Analizamos Deliver Us Mars, una imperdible experiencia astronómica y de ciencia ficción que se apunta para un viaje al planeta rojo.
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El interés por el planeta Marte ha estimulado enormemente la imaginación de los escritores de ciencia ficción. Desde los primeros descubrimientos científicos pasando por las recientes visitas mediante sondas y robots, el planeta rojo ha estado en la punta de mira de los grandes autores de la ciencia ficción, que desde diferentes perspectivas han abordado la cuestión del encuentro con nuestro mundo vecino y sus (improbables) habitantes.
Y aun cuando con el paso de los años se ha ido quedando atrás la imagen de los marcianos como terribles invasores, que hasta entonces había sido uno de los mayores tópicos en las revistas del género, dejando paso a una visión más optimista, no es menos cierto que los últimos vestigios de aquel mito, aquella fantasía de una civilización marciana, todavía se aprecian en la cultura popular.
Son demasiadas las novelas, cuentos, revistas, cómics, películas o series de televisión las que han abordado el tema como para no haber dejado una huella visible en la iconografía del siglo XX. Hasta no hace mucho tiempo, e incluso hoy en día, era habitual confundir los términos marciano y extraterrestre. Los aficionados a la ciencia-ficción estamos ya acostumbrados a que se etiquete este género como novelas de marcianos, y estamos ya encallecidos de tanto escuchar esa típica pregunta burlesca ¿qué lees? ¿una de marcianos? Hasta los primeros videojuegos hicieron uso del mito y surgieron así los ya clásicos matamarcianos.
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Al menos, se agradece que juegos como Deliver Us Mars, secuela del galardonado título Deliver Us The Moon, se amparen más en el interés científico por Marte con el fin de ofrecernos una aventura de ciencia ficción que nos brinda una experiencia de astronauta envolvente. Una aventura que explora nuevas fronteras en una misión llena de suspense y peligros para recuperar las naves coloniales ARCA que robó Outward.
Apartado técnico
La imaginería del ser humano, desde tiempos inmemoriales, ha ejercido una notable fascinación por el planeta rojo. Como consecuencia, su nombre y las fantasías mentales evocadas fueron plasmadas en las más variadas mitologías. Debido a su peculiar color rojo, pronto se le relaciona con el dios de la guerra, sobre todo en las culturas griega y romana, de la que tomó su nombre, Mars, en latín. El plato para la imaginería, la fantasía, la leyenda o la literatura de ficción científica estaba servido.
Si bien, en Deliver Us Mars, el planeta rojo es mucho más que eso. Es el espejo en el que la Tierra mira su pasado y donde deposita sus esperanzas de futuro. Es un espejo que trata los conceptos de “el viaje, la guerra, la vuelta a casa, el miedo ancestral al otro, los desafíos titanitas, la existencia de vida alienígena, la gestión de los recursos ambientales, la posibilidad (o imposibilidad) de un planeta B y el futuro de la humanidad en la era de la emergencia climática”.
Por lo que el juego que protagoniza estas líneas sorprende por su bien lograda atmósfera y por su excelente fusión entre lo fantástico y lo real.
Jugabilidad
Es normal que nos guste tener las cosas controladas, dado que la sensación de que todo está bajo control nos aporta seguridad y tranquilidad. La tendencia de los videojuegos a usar el lenguaje cinematográfico como expresión artística, propicia que nos convirtamos en simples espectadores pasivos, ya que el gameplay, la interactividad, el videojuego, se va presentando de forma entrecortada para que la historia pueda seguir avanzando. Al final, lo que podía ser una fusión entre dos expresiones, termina abocado a uno de los extremos.
Deliver Us Mars no reniega de la cinematografía, el arte de proyectar imágenes de manera continuada para contarnos algo, así como su afán por contarnos una historia, pero son muy pocas las veces en las que no tenemos el control de la situación. Ni siquiera en los pasajes más rimbombantes que son propensos a abrazar la pirotecnia, que los hay, estamos atados a ser testigos de cómo nuestro personaje sigue un camino lineal iniciado desde el punto A hasta el B. Somos partícipes del momento. Porque tiene más mérito superar el gran desafío a los mandos que sea una escena grabada la que se encargue de llevar a cabo el recorrido pertinente.
Sea como fuere, el juego de marras no apoya todo su peso en la narrativa. Ante todo, es una obra que abraza varios géneros que van desde la exploración hasta la resolución de rompecabezas. Lo primero no tiene mucho misterio. Lo segundo, por el contrario, nos sirve para indagar, analizar y encontrar evidencias sobre lo que ha ocurrido en la superficie de Marte. Existe una recompensa que va más allá de toda resolución. Una recompensa que se traduce en un montón de documentos y audio diarios orientados a ofrecernos fragmentos de información. Y aunque algunos se repiten más de lo necesario, rara vez cortan el ritmo de la aventura.
Duración
Desde un punto de vista físico, seguramente el Universo es infinito en el espacio, aunque esta teoría no puede ser probada. En otras palabras, puede que nos lleve mucho tiempo viajar a través del mismo hacia otros planetas, pero no tanto como contemplar los créditos finales de Deliver Us Mars. Al fin y al cabo, un desarrollo tan amparado en la resolución de problemas y la búsqueda de respuestas para con una propuesta que bebe de las mejores aventuras narrativas, (así como algún deje de supervivencia), solo puede significar una cosa: que el juego puede ser acabado en unas 5-6 horas.
Dedicar este tiempo es importante para garantizar buenos resultados. Eso lo sabe el estudio con sede en los Países Bajos, ya que no pierde el tiempo a la hora de ahondar en tramas innecesarias.
Conclusión
El tiempo como ley natural en la Tierra, es algo inmutable, y el tiempo como tabla de salvación en el espacio, pero mortal para el devenir lógico del ser humano familiar. La supervivencia terrenal y espacial se dan la mano, pero el tiempo es el juez en todos los casos, para bien y para mal.
Deliver Us Mars son dos historias: una amparada en vencer las adversidades, pero siempre dentro de un destino marcado. La otra tiene que ver con la trascendencia del objetivo y de las insondables leyes cosmológicas, algo que no impide esa humanización que busca usarlas para los mundanos, aunque loables anhelos de los humanos, más allá de la salvación de la raza.
Y como gran demiurgo el Tiempo, que rige el destino, que es amenaza y esperanza a la vez, que marca el devenir de lo más cotidiano bajo reglas terrenales y también el trascendente bajo las del espacio.
Agradecemos a Frontier Foundry el material proporcionado para poder realizar este análisis.
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Apartado técnico70/100
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Jugabilidad75/100
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Duración70/100
Lo bueno
- La sensación de soledad, constante desde los primeros compases.
- Todo el apartado sonoro, desde las voces hasta la banda sonora.
Lo malo
- Una estructura con altibajos.