Puzzles y rompecabezas te pondrán a prueba en Energy Cycle Edge para Xbox One.
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Energy Cycle Edge, del estudio y editor independiente ruso Sometimes You, es un juego de rompecabezas clásico, sucesor del poco conocido pero retador Energy Cycle. En esta ocasión han tratado de mejorar y actualizar la fórmula del juego de 2016, ofreciendo más niveles, una capa más de dificultad con puzzles en tres dimensiones y una remozada interfaz minimalista. ¿Será suficientemente adictiva la fórmula para mantenernos pegados a los mandos o será poco atractiva para paladares exquisitos? Veamos.
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Apartado técnico
Cuando nos ponemos a jugar a Energy Cycle Edge lo primero que advertiremos será la casi completa ausencia detalles en el interfaz gráfico. Se ha prescindido de todo lo que los autores han creído poco útil y sólo han dejado las esferas de colores con las que tendremos que interactuar para superar los niveles, y el fondo de la pantalla dinámico de temática astronómica, que se mueve si apretamos LB o RB para dar un efecto 3D y avanzar en la resolución del rompecabezas. Es menester recalcar, que los poseedores de la consola Xbox One X dispondrán de esos impresionantes gráficos en la nada desdeñable resolución 4K, al ser un juego mejorado para dicha máquina. Algo que no inquietará demasiado a los que tengan el modelo FAT o la Xbox One S… Ya que éste apartado es uno de los más flojos de Energy Cycle Edge. Mientras jugamos y fundimos nuestras neuronas con los cada vez más complicados rompecabezas, la banda sonora hará las delicias de los más melómanos, ya que los temas están elegidos con mucho gusto para dar ése toque ambiental necesario. Aunque no hace demasiada falta en este título, es de agradecer que los textos están traducidos al castellano.
Jugabilidad
Como en la mayoría de juegos de puzzles, lo primero que hay que saber para ir avanzando en los niveles es cual es la finalidad. Ya hemos avanzado que en Energy Cycle Edge hay dispuestas una serie de esferas en el campo de juego. La finalidad será ir cambiando de colores las esferas para que todas acaben siendo del mismo color. Cuando pulsemos con el botón A encima de una de las esferas en el campo de juego, cambiaremos los colores de la celda que hemos pulsado y las celdas adyacentes en línea recta. Esto hace que tengamos que tener muy claro en qué esfera queremos pulsar, para sólo cambiar de color a las que nos hacen falta, ya que hay tres colores diferentes y la cosa se puede complicar más si no tenemos cuidado.
En niveles superiores empezaremos a ver cómo Energy Cycle Edge abraza una de las principales características que le diferencian de su antecesor Energy Cycle Edge. Pulsando LB o LR el campo de juego rotará en 3D y podremos acceder a las esferas que estén allí esperando a que unifiquemos los colores de todos los planos accesibles. En la parte superior derecha veremos en pequeño el tablero de juego en tres dimensiones con todas sus esferas para tener una visión completa de cada nivel.
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Duración
En esta ocasión Sometimes You nos ofrece la nada desdeñable suma de 44 niveles en 4 conjuntos diferentes. Los primeros niveles son sencillos para ir adquiriendo la base para entender las mecánicas de los rompecabezas de Energy Cycle Edge y se pueden superar rápidamente en menos de 1 minuto, pero a medida que avancemos y entren en juego las tres dimensiones tendremos que pensar mucho cada paso que demos, por lo que la duración irá en función de la capacidad de análisis y resolución de los problemas de cada jugador. No obstante hay que señalar que los mencionados 44 niveles no se quedan para nada cortos para este tipo de propuestas y se antoja una duración correcta. Más si cabe teniendo en cuenta que hay un modo de colores aleatorios para poder rejugar los niveles una vez los superemos y otro modo más, para los que quieran jugar con el aspecto clásico en las esferas de Energy Cycle.
Conclusión
En definitiva, Energy Cycle Edge es un juego que gustará a los que se divierten estrujando la cabeza con puzzles y que a su vez no renieguen de juegos poco atractivos en lo técnico. Su mecánica de rotación en 3D y sus fondos dinámicos, pese a que se agradecen, no consiguen quitarnos el sabor agridulce en los visual, y lo único que queda en la fórmula son sus temas musicales y las ganas de seguir avanzando por los niveles. Para los menos duchos en los retos que nos proponen juegos como Energy Cycle Edge, hubiese venido bien un sistema de pistas, para hacerlo más atractivo a la hora de encarar los niveles más difíciles y entender mejor cómo solucionarlos.
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