hay disponibles dos juegos de recreativas (y otro que no comentaremos porque es parte de la historia) que ejercen de minijuegos. Podremos batir los récords de los visitantes en estos dos títulos, que básicamente son iguales al Arkanoid y Donkey Kong Arcade. También podemos ponernos distintos modelitos, escuchar música en un bar con gramola incluida, descubrir historias secundarias y mucho más.
Duración
Life Is Strange: True Colors nos trae cinco episodios de base, pero con la particularidad que estarán disponibles para jugar desde el primer día. Los anteriores tenían la magia de tener que esperar entre capítulo y capítulo un tiempo determinado hasta que estuviese disponible el siguiente. Esto era adorado por muchos y odiado por otros. Nosotros hemos podido jugar ya a todos los capítulos y la historia es impresionante. Si bien, podemos tener la percepción de que el juego se nos hace corto si lo jugamos episodio tras episodio. Como viene siendo costumbre, cada uno de ellos tiene una duración estimada de cuatro horas (algunos bastante más largos que otros, es tan solo una estimación independiente de cómo sea tu estilo de juego), por lo que sigue también con esa estela continuista que los define. Nosotros, tras jugarlo, creemos recomendable darnos un espacio de tiempo (ya sea corto o largo, eso ya es decisión vuestra) para disfrutar entre episodio y episodio. El reposo de las emociones y hasta los espacios temporales (por pequeños que sean) entre los capítulos hacen que se nos encajen más si nos damos unas horas entre el final de uno y el comienzo de otro.
El juego es rejugable y mucho, diríamos que el más rejugable de los anteriores. Aparte de por la consecución de distintos coleccionables (como viene siendo habitual), es por el hecho de que el equipo ha hecho todo lo posible para que el capítulo final nos sorprenda sin depender de decisiones binarias. Un viaje muy completo y que en esta review preferimos ser escuetos que estropearos cualquier momento del título. Sumérgete de lleno en todo lo que puede ofrecer Haven Springs, que es mucho más que solo la historia principal, aunque nos hubiese gustado que el pueblo pudiésemos explorarlo con un poquito más de libertad.
Conclusión
A pesar de que True Colors no está desarrollado por DONTNOD, la compañía original del juego, Deck Nine ha aprendido de todo lo que Before The Storm les enseñó y han concluido con un título redondo que lucha por ser uno de los mejores Life Is Strange, sin duda ninguna.
¿Continuista? Puede aparentarlo en los primeros tramos de la aventura, pero que nos dejará otros retales totalmente distintos que son especiales a más no poder, con momentos memorables y que nos costará procesar con el tiempo.
El título se convierte en imprescindible desde ya si has disfrutado de los anteriores y muy recomendado si quieres comenzar a lo grande en los juegos de toma de decisiones.
Y permitidme este pequeño hueco en el análisis para hablar desde lo más personal. Y es que este viaje por True Colors ha sido complejo. Ha sido complejo tener que separar tres viajes totalmente distintos: el análisis como jugadora, el análisis como psicóloga y el análisis como ser humano, que siente, que se emociona y que vive. True Colors y en concreto Alex Chen posiblemente se convierta en una referencia para una generación que vive su vida con conocimiento de causa, con ganas de conocerse emocionalmente y con ganas de ponerse a prueba. ¡Bienvenida Alex a esta vida tan extraña!
*Gracias a Koch Media por proporcionarnos el material para realizar la review.
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Apartado técnico85/100
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Jugabilidad92/100
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Duración80/100
Lo bueno
- El superpoder de la empatía es todo un acierto
- Alex Chen y su historia es de lo mejor que vamos a encontrar en el género
- Las expresiones faciales han tenido un lavado de cara (nunca mejor dicho)
Lo malo
- Puede ser continuista para algunos
- Ojalá un poco más de libertad por Haven Springs