Tenemos suerte de recibir Hellblade: Senua's Sacrifice en Xbox One. Un título AAA a precio de indie. En nuestro análisis descubriréis el porque de ello.
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Ninja Theory es un estudio con gran renombre, pero desde el fracaso en ventas de Enslaved y de un Devil May Cry renovado que no terminó de cuajar, parece que se pasó al terreno indie. No estamos diciendo que sus juegos no estuvieran a la altura ni mucho menos, tanto uno como otro son extremadamente buenos, divertidos y gráficamente notables. Sin embargo, en esta nueva generación, no ha podido prodigar de la misma manera. Lo que le llevó a confiar en lanzar su siguiente proyecto, este Hellblade del que hablamos hoy, sólo en PS4 y PC.
Hellblade no parecía ser en un principio lo que ha terminado siendo. Y es que la idea original del estudio era hacer un Hack & Slash en tercera persona de fantasía, ambientado en los mitos nórdicos. Pero toda esa idea evolucionó, dejando de lado el terreno de la acción, para centrarse en una nueva experiencia. De hecho, este cambio empezó a vislumbrarse cuando en el título del juego apareció el sobrenombre «El sacrificio de Senua», lo que indicaba un giro en las intenciones de Ninja Theory con respecto a la estructura del mismo y precisamente cuando se volcaron en el apartado psicológico del mismo.
A estas alturas, muchos conoceréis ya Hellblade y de que se trata, pero a los que no, os sorprenderá. El propio estudio lo clasifica como un indie AAA, y no es para menos, Hellblade ofrece una interesante propuesta narrativa que combina combate y puzzles en una compleja versión psicótica de la mitología nórdica. Su mayor virtud es precisamente, la psicosis que sufre Senua, la protagonista, que nos tendrá continuamente en tensión deseando saber si todo lo que vive es real, una historia o está todo en su inestable cabeza. La interpretación de Melina Juergens, que pone voz y cara a Senua, es asombrosa y junto a la increíble calidad gráfica del título, proporciona una sensación de inmersión brutal.
La manera en la que trata el juego todo el tema relacionado con esta enfermedad mental, está estudiada con mimo, incluso con la ayuda de especialistas en la materia, que han ayudado a que el jugador sienta al máximo las sensaciones y el terror que puede provocar esta enfermedad en los que la padecen. En la historia, Senua viaja a Nilheim, uno de los 9 mundos nórdicos, en busca de Hela, una figura parecida a La Parca, para salvar el alma de su amado, Dillion. En este camino de redención, llevará la cabeza seccionada del mismo como contenedor de su alma, mientras se enfrenta a los temidos norteños, secuaces implacables de Hela.
Es complicado de decir, pero nos ha invadido una sensación de inquietud jugando a este título que intentaremos explicar en los distintos apartados del análisis. Así es Hellblade: Senua’s Sacrifice.
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Apartado Técnico
Seguramente algunos se han venido directamente a este apartado a que les diga a que resolución se mueve o lo maravillosos que son los gráficos de Hellblade. Pero tiene un apartado infinitamente más importante, que solo podremos disfrutar de una manera: con unos buenos auriculares. Hellblade cuenta con sonido 3D envolvente, que permite que esas «voces» que oye Senua se vuelvan más reales que nunca, hasta el punto de vivir contigo la experiencia.
El trabajo de Ninja Theory en este aspecto es tan bestia, que lograremos posicionar perfectamente donde vienen las voces. Y es que éstas se multiplican en la cabeza de Senua como si fuera entidades vivas, en las cuales cada una tiene consciencia, hasta el punto de sentirte como si en realidad fueras otra de todas ellas, la que controla a la protagonista. Algunas nos odian, otras se ríen de nosotros, o tienen miedo, o son valientes y nos advierten de los peligros. Sin duda, son las protagonistas de la aventura, las que nos llevarán de la mano por toda esta lúgubre historia.
Lamentablemente para los usuarios españoles, no está doblado a nuestro idioma, aunque están perfectamente traducidos y mostrados los subtítulos, si no sabes algo de inglés, no serás capaz de percibir la sensación que transmite el juego al 100%. Aún se nos ponen los pelos de punta, cuando nos acordamos de la voz de la narradora, que sabe que estamos ahi, en tercer plano, dentro de la cabeza de Senua, y nos habla solamente en un oído, como si estuviera detrás nuestra por encima de nuestro hombro susurrando las palabras de lo que va sucediendo. Es realmente increíble.
Por otra parte -ahora sí- , el apartado gráfico de Hellblade es descomunal, y tanto la captura de movimientos de la protagonista, su animación facial y el detalle de la misma son espectaculares. Quizá flojea un poco en el mapeado, en unos escenarios que si no llega a ser por el tremendo impacto que proporciona el sistema de iluminación del Unreal Engine 4, podríamos encontrarlos incluso vacíos en algunos determinados momentos. De todo esto, lo que nos llevamos y recordaremos es el resultado final, con unas estampas y momentos visuales espectaculares, que sin duda grabaremos en nuestra memoria.
Hablando del apartado técnico, no sabemos determinar exactamente la resolución a la que funciona en Xbox One S, versión que también hemos tenido la oportunidad de probar, pero es perfectamente disfrutable, con 30fps rocosos que no empañan en absoluto la experiencia. Donde si hay un poco más que hablar es con Xbox One X, que cuenta con 3 modos gráficos conocidos, que podremos cambiar directamente desde el menú: Gráficos enriquecidos, Alta resolución y rendimiento. En este último, la resolución baja notablemente, diríamos que incluso por debajo de los 1080p, pero los 60fps cambian radicalmente el gameplay.
El modo alta resolución, probablemente suba la resolución al máximo posible, cercano a los 4K reales, aunque creemos que no llega del todo. El más recomendable, sin duda es el de gráficos enriquecidos, donde tendremos todo el pack de gráficos a tope y por suerte, con una resolución muy por encima de los 1080p, acercándose más a 1440p o una solución dinámica. Sin duda, la mejor manera de disfrutarlo.
Jugabilidad
No podemos negar que jugar a Hellblade es toda una experiencia recomendadísima, pero también advertimos que no es para todo el mundo. Cuando miras al conjunto habiendo entendido correctamente la intención del estudio, es un juego sobresaliente, pero sus apartados jugables por separado flaquean demasiado para los jugadores que no sepan conectar con Senua y su travesía. Habiéndonos informado sobre el desarrollo del juego, no nos extraña nada como han orientado este tema, sobre todo con el presupuesto con el que contaban.
En la primera hora de juego nos encontramos con uno de los grandes atributos que fue polémico en su estreno el año pasado: La muerte permanente. La oscuridad ha poseído el cuerpo de la protagonista y cada vez que morimos a partir de ese punto, la oscuridad avanzará poco a poco hasta que alcance la cabeza. Si eso ocurre, todo habrá acabado y como nos advierten: la partida se borrará por completo. Aunque es algo que nos meterá presión, podéis estar tranquilos ya que el sistema no es tan exigente como pudiera parecer.
El mayor problema que hemos encontrado en Hellblade es que hay muchos fragmentos en los que Senua simplemente anda, sube pequeños obstáculos y poco más, como si de un walking simulator se tratara. Aunque intercalen partes narrativas, hablen las voces e incluso sus bellos gráficos y excelente diseño de escenarios nos distraigan, no llega a resultar suficiente para que no nos hayamos «aburrido» un poco en estos fragmentos, algo que sin duda es una pequeña derrota para un juego de este estilo. Esta sensación hay veces que se mantiene en los numerosos puzles que encontraremos, al principio muy originales, pero que pronto nos parecerán repetitivos y prescindibles, excepto algunas excepciones bastante bien integradas. Además, contaremos con un modo foto, que nos tendrá entretenidos haciendo capturas tan espectaculares como las de esta galería:
El desarrollo del título es interesante y la historia nos mantiene expectantes para ver que sucede, y uno de los momentos en los que se demuestra la potencia de Ninja Theory es en los combates. Con los comandos básicos para darle profundidad al mismo, tendremos una variedad que sin ser pródiga en dinamismo o en las distintas animaciones de la protagonista, resulta tremendamente efectivo. Sobre todo cuando pasamos de esa pasividad del personaje a un momento de acción en pantalla. De hecho, en ocasiones nos recuerda a Ryse, un incomprendido título que sacamos a menudo en la redacción como referencia. Con pocos movimientos muy efectistas, consigues cautivar al jugador dotando a la escena de espectacularidad gráfica.
Duración
La campaña de Hellblade: Senua’s Sacrifice no tiene mucho más donde rascar una vez lo hayas terminado en las 7 u 8 horas que dura. Es una experiencia intensa, imprescindible, pero que más allá de buscar todos los pilares en los que nuestro improvisado compañero de viaje, Drull, nos cuenta fragmentos de la mitología nórdica, no volveremos a tocar el juego, nada más que por el placer gráfico o lo bien que recrea la inestabilidad mental de la protagonista.
En la versión de Xbox One -desconocemos si en de PS4 también aparece- encontraremos un completo vídeo con explicaciones del estudio que nos recomiendan ver después de terminar el juego. Un detalle que nos demuestra el mimo con el que Ninja Theory ha creado Hellblade.
Conclusiones
Hellblade: Senua’s Sacrifice es uno de esos extraños juegos que disfrutarás masivamente si eres un amante de las experiencias interactivas. Ninja Theory se ha asegurado que tenga todo lo necesario y que aunque tenga un aspecto similar a otros títulos, se desmarque de cualquier otro con la gestión que han realizado sobre la enfermedad mental de Senua. Todo hasta el punto de colocar al jugador dentro de esa misma estructura narrativa, impregnándole de un rol poco explorado, el de encontrarse en la cabeza de la propia protagonista.
Gráficamente es una bestialidad, y con tu nueva Xbox One X, más aún lo notarás. Pero con todo esto, la parte jugable del título no termina de ser redonda, no cuaja al completo para clasificarlo con una nota excelente. Más que nada porque habrá algunos jugadores que no comprenderán la calidad del título si no consiguen ver más allá de la historia y la complicada mente de Senua. Seguramente consigan divertirse con algún puzle, con las cinemáticas y sobre todo con los combates, que incluyen incluso algunos boses, haciendo que nos tengamos que adaptar a ellos para vencer.
En definitiva, es un título muy recomendable, que por el precio que cuesta de lanzamiento (menos de 30€), resulta una opción perfecta para disfrutar en Xbox One, un must-have que muchos usuarios de la consola de Microsoft desconocíamos que eso fuera así.
*Gracias a Ninja Theory por habernos proporcionado el material para la review.