Conan Exiles se lanza finalmente en Xbox One después de su amplio periodo de Game Preview, ofreciendo entornos y elementos que lo hacen un juego único.
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Conan el Bárbaro es un personaje bien conocido por todos. Su historia comienza en 1932 cuando su autor, Robert E. Howard, dio vida al a mítico cimmerio, quien sería el centro de un universo de fantasía cuyo mundo gira en torno a la espada, la brujería y la muerte. Conan Exiles es un título que nos lleva directamente al mundo creado por Howard. Y lo hace de forma inmisericorde.
No es la primera vez que Funcom coquetea con el cimmerio, pues ya en 2008 dio a luz al MMORPG Age of Conan, título free to play que sigue vivo después de 10 años de su salida. Ahora, en Conan Exiles, Funcom quiere llevar un paso más allá la exploración de las vastas tierras que nos rodean en un entorno de supervivencia extremo, lleno de peligros y que se empeña en mostrar la crudeza del mundo que nos rodea. La Era Hiboria está marcada por la hostilidad y Conan Exiles te lo recuerda cada minuto.
Conan Exiles comienza con nuestro personaje clavado en una cruz en mitad del desierto, condenado a una muerte segura. Conan, el insigne bárbaro cimmerio, será quien nos libere de nuestras ataduras, dejándonos en medio de la nada, desnudos y sin saber a dónde ir ni cómo vamos a sobrevivir. Comienza nuestra aventura.
Apartado Técnico
Aquí nos encontramos con uno de los aspectos más controvertidos de Conan Exiles.
El primer problema que nos encontramos es la caída de servidores o la imposibilidad de entrar en nuestra partida. Son 40 jugadores por servidor y si tenemos la mala suerte de jugar en uno concurrido, no tendremos más remedio que esperar nuestro turno.
Además, en ocasiones el juego te “tira” sin previo aviso o simplemente no conecta con el servidor o, lo que es peor, tus edificaciones pueden haber desaparecido sin dejar rastro. Sin embargo, desde Funcom están poniendo solución a este tipo de problemas por medio de actualizaciones y es cierto que cada vez son menos frecuentes (los problemas de conexión al servidor desaparecieron con el último parche, al menos en nuestro caso).
La optimización del juego dista de ser perfecta y en muchas ocasiones puede haber tirones. Los modelados de los personajes no están demasiado definidos y pueden encontrarse toscos en un primero momento. Además, hay ciertos movimientos que resultan poco creíbles o más bien robóticos: ver a nuestro personaje saltar o escalar puede llegar a ser curioso cuanto menos.
Pero no nos llevemos las manos a la cabeza. El juego luce muy, muy bien. El mundo se ve vivo, los entornos están cuidados y hay una enorme variedad de paisajes: desde el desierto en el que nacemos, a cuevas, bosques, montaña… Y todo lo que vemos en el mapa es visitable. La habilidad de nuestro personaje para escalar nos llevará a cualquier punto del mapa, en el que podremos construir y hacer nuestro fuerte. El ambiente resulta muy inmersivo y es fácil ponerse a andar solo por ver cómo cambia el paisaje a nuestros pies, además de la transición día-noche, que nos hará pasar ratos verdaderamente angustiosos en la oscuridad.
A esta inmersión ayuda mucho la banda sonora, que es simplemente fantástica. Intenta en todo momento (y lo consigue) hacer de nuestro viaje algo épico y único. La música orquestal acompaña al gameplay y los tambores que anuncian cada batalla serán parte de nosotros mientras juguemos.
Además, hay detalles que están muy cuidados, sobre todo aquellos que nos hacer recordar dónde estamos. Los desmembramientos, la sangre, el sonido de los golpes o los gritos de los enemigos nos mantienen en tensión y nos hacen vivir la crudeza del mundo de Conan el bárbaro.
Jugabilidad
Nos encontramos ante un punto fuerte del título. Eso sí, es imprescindible destacar que Conan Exiles es todo menos amistoso con el novato. No solo porque moriremos por multitud de causas a parte de los combates: hambre, sed, intoxicación… Sino porque el juego no explica absolutamente nada, seremos nosotros quienes tengamos que descubrir cómo poder avanzar y hacia dónde.
Tras editar el aspecto de nuestro personaje y elegir la religión que seguirá, nos vemos desnudos en el desierto (sí, desnudos totalmente, incluso podemos configurar el “tamaño de nuestra desnudez”), totalmente indefensos y en ningún momento recibiremos ningún consejo de qué hacer a continuación. Andamos, morimos, recogemos materiales con los que no sabemos qué hacer, morimos, buscamos nuestro cuerpo para recoger nuestro equipo (si es que hemos conseguido fabricar algo), comemos, morimos porque no hemos cocinado los alimentos y nos intoxicamos, buscamos de nuevo nuestro cuerpo solo que esta vez no está… Y así, muerte tras muerte, vamos subiendo niveles, aprenderemos cómo hacer nuestras armas, ropa y refugio. En definitiva, es un juego de supervivencia y tenemos que sobrevivir.
Pese a ser un juego orientado al teclado, la interfaz para mando es cómoda y ágil. Moverse a través de los menús, cosa que haremos prácticamente en todo momento, es fácil, intuitivo y está muy bien implementado.
Los combates en Conan Exiles son duros y sangrientos. Tristemente, el sistema de combate no está demasiado pulido, la IA adolece de cierta torpeza y es muy básica, siguiendo unos patrones de ataque muy predecibles y bastante torpes, que conllevan a combates un tanto toscos y repetitivos en muchas ocasiones. Sin embargo, el combate tiene cierta profundidad y no llega a ser tedioso: podremos esquivar, cubrirnos, tendremos golpes fuertes, débiles e incluso podremos realizar cadenas de combos.
Además, Conan Exiles ofrece una variedad bastante grande de armas y podremos elegir la que más se adapte a nuestro estilo de combate. Asimismo, podremos crear armas arrojadizas con explosivos, veneno o fuego. Y, por si esto fuera poco, podremos invocar el poder de los dioses para devastar todo a nuestro alrededor, mediante un sistema de ofrendas y devoción que aumentan la profundidad del título.
Duración
Conan Exiles es un juego sin fin, sencillamente. Se trata de una experiencia MMORPG en todo su esplendor. Sea en un servidor PVE o PVP, tendremos que aliarnos con compañeros para completar las diferentes mazmorras, protegernos de nuestros enemigos, de la Purga (que atacará nuestras viviendas con mayor frecuencia según ganemos poder), etc.
Sin duda, el entorno PVE será más adecuado para aquellos jugadores que busquen jugar sin el estresante peligro de que nos mate cualquier jugador o, lo que es peor, nos roben todo mientras estamos desconectados. Sin embargo, buscar una comunidad y un grupo de amigos puede ser muy satisfactorio y hará de la experiencia de supervivencia un viaje digno de ser realizado.
De todos modos, siempre tendremos la opción de jugar en modo un jugador, pudiendo además establecer las normas que queramos a nuestra partida, como los recursos necesarios para construir, la experiencia ganada, etc.
En definitiva, Conan Exiles es un juego inmenso que tiene la capacidad de mantenernos todas las horas del mundo pegados a la pantalla.
Conclusión
Conan Exiles es un MMORPG duro y muy exigente con el jugador, pero altamente recomendable para quien busque una aventura de supervivencia. Está cargado de opciones y cosas que hacer, el mundo es dinámico, hostil y las alianzas con otros jugadores se harán imprescindibles para lograr salir adelante en nuestra aventura.
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Sin duda alguna, un título que puede ir a más si Funcom sigue cuidándolo y que hará las delicias de los amantes de los juegos de supervivencia y sobre todo de aquellos que busquen conocer el secreto del acero.
*Agradecemos a Koch Media el habernos facilitado el material para esta review.