Analizamos Fallen Legion: Rise to Glory, un intenso RPG de acción en el que abundan los conflictos y las rencillas entre diferentes personajes.
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Las desavenencias y conflictos constituyen una de las principales amenazas para cualquiera, ya que cuesta mucho poder resolverlos bien. Sobre todo, los de carácter emocionales, los cuales en ocasiones tienen su origen en viejas rencillas. Estas ofensas del pasado siguen haciendo sufrir en el presente y parecen imperdonables. Es cierto que la mayoría de las personas necesitamos tiempo para curar las heridas provocadas por el dolor y la pérdida. Pero también es cierto que se puede encontrar todo tipo de excusas para posponer el perdón.
El disparate de pensar continuamente en las heridas emocionales producidas por las ofensas del pasado no trae paz ni felicidad al presente. Algunas personas son tan rencorosas que guardar el resentimiento durante toda la vida, sin saber que el perdonar a los que les han ofendido es saludable principalmente para ellos. Y teniendo siempre presente que perdonar no es aceptar los hechos ocurridos, no es olvidar, tampoco es negar lo que nos pasó. El perdón no significa renunciar a la justicia, ni tampoco tener que reconciliar.
Ahora extrapolemos todo esto a un reino donde es frecuente que las rencillas, la codicia y la desconfianza. Porque eso es lo que nos propone Fallen Legion: Rise to Glory, un intenso RPG de acción ambientado en Fenumia, un lugar donde han abundado, históricamente hablando, los conflictos y las rencillas entre las familias fronterizas. Un lugar en el que observaremos el conflicto que nos ocupa a través de los ojos de dos personajes y con intenciones muy distintas entre sí: la Princesa Cecille y Legatus Laendur.
Apartado técnico
Muchos videojuegos son famosos por sus imágenes excepcionales y únicas a base de músculo técnico que convierten la experiencia en algo inolvidable. Si bien, hay títulos dibujados a mano que a menudo brindan una experiencia aún más artística en la que los jugadores pueden encontrar detalles encantadores mientras disfrutan de un mundo que nunca antes habían visto. Y aunque se encuentra algo lejos de contendientes como Odin Sphere o 13 Sentinels: Aegis Rim, Fallen Legion: Rise to Glory nos anima a encontrar todo tipo de escenarios brillantes por medio de un viaje visual cautivador.
Un viaje que se encuentra íntegramente en inglés y que cuenta con multitud de personajes en pantalla y paisajes de fantasía que recrean castillos, bosques, templos y ruinas.
Jugabilidad
Es importante conocer aquello que nos hace destacar porque con ello podemos ver qué características nos definen cuando nos enfrentamos a nuevos retos, podemos disociar el camino y ver también en qué fallamos y ayudarnos para trabajarlo en próximas veces. Dicho de otra forma, las debilidades y fortalezas están constituidas por los aspectos internos de cada uno.
Esta metodología nos hace poderosos al caracterizar nuestros rasgos, sean fuertes o débiles, nos gusten o no. Sabiendo quiénes somos, quienes nos gustaría ser y los recursos con los que contamos, estaremos en disposición de afrontar una tarea fascinante. La de diseñar ese camino que nos conduzca al punto que queremos, de la manera que queremos.
Y juegos como el que protagonizan estas líneas hacen referencia a los aspectos internos de los personajes, analizando aquellos aspectos que podemos utilizar para potenciar las fortalezas o trabajar las debilidades. A este respecto, por medio de un sistema de combate en el que cada uno de los personajes a los que controlamos está asignado a un botón. Un botón con una habilidad propia que se lanza según nosotros decidamos y que consume un punto de acción. Esto, que en un principio puede pecar de simplista, se va tornando cada vez más complejo a medida que vamos obteniendo un mayor abanico de habilidades que hacen que el combate sea tan atractivo como desafiante.
Además, es importante tener en cuenta que nuestras acciones son finitas a lo largo del tiempo, y que de la misma manera que atacamos sin cuartel, también tenemos que defendernos de forma constante. En caso contrario, estaríamos firmando nuestra sentencia de muerte. Al final, Fallen Legion: Rise to Glory nos obliga a aplicar sistemas de triaje, tomando decisiones rápidas y reservadas a situaciones de grandes catástrofes con alto componente de elección.
Duración
Es un hecho constante. Día tras día. Tú ves las cosas de una forma y siempre hay alguien que las ve de otra. Diferentes perspectivas ocasionadas por diferentes paradigmas. Como si tuviéramos distintas gafas. Y es la misma situación, cosa o suceso. El otro de repente te increpa: ¿pero es que no lo ves? ¿estás ciego o qué?
Probablemente tú sólo hayas visto una de las dos. Pero te aseguro que las dos están ahí, en la misma imagen. E incluso personas como yo, dependiendo de cuándo miren algún suceso, pueden interpretarlo de diferente forma. Y Fallen Legion: Rise to Glory se toma su tiempo en ser respetuoso con el otro, ponerse en su posición y tratar de entender por qué piensa o actúa del modo en que lo hace. Entender que está sucediendo a lo largo de la historia. Concretamente, estableciendo hasta dos rutas diferentes, como si fuesen dos aventuras separadas (que lo son), y sumando así hasta 40-50 horas de contenido.
Conclusión
Si bien es cierto que tiene ciertas mecánicas y elementos muy propios del momento en que salieron tanto Fallen Legion: Flames of Rebellion como Fallen Legion: Sins of an Empire, Fallen Legion: Rise to Glory es consciente de todas estas cosas, por lo que usa las herramientas que tiene a su disposición para cuestionarlo todo y a todos. Nos hace ver su mundo, personajes e historia desde distintos prismas. Lo hace para que entendamos que nuestras decisiones están, en cierta medida, limitadas por el contexto en el que nos ha tocado vivir.
*Agradecemos a NIS America el material proporcionado para poder realizar este análisis.
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