Con una representación aterradoramente realista de Shibuya, Ghostwire: Tokio ofrece un desarrollo en el que la muerte, el mal y lo sobrenatural campan a sus anchas.
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Por muchos es sabido la rica y extensa tradición mitológica del país del sol naciente. Leyendas sobre héroes, dioses y demonios forman parte del folclore del país asiático. Seguro que muchos de vosotros habéis escuchado relatos en los que fornidos guerreros y humildes campesinos luchan contra todo tipo de aberraciones salidas del imaginario sintoísta y budista. En el caso del sintoísmo, religión autóctona de Japón, los kami son los verdaderos protagonistas.
Deidades y espíritus de la naturaleza “creados” para explicar los fenómenos naturales y paranormales. Como contrapunto, los japoneses crearon una infinidad de seres del inframundo. Una retahíla de fantasmas, ogros, duendes y demonios que desfilan por las distintas manifestaciones culturales autóctonas. Seres que reciben el nombre de yōkai o youkai japoneses y que por otro lado, son una parte fundamental de la cultura del país, los cuales suelen aparecer en series de animación japonesa, manga, videojuegos, películas e, incluso, se han realizado glosarios sobre ellos.
Tanto es así que juegos como Ghostwire: Tokyo, de Tango Gameworks, no habrían sido posibles sin la importancia de criaturas vivas no humanas, así como su origen, clasificación e importancia en la cultura japonesa actual. Un juego ambientado en una Tokio embrujada contemporánea en la que un peligroso ocultista ha provocado la desaparición instantánea de la población y esta se halla invadida por mortíferas fuerzas sobrenaturales.
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Apartado técnico
El distrito de Shibuya en Tokyo, Japón, es uno de lo más vibrantes, bulliciosos e importantes de la capital. Un lugar cuya visita es esencial cuando se viaja al País del Sol Naciente. Es el distrito número 1 en la lista de turistas, uno de los centros tecnológicos más importantes, una meca para la música y tiene el paso de peatones más fotografiado del mundo. Dicho de otra manera, si hay un barrio de ocio y entretenimiento en Tokio cuya fama trasciende todas las fronteras, sin lugar a dudas es Shibuya, y la propuesta de marras lo ejemplifica en todo su esplendor.
Después de todo, Ghostwire: Tokyo no se queda atrás a nivel gráfico, ofreciéndonos un juego con unos escenarios preciosos que no pararán de deleitarnos la vista con bellísimas y cautivadoras imágenes, lo que ayuda a que queramos recorrer hasta el último rincón de la ciudad con tal de disfrutar de su fantástica dirección de arte. Y ojo, ya que no hablamos solo de la parte artística, sino también de la técnica, capaz de poner en pantalla unas texturas muy sólidas, un rendimiento impecable, una gran distancia de dibujado, escenarios repletos de detalles y buenos modelados, por no hablar de ciertos efectos o del uso tan bueno que hace de la iluminación para crear estampas únicas.
Jugabilidad
La teoría más clásica usada por los hindú, japoneses, y griegos, es de que hay cinco elementos, Tierra, Agua, Aire, Fuego, y un quinto elemento conocido como espacio. Los principales tipos de manipulación elemental usados en la ficción además de los ya mencionados son; Rayo/Electricidad, Hielo, Metal, Luz, Oscuridad y el clima.
Ghostwire: Tokyo comprende este arte marcial, estrategia, tácticas de guerrilla y de espionaje usadas por los shinobi, más conocidos en occidente como ninja, con el fin de ofrecernos un sistema de combate que mezcla mecánicas propias de los shooter en primera persona con otras que son más propias de un juego de acción al uso. Un sistema de combate con un alto grado de experimentación y expresión dentro de un mundo altamente reactivo. La variedad de habilidades es increíble, y su presencia en la aventura está correctamente justificada en la historia. La combinación de estos poderes y la obligación de gestionarlos hace que ningún combate en Ghostwire: Tokyo sea igual, lo que nos ayudará a crear nuestras propias estrategias a la hora de enfrentarnos a los enemigos.
La otra cara de la obra de Tango Gameworks recae en una verticalidad superlativa. Aquí, los edificios de Shibuya imperan sobre todo lo demás y nuestras habilidades resultan vitales para salvar las distancias entre un edificio y otro. De nuevo, el juego se disfruta cada vez más a medida que vas desbloqueando todas estas mejoras y progresas en el árbol de habilidades que te convierte en toda una máquina de parkour. Después de todo, el simple hecho de correr de una punta a otra del mapa, es ya una grata experiencia.
Duración
El modelo de videojuegos de mundo abierto plantea un diseño con particularidades propias que le diferencia de otros con desarrollo más clásico, como pueden ser los de progresión lineal. Su partida, que descansa sobre premisas relacionadas con la libertad de maniobra del jugador, el fomento de la exploración del mundo de juego y la sistematización de los sucesos en el juego, origina nuevas formas de jugar.
Si bien, las críticas contra los mundos abiertos de muchos videojuegos, que algunos califican como repetitivos y sobre utilizados, son una constante de un tiempo a esta parte, pese a seguir gozando de mucha popularidad. El caso de Ghostwire: Tokyo no es una excepción, puesto que como aventura de acción en lo que se refiere a la jugabilidad, no le podemos reprochar demasiado, todo funciona bastante bien, tanto la movilidad, como el sigilo y el combate, que se ha refinado, e incluso los elementos RPG, como los árboles de habilidades están bien diseñados, de manera clara y sencilla, y te pica progresar y mejorar al personaje.
Su problema viene por una serie de contenidos que alargan la duración de la aventura hasta las 30 horas aproximadamente. Sí, sus misiones secundarias son ciertamente satisfactorias, casi más que la propia misión principal, pero la ciudad de Shibuya está repleta de iconos que aportan un desarrollo algo perezoso y que nos recuerdan al visto en un Assassin’s Creed. A veces, es preferible la mitad de contenidos pero que los que hay estén el doble de cuidados.
Conclusión
Como una parte más del entramado cultural e histórico japonés, algunas producciones como la que protagoniza estas líneas tienden a mostrar aspectos ligados a las religiones que imperan en Japón. La sociedad nipona está marcada por un sincretismo religioso que entra en conflicto con la actualidad y el paulatino abandono de estas creencias; sin embargo, todavía se pueden encontrar esbozos de espiritualidad en la cultura japonesa.
Frente a la proliferación de investigaciones tanto en el campo de los videojuegos como en el de la religión o religiosidad japonesa, pocos son los que aúnan ambas disciplinas de forma tan acertada como Ghostwire: Tokyo, una obra en la que la muerte, el mal, lo sobrenatural y sus representaciones campan a sus anchas. Una obra que, aunque imperfecta, es capaz de transmitir valores propios de su tradición, transformando nuestra forma de percibir el mundo nipón.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de Xbox Series S|X facilitada por Bethesda.
[appbox microsoftstore 9PKP39CL0C8D]
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Apartado técnico90/100
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Jugabilidad80/100
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Duración80/100
Lo bueno
- Una representación aterradoramente realista de Shibuya.
- Sus misiones secundarias.
- La movilidad y verticalidad de su mundo.
Lo malo
- Un mundo abierto bastante conservador.