Blacklight Interactive y Team 17 unen sus fuerzas para ofrecernos con Golf With Your Friends una disciplina que mejora la concentración y la coordinación.
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No hay originalidad sin personalidad, se dice, y yo estoy de acuerdo con esta afirmación si por originalidad se entiende salir de las corrientes comunes. Mis escritos están desprovistos de dicha originalidad, de modo que dedico todos mis esfuerzos a reivindicar obras de arte trascendentales que han marcado la historia reciente. Los Simpson hicieron historia y también se amparan en ella. La serie creada por Matt Groening es un fenómeno que ha trascendido generaciones, un fenómeno que ha atravesado las pantallas de nuestros televisores para instalarse en el imaginario social y colectivo.
Tanto es así que este escrito de Golf With Your Friends no tendría su razón de ser si no fuese por “El club de los patteos muertos”, un capítulo perteneciente a la Segunda Temporada de la serie animada que nos ocupa. Un capítulo que pone de manifiesto la competitividad entre dos personas: Homer Simpson y Ned Flanders, dos polos opuestos que más que atraerse, se repelen el uno contra el otro. Y sus hijos, Bart y Todd, que no son sino víctimas para con un torneo de minigolf, demuestran un talento inusitado hacia este deporte. Así es como se desarrolla un capítulo cuyo eje central reside en una rivalidad donde los jugadores no están acostumbrados a perder por sí mismos.
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Y aunque el juego desarrollado por la gente de Blacklight Interactive no prescinde de ese afán por la competición, así como de la rivalidad, este no ofrece unos encuentros tan disputados e intensos como los que hemos visto en la serie de la familia amarilla.
Apartado técnico
Esa falta de intensidad también es visible cuando ponemos nuestras miras en todos los bosques, castillos y parajes naturales que parecen sacados de Egipto, y que componen la experiencia de Golf With Your Friends, los cuales están vacíos y desangelados. El jugador, a la hora de enfrentarse a estos paisajes, no siente la necesidad de sumergirse en los mismos. De hecho, no tienen mucho que contarnos. Funcionan, sí, pero no es esa luz que nos deslumbra, y tampoco sacan partido a las capacidades de una generación ya menguante.
La mayoría de los videojuegos los podemos recordar por una melodía muy característica que al escucharla nos evoca una imagen que nos ha gustado. Es posible que esta parte no sea indispensable si ponemos nuestras miras en el mundo del deporte, sobre todo para con el minigolf, pero sí que echo de menos algo más de dinamismo sonoro que propicie unas partidas con una tensión creciente. ¿O acaso no nos gustaría que el comentarista de un torneo no expresase de forma conmovedora esas muestras de caballerosidad deportivas que no se habían vuelto a manifestar desde que Mountbatten devolvió la India a los Punjabs? Porque a este servidor le sacaría más de una sonrisa.
Jugabilidad
Para jugar al minigolf, una versión en miniatura del deporte de golf, no es necesario tener una condición física extraordinaria, ni años de entrenamiento practicando el deporte de marras. Incluso los más pequeños de la casa pueden practicarlo, ya que se trata de una disciplina que mejora la concentración y la coordinación, especialmente cuando ponemos a prueba nuestras habilidades en una gran variedad de circuitos. Circuitos que van ganando en complejidad sumando obstáculos que se traducen en puentes, trampas de arena, estatuas y zonas repletas de agua. Todo eso con una dimensión miniaturizada que lo hace cada vez más entretenido.
Todo esto lo hace muy bien Golf With Your Friends, que casi parece un simulador al uso, ya que practicarlo con frecuencia hace que pase el tiempo de forma agradable. Tanto que olvidamos todo lo que ocurre a nuestro alrededor para centrarnos únicamente en el siguiente hoyo. Si bien, la propia naturaleza del juego también lo debería convertir en un excelente canal de comunicación con otras personas. Y pese a que el título que nos ocupa tiene habilitado ese canal de comunicación, ha resultado imposible establecerlo con éxito hasta el mismo día de lanzamiento. Solo entonces hemos conseguido disputar un puñado de partidas contra unos pocos jugadores, aunque no exentas de problemas durante los primeros compases de la misma en lo que a conectividad se refiere.
Por desgracia, en ningún momento hemos sido capaces de reunir el máximo número de competidores posible, propiciando unos encuentros faltos de atractivo en los que, una vez llegados a los compases finales de cada encuentro, la victoria se disputaba entre dos personas. Y eso en el mejor de los casos, ya que no han sido pocas las veces en las que nos veíamos solos ante el último hoyo. Entiendo que la naturaleza del propio juego está amparada en lo que todos conocemos como una obra de tipo nicho. Por desgracia, esa condición ya imposibilita que este alcance el número de jugadores suficientes para que se presten experiencias competitivas.
No, de momento no vais a encontrar nada de eso en Golf With Your Friends. Todo depende de que la propia comunidad de jugadores muestren el interés necesario para brindar la mayor competitividad posible. Porque su propósito, su verdadera razón de ser, carecería de sentido alguno a posteriori.
Duración
Al no desplegar todo su potencial, Golf With Your Friends puede ser completado en algo menos de tres horas. Así que a menos que os guste saborear todos los campos disponibles una y otra vez con el fin de sacar la máxima puntuación posible, no hay mucho más que hacer. Porque ni siquiera la inclusión de un puñado de modalidades que convierten el juego de Blacklight Interactive en un partido de baloncesto o de hockey, no están del todo bien integrados. Su largo tiempo de desarrollo y su lanzamiento en PC, ha posibilitado este crecimiento para con Golf With Your Friends.
Lamentablemente, el diseño de los propios escenarios no se prestan al desarrollo de estos deportes y la experiencia no resulta tan satisfactoria.
Conclusión
A pesar de ser una obra totalmente funcional, el juego de Blacklight Interactive debería haber jugado mejor sus cartas con el propósito de ofrecer una experiencia más equitativa, tanto para los lobos solitarios como para los que prefieren jugar en compañía, ya que las partidas pierden intensidad a medida que mengua el número de jugadores. Ahora bien, si encontráis a un puñado de amigos que estén tan locos por jugar como tú y se presten a la competitividad, la percepción que pueda brindarnos el mismo cambia por completo.
Antes de acabar, me gustaría remitirme a una frase dicha y reinterpretada por un hombre sabio: “Recuerda lo que dijo Cristóbal Colón: si no tienes amigos, te echamos de Golf With Your Friends”.
*Agradecemos a Team 17 el material proporcionado para poder realizar este análisis.