No te pierdas nuestro análisis de Echoes of the End para Xbox, una odisea que no te dejará indiferente si sabes hacía donde vas.
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Al fin, tras bastantes días jugando, os puedo contar que me ha parecido este nuevo, Echoes of the End. Este título es el primer juego desarrollado por el estudio, Myrkur Games y trae consigo una pequeña joya para todos aquellos que amamos los juegos que no siguen las pautas de los juegos más comerciales. Esto quiere decir, que Echoes Of The End brilla por muchas cosas propias y sin ser un juego perfecto, sí que tiene bastantes cosas interesantes y bien conseguidas para disfrutar de una propuesta como las de antes, sin pretensiones.
Aquí nos encontramos con una propuesta en tercera persona que mezcla una historia épica con elementos de combate, exploración, puzles y un toque mágico que marca la diferencia y con una historia bastante interesante desde los primeros compases. Todo ello ambientado en un mundo de fantasía inspirado en Islandia, con un trabajo visual que busca el realismo gracias a Unreal Engine 5 y la captura de movimiento. La historia sigue a Ryn, una poderosa vestigio con habilidades inestables, en su misión de rescatar a su hermano de un imperio al borde de la guerra. ¿Suena bien? Vamos a verlo.
Apartado técnico
A nivel visual, Echoes of the End es una auténtica carta de presentación para un estudio debutante. No solo cumple, sino que en muchos momentos luce de forma sobresaliente. El uso de Unreal Engine 5 se nota desde el primer minuto: las texturas, el modelado de personajes y, sobre todo, la iluminación dinámica, aportan una atmósfera muy inmersiva. La luz filtrándose entre nubes, el reflejo del sol en la nieve o el calor ondulante de la lava en zonas volcánicas son ejemplos claros de lo bien que se ha trabajado este apartado.
La captura de movimiento y las animaciones faciales logran transmitir emociones de forma convincente, algo vital en un juego tan centrado en la narrativa. El mundo de Aema se siente vivo gracias a pequeños detalles ambientales como la fauna, las partículas flotando en el aire o el movimiento de la vegetación con el viento.
En lo sonoro, la banda sonora original de Viktor Ingi Guðmundsson es otro de los grandes aciertos. Mezcla composiciones ambientales con matices de música tradicional islandesa, consiguiendo que cada escena y combate tenga su propia personalidad musical. Los efectos de sonido son contundentes, especialmente en el choque de espadas o en el uso de habilidades mágicas.
Eso sí, no es un apartado exento de fallos. En ciertas áreas amplias o con mucho efecto en pantalla, se notan ligeras caídas de rendimiento, y algunas físicas de impactos no están tan afinadas como deberían. Nada grave, pero sí detalles que un jugador atento notará.
Jugabilidad
En lo jugable, Echoes of the End combina varios elementos de forma equilibrada. El combate con espada y habilidades mágicas es el núcleo de la experiencia. No es un sistema de combate tan profundo como el de un soulslike, pero sí lo bastante variado como para mantener el interés durante toda la aventura. A medida que progresas, vas desbloqueando mejoras y nuevas formas de encadenar ataques, lo que hace que las batallas contra enemigos y jefes requieran estrategia y algo de experimentación.
La magia de Ryn no está ahí solo para hacer daño. Se integra de manera orgánica en la exploración y los puzles: manipular la gravedad para mover objetos pesados, crear ilusiones para distraer enemigos o remodelar el terreno para abrir nuevas rutas. Esto le da un toque único y diferencia la experiencia de otros juegos similares.
La exploración también incluye muchas zonas de plataformas, con saltos precisos, cuerdas para cruzar de un lado a otro y rompecabezas en los que debemos reconstruir partes del entorno para poder avanzar. En algunas ocasiones, estas secciones pueden resultar algo repetitivas, pero si le coges el punto, se convierten en momentos muy divertidos y satisfactorios.
El combate es uno de los grandes pilares. Alterna ataques con espada y poderes mágicos, permitiéndonos realizar ejecuciones espectaculares, parrys para contraatacar, bloqueos para frenar el impacto enemigo y rodar para esquivar en el momento justo. Estos movimientos no solo permiten sobrevivir, sino también crear aperturas estratégicas para devolver el golpe. El escenario se convierte en un aliado, pudiendo usar obstáculos, trampas o ventajas de altura para inclinar la balanza a nuestro favor.
Además, no estamos solos: Abram, nuestro compañero, es un aliado activo que puede cubrirnos, distraer a enemigos o ayudar a rematar a los más peligrosos cuando se lo pedimos. Esta cooperación añade una capa táctica muy interesante, haciendo que los enfrentamientos se sientan más vivos, dinámicos y estratégicos.
Los puzles cooperativos con Abram son otro punto interesante. No se limitan a pulsar interruptores o mover palancas: muchos de ellos requieren coordinación y usar las habilidades de ambos personajes para progresar. Esto fortalece la conexión narrativa entre Ryn y Abram y evita que el jugador sienta que uno de los dos está “de adorno”.
La exploración tiene un peso notable. El juego recompensa al que se sale del camino principal con secretos, rutas alternativas y coleccionables. Además, el diseño de escenarios está pensado para que siempre tengas algún punto de interés visual que te guíe, evitando que el jugador se sienta perdido.
El ritmo general está bien medido, aunque hay tramos algo más lineales que pueden romper la sensación de libertad. Aun así, la variedad de situaciones (combates, plataformas, puzles, exploración y cinemáticas) consigue que el juego mantenga un flujo constante de interés.
Duración
Echoes of the End me ha llevado unas 15 horas completarlo, distribuidas en un total de 10 capítulos bien diferenciados. Cada uno ofrece su propio ritmo y retos, alternando combates, secciones de plataformas, puzles y momentos narrativos más pausados. No es un título excesivamente largo, pero sí lo suficiente para desarrollar su historia y mecánicas sin alargarse de forma artificial. Si te dedicas a explorar a fondo, buscar secretos y experimentar con todas las habilidades, puedes arañar alguna hora extra, pero su propuesta se siente medida y compacta. Si fuera más largo, lo más probable es que fuera un poco pesado, así que esta duración es perfecta para el estilo de juego.
Conclusión
Echoes of the End no es un juego perfecto, pero sí una apuesta valiente y personal que demuestra que Myrkur Games ha llegado con algo que decir. Su ambientación, el carisma de sus protagonistas, el combate que mejora con el tiempo y el uso de la magia para resolver puzles lo convierten en una experiencia muy recomendable para quienes busquen algo distinto a lo habitual.
Visualmente, es notable, su banda sonora tiene un buen encaje dentro del juego y su propuesta mezcla bien acción, historia y exploración. Tiene margen de mejora en lo técnico y en la variedad de algunas fases, pero la sensación final es la de haber vivido una aventura con personalidad. Es por ello, que destaco estos juegos doble A, que llegan para cubrir los huecos que otros no llegan.
Agradecemos a Plaion el material ofrecido para poder realizar este análisis.
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Apartado técnico82/100
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Jugabilidad80/100
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Duración80/100
Lo mejor
- Escenarios y ambientación inspirados en Islandia, con un apartado visual muy cuidado.
- Buen equilibrio entre combate, puzles y exploración.
- Evolución progresiva de habilidades y mecánicas.
Lo peor
- Algunas fases se sienten repetitivas.
- Pequeños problemas de rendimiento y físicas.







