Os traemos el análisis de Cris Tales, una carta de amor preciosista a los JRPG que deslumbra en lo bien que integra los viajes temporales
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Casi todos los videojuegos incluyen, de una forma u otra, alguna herramienta para viajar en el tiempo. Por una parte, están todas esas aventuras en las que, si morimos o simplemente fallamos, siempre podemos reiniciar el progreso realizado con el fin de volver a intentarlo. Si bien, algunos títulos sí que convierten esta sucesión de estados por los que pasa la materia en una característica capital. Ahí tenemos propuestas como Prince of Persia y sus secuelas, dado que disponemos de una daga mágica con la que rebobinar el tiempo durante unos segundos, aunque en muy contadas ocasiones, lo que es perfecto para todas esas secciones de salto que implican esquivar trampas con una sincronización envidiable.
Si bien, en cuanto a los viajes en el tiempo, Chrono Trigger sea posiblemente la obra que se lleva todos los honores, ya que se entrega por completo a la tropología y el sentido como paradoja temporal con el fin de contar una gran historia. Y a pesar de que ha pasado mucho tiempo desde entonces, no han sido pocas las obras que se han atrevido a jugar con esta idea, desde la saga TimeSpitters hasta Bioshock Infinite. Ahora tenemos que sumar a esta lista un JRPG colombiano que permite ver pasado, presente y futuro al unísono. Una hermosa carta de amor con personalidad propia que recibe el nombre de Cris Tales.
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Apartado técnico
La sorpresa está presente en el mundo de las vidrieras, también conocidas como vitral, desde que se descubrió el vidrio. No se sabe muy bien cómo fue el hallazgo, ni donde exactamente, pero con el paso del tiempo hemos encontrado como muchas partes del mundo se han convertido en el reflejo del devenir de las ciudades, árboles y personas. Compuesta por un mosaico de vidrios transparentes o translúcidos planos de distintos colores dentro de un armazón, esta suerte de arte se le suele llamar pintura con luz.
Desde su presentación allá por el año 2019, Cris Tales ha llamado la atención de todo el mundo por su precioso apartado visual y por ese afán a la hora de emular el arte del vitral. Un arte que también posee ciertas reminiscencias con respecto a películas como La Bella durmiente, puesto que está influenciado por el estilo prerrenacentista, medieval y gótico. En tales circunstancias, ofreciendo elementos que están perfectamente enfatizados, desde objetos, fondos y decorados que están puestos en sentido vertical y horizontal, y con los personajes yuxtapuestos a los mismos, hasta un estilo que, pese a que a primera vista pueda parecer muy simple, transmite muy bien las emociones del momento.
En igualdad de condiciones, la banda sonora instrumental que nos acompaña en nuestro viaje encaja perfectamente con cada escenario y combate que disputamos, reverberando ecos que nos transportan a la época de los 32 bits. Pone la guinda del pastel unas voces anglosajonas que cumplen con su cometido y una traducción al español bien ejecutado.
Jugabilidad
Parafraseando a John Connor en Terminator 2, se dice que el futuro no está escrito. No hay destino. Solo existe el que nosotros hacemos. Mediante este lema, la historia de Cris Tales da el pistoletazo de salida con Crisbell, una joven criada en un orfanato que durante los primeros compases de la aventura despierta sus poderes de cronomaga, una habilidad que le permite ver el pasado y el futuro de todo lo que le rodea. Por supuesto, esto lo cambia todo, incluso su vida, que da un giro completo, ya que se ve obligada a embarcarse en una aventura bastante conservadora cuya esencia es lo más parecida al viaje de la mujer heroína, aun cuando hay un puñado de sorpresas que intentan escapar de los tropos.
Por lo demás, el juego que nos ocupa aporta algo nuevo en estos de las dimensiones temporales, presentándolos de una forma lo suficientemente novedosa y visual para que manifestemos cierto interés en el momento que queramos interactuar con todo lo que nos rodea en una pantalla dividida en tres porciones. Así pues, desde la primera visita a la ciudad inicial, Crisbell tiene la capacidad de ver el pasado, presente y futuro al mismo tiempo, empero, este último no se trata de algo establecido, sino de una posibilidad, en vista de que nuestras acciones afectan al mundo y el destino de sus habitantes directamente.
Por ejemplo, al comienzo descubrimos que algunas casas se han visto afectadas por una especie de plaga, un pudrimiento que convierte en inhabitables los hogares. Si bien, con nuestras habilidades temporales podemos evitar que esto ocurra, incluso si eso propicia otra clase de problemas. En consecuencia, los distintos finales en los que puede desembocar la aventura de marras tienen que ver con las decisiones que hayamos tomado en las tres versiones del mundo.
Del clasicismo a la actualidad
Cris Tales es un JRPG por turnos y encuentros aleatorios que trae consigo un mapamundi bastante reducido y varias mazmorras a explorar. Hasta ahí nada nuevo en el género, más no es menos cierto que el tiempo también se aplica cuando batallamos por doquier, ofreciendo cierto dinamismo y una nueva capa de posibilidades. Al igual que durante la exploración, el campo de batalla se divide en tres porciones y gracias a las habilidades de Crisbell, podemos hacer que los enemigos retrocedan al pasado y avancen al futuro, experimentando toda clase de estados alterados/beneficiosos que decantan la balanza a nuestro favor o en nuestra contra.
Por otra parte, los combates propiamente dichos explotan hasta cierto punto nuestra capacidad de reacción, de forma que podemos pulsar los botones de acción pertinentes en el momento justo para causar más daño o bien para aumentar nuestras defensas. Es cierto que en muchas ocasiones el juego no deja bien claro cuando es el momento idóneo para acometer estos movimientos ofensivos/defensivos, pero al final aportan cierta energía que siempre se agradece.
Duración
En el mundo de los videojuegos, se denomina grindear al proceso por el cual un jugador lleva a cabo acciones de forma repetida con el fin de acumular algún tipo de experiencia u obtener recompensas. Es muy común este término dentro de los RPG, pues a menudo grindear es en cierta forma una necesidad, una obligación imperiosa, ya que algunos jefes te pueden castigar por estar en un nivel muy bajo. Por supuesto, esto alarga algunos títulos de manera artificial, algo que podía entenderse si ponemos nuestras miras en las obras de antaño, que tenían que sobrellevar las limitaciones técnicas de la época.
Sin embargo, hoy en día también se empeñan en no aportar algo más que no sea simplemente masificar la acción antes nombrada y Cris Tales no es una excepción. De forma semejante, los combates excesivos que aparecen de forma constante pueden alargar el juego más allá de las 20 horas de partida, aunque ese no es tanto su problema, sino el hecho de obligarnos a pulir nuestras habilidades en el fragor de la batalla, reivindicando la importancia de los niveles y no tanto nuestra pericia a los mandos.
Conclusión
La añoranza por los tiempos pasados ayuda a mantener el equilibrio emocional, pero no es menos cierto que todo exceso nos puede condenar a vivir del recuerdo. A pesar de que cada cierto tiempo llega algún juego que nos hace recordar a los J-RPG de antaño con toda esa magia y misticismo como forma de identidad, también es necesario una serie de características propias y detalles que lo vuelvan realmente atractivo, y que hagan que uno quiera dedicar decenas de horas a los mandos.
A este respecto, la obra desarrollada por la gente de Dreams Uncorporated, SYCK y Poppy Works enfoca parte de su personalidad en una apariencia preciosista que la hace todavía más apetecible a los ojos de otras personas. De la misma manera, deslumbra en lo bien que integra los viajes temporales a la hora de cumplir misiones, pero hay momentos en los que parece que se queda atascado en el pasado, sobre todo cuando nos hacemos a las armas. En otras palabras, a veces, necesita algo más que eso para trascender en el tiempo.
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Apartado técnico95/100
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Jugabilidad80/100
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Duración75/100
Lo bueno
- Una apariencia preciosista influenciada por el estilo prerrenacentista, medieval y gótico.
- El atractivo de los saltos temporales y las consecuencias que trae consigo.
- Los combates son atractivos y dinámicos.
Lo malo
- La necesidad de subir de nivel alarga de forma artificial la duración del juego.
- Habría sido de agradecer un mapamundi con un mayor abanico de posibilidades.