Analizamos Layers of Fear (2023), una crónica de terror psicodélico con una nueva capa de pintura para quienes buscan historias con significados ocultos.
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Se apaga la luz. Las sombras se adueñan del espacio, nos rodean y nos persiguen hasta el refugio que hemos creado bajo las sábanas. Cualquier ruido dispara la sensación de alerta y el temor se adueña de nosotros.
Para muchos, el primer recuerdo del miedo tiene que ver con la soledad, la separación y la oscuridad. Sin embargo, aunque la memoria falle, el miedo está ahí desde mucho antes, desde que tomamos la primera bocanada de aire. Todos tenemos miedos; algunos son compartidos, otros son exclusivos de un lugar o una cultura y algunos son únicos. Los hay irracionales y paralizantes, los hay traumáticos y los hay que salvan vidas. Pero ¿por qué sentimos miedo? ¿Se trata de una respuesta útil y adaptativa? ¿Dónde se origina y qué ocurre en nuestro cerebro? ¿Se ha utilizado el miedo como arma a lo largo de la historia?
Del pánico a la carcajada, de la parálisis a la reacción, del control social a la superación de los traumas, los matices del miedo nos acompañan siempre a lo largo de nuestra vida. Y obras como Layers of Fear (2023) abrazan todos estos matices, permitiéndonos vivir terrores indescriptibles como artistas obsesionados con sus oficios más allá de la razón y la cordura.
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En otras palabras, la obra desarrollada por la gente de Bloober Team SA es una crónica de terror psicodélico con una nueva capa de pintura para quienes buscan historias con significados ocultos.
Apartado técnico
Para la inmersión del jugador, es necesario que los juegos pongan de manifiesto un mundo ficcional verosímil y con coherencia interna, sin elementos que nos saquen de la realidad del juego. Lo más inmersivo es no mostrar ningún indicador de acción en pantalla, ni ningún tipo de indicador dirección, de forma que nos veamos obligados a explorar, aumentando así nuestro vínculo con el mundo que se nos presenta.
Esto se explica porque es necesario explorar los escenarios y buscar la salida sin ningún tipo de ayuda, salvo las indicaciones transmitidas en el diálogo y los eventos pre-escritos, despertando en consecuencia nuestro interés en la propia historia y la necesidad de seguir hacia adelante.
Y aunque está clasificado como un juego de terror, que lo es, Layers of Fear (2023) camina en los límites de los videojuegos con el fin de ofrecernos una experiencia contemplativa y enfocada en contar una sucesión de eventos previamente diseñados, concernientes a un conjunto de historias, lo que implica una sola posibilidad de lectura correcta. Una experiencia amparada en el fotorrealismo gracias a las bondades del Unreal Engine 5 y que encuentra un exquisito reflejo en unas estancias reconocibles y llenas de personalidad gracias a multitud de detalles perfectamente perfilados.
Del mismo modo que lo hace su sonido, que se beneficia en gran medida del amplio espacio que ocupa el silencio para reforzar la intensidad de unos efectos sonoros muy contundentes y perfectamente estudiados.
Jugabilidad
Para muchos es sabido que los videojuegos de terror usan mecanismos similares, como lo hace el cine o la literatura; estímulos súbitos o giros argumentales impactantes para aflojarnos los esfínteres, pero tienen también algo más que ofrecer: la sensación de indefensión dentro de la lógica que establece el mismo juego. Nuestro avatar sufre, así que la amenaza es palpable dentro de una realidad en la que decidimos sumergirnos.
Layers of Fear (2023) no es una excepción, puesto que su propuesta resulta totalmente honesta: artistas obsesionados irracionalmente con sus obras doblegados de manera permanente frente a los caprichos de los diferentes escenarios que recorremos, un tormento constante que brota de sí mismo y que se manifiesta en un plano sensorial. El tren de la bruja en el juego desarrollado por Bloober Team es, literalmente, un tour donde cada sobresalto y cada suceso extraño forma parte del empeño de nuestro propio cerebro por arrojar símbolos y metáforas de los mayores miedos de las partes protagónicas.
Quizá el miedo más cerval de todos: el que solo uno mismo es capaz de imaginar.
Por lo demás, Layers of Fear (2023) se niega en redondo a ofrecer mecánicas más allá de atravesar una u otra puerta o la resolución de puzles varios; es un juego pensado para ser más vivido que jugado, igual que una atracción de feria. La apuesta es clara desde el primer momento, y aunque pueda parecer poco ambiciosa, lo cierto es que las fichas del casino están colocadas en otro número, pero están: el de la fe en el jumpscare como dogma —el mal llamado susto fácil—, y este es un buen ejemplo: los sobresaltos y los momentos inquietantes están muy bien trabajados, desde la manera en que se va fraguando la tensión psicológica hasta la creatividad en el portazo que la libera.
Duración
Cuando jugamos a una obra de terror, nuestros cerebros están funcionando a todo ritmo, con muchas conversaciones cruzadas interconectadas entre diferentes regiones para anticipar las amenazas percibidas y prepararse para responder en consecuencia.
Layers of Fear (2023) no es una excepción a dicha regla, dado que esa sensación progresiva de premonición en un entorno espeluznante, con la creciente sensación de que algo no está del todo bien, y la respuesta instintiva que tenemos a una aparición repentina inesperada de una amenaza, termina manipulando el tiempo, más allá de las 6-7 horas, en términos de percepción visual y auditiva.
Conclusión
Al final, Layers of Fear (2023) es todo eso, un lugar en el que la oscuridad y los enigmas lo invaden todo. La primera parte de la experiencia consiste en un túnel del terror con muy pocas mecánicas en su haber, en la que la ambientación, los efectos de luz y sonido están presentes en cada vagón. En la segunda, deberemos defendernos de elementos que solo habitan en nuestras peores pesadillas… un elenco que se encargarán de ponérnoslo difícil y que prometen un macabro viaje a lo más profundo del terror.
Para llegar a estas profundidades, no basta con una obra de arte en dos dimensiones. Es un “laberinto” de salas con sorpresas, muchas sorpresas.
Agradecemos a Bloober Team el material proporcionado para poder realizar este análisis.
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Apartado gráfico85/100
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Jugabilidad70/100
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Duración70/100
Lo bueno
- El primer Layers of Fear sigue siendo muy disfrutable.
- El paso a Unreal Engine 5 le sienta como un guante.
Lo malo
- Las sorpresas no son tan explícitas en Layers of Fear 2.
- Los contenidos adicionales no suponen un elemento diferencial.