Os traemos el análisis de Chivalry 2, una experiencia multijugador ambientada en la Edad Media que resulta absurdamente divertida y refrescante.
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Entre cruzadas y templarios, desde la caída del Imperio Romano de Occidente hasta el descubrimiento de América. Este largo periodo histórico, conocido también como feudalismo, es uno de los más desconocidos y, paradójicamente, uno de los más famosos dentro de la cultura popular, ya que muchas veces vemos un mundo poblado de caballeros dispuestos a defender a los más débiles, un mundo en el que el honor vale más que cualquier bien material. Sin embargo, en otras ocasiones se nos presenta un escenario mucho más gris y envuelto en conspiraciones, radicalismo y una sucia sordidez. Tanto la literatura como el cine han redundado tanto en estos elementos que luego han pasado por alto otros aspectos que sí ofrecen una perspectiva mucho más realista a las bases de datos históricas.
Incluso la Edad Media en los videojuegos es una evocación de aspectos como la apariencia, las leyendas, los conflictos y también un oscuro paréntesis de estereotipos que han dificultado nuestra visión del medievo histórico. Sí, hay un puñado de obras que vinculan su guion y objeto al periodo medieval, pero son otros tantos los que se vinculan al interés que la imagen de lo medieval tiene para Occidente. El sustrato de esta base cultural parece perderse y ni siquiera juegos como Chivalry 2 escapan de la quema, aunque tampoco lo pretende. En cambio, sí se trata de una atractiva proposición que nos permite cruzar aceros en un mundo aderezado con un poco de picaresca, fino humor e ironía.
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Apartado técnico
Aunque los amantes del cine, los videojuegos y la literatura disfrutamos con estas cosas dentro de la ficción, las guerras nunca son agradables. Ejecuciones a mansalva, decapitaciones, muertes de niños y jóvenes… Las atrocidades de la guerra de la Edad Media no son una excepción, puesto que nos muestra una realidad de trato brutal contra soldados y civiles, de presos masacrados, ciudades saqueadas, campos devastados… Nada de esto ha sido fortuito, sino que estaba encaminado a lograr unos objetivos determinados. Que su naturaleza exacta del multijugador en la que 64 jugadores se enfrentan entre sí no os lleve a equívocos, ya que Chivalry 2 es un espectáculo visual que muestra acertadamente los horrores de la guerra.
Es un juego que desprende una energía increíble y que muestra su naturaleza con fuerza y sin titubeos. Asimismo, el estudio con sede en Canadá, Torn Banner Studios, ha conseguido que los diferentes desmembramientos, las representaciones ecuestres en las armaduras y armas medievales (que tal vez pecan de ser poco variadas), los aceros chocando entre sí, la escala de los escenarios y el festival visceral estén acompañados de una fluidez más que óptima que no se resiente siquiera en los momentos de mayor estrés.
Jugabilidad
Sí, de todas las épocas históricas, la medieval siempre ha sido una excusa para poner espadas y armaduras con distintos niveles de poder. Empero, no son tantas las obras que nos ofrecen acción multijugador y combate cuerpo a cuerpo en primera o tercera persona. Uno de los ejemplos más sonados es MORDHAU, una experiencia que nos permite vivir combates frenéticos, asedios a castillos y cargas de caballería con hasta 80 jugadores. Es lo más parecido a un simulador de lucha medieval en el que podemos experimentar una brutal y gratificante experiencia contra las huestes enemigas. Heredero de Chivalry Medieval Warfare, la obra desarrollada por la gente de Triternion recibe un nuevo contendiente, el espejo donde se refleja aquello que proyecta, una contundente secuela del clásico antes nombrado.
La diversión siempre va primero, porque cuando lo hacemos, nos relajamos y disfrutamos de cada momento. El hecho de divertirnos hace que nos sintamos seguros, libres como el viento y no necesariamente como un mero pretexto para conseguir algo. Al contrario que otros juegos, Chivalry II reivindica la diversión como proceso de crecimiento y avance personal. Y aunque el desarrollo del mismo puede dar lugar a un tipo de juego cuya naturaleza estaría amparada en la competición, también nos insta que nos lo pasemos bien. De hecho, nada más hacernos a los mandos en este juego desarrollado a través de una vista en primera persona y poner nuestras miras en el tutorial, una voz de narrador ya se encarga de soltar cada uno de los amarres con una falta de seriedad y discreción que no pasa nada desapercibido. Quiere primar la diversión.
Hechas las presentaciones, desenfundamos de manera iracunda nuestro acero para convertirnos en una persona cruel y sanguinaria. Nos convertimos en un déspota carnicero impulsado por la sed de sangre que extiende el terror por doquier. Empero, más allá de la brutalidad de lo que aquí se ve y admitiendo que es un placer desatar nuestra furia sobre el resto de jugadores, Chivalry II es una obra sumamente versátil que ofrece muchas opciones, generando una curva de aprendizaje que resulta accesible y escalable. Podemos asestar hasta tres tipos de golpes diferenciadores que podemos cargar para ocasionar un daño más mortífero, llevar a cabo esquives contra los envites enemigos, contraataques varios y entablar un combate cuerpo a cuerpo cuando el acero no sea nuestro mejor aliado.
Por supuesto, todas estas acciones repercuten de manera negativa sobre nuestra resistencia finita, especialmente bajo tensiones fluctuantes. Tanto es así que cuidarnos en salud es un acto de resistencia y a veces no basta con ser más rápido que nuestro rival para alzarnos con la victoria, sino esperar al momento adecuado.
Duración
Arqueros, soldados de infantería y soldados de vanguardia compuestos de diferentes subclases. La Orden de Mason y los caballeros de Agatha llevan mucho tiempo enzarzados en contiendas bélicas ambientadas en enormes campos de batalla. Nosotros somos soberanos y elegimos con quién aliarnos, pero os podemos asegurar que la muerte es una constante y que muchas veces no sabremos como acabamos ensartados por una flecha. Y da igual que iniciemos un asalto final en medio de un asedio, que luchemos por la supremacía y la adoración del público o que estemos envueltos en un duelo a muerte contra todos los demás. La obra de marras se las ingenia para ser absurdamente divertida, haciendo que las horas pasen volando y que siempre queramos empalar a nuestros enemigos.
Lo único que quizá puede desencantar a los jugadores y que la vida útil de este Chivalry 2 pueda verse resentida, es que el grado de personalización ofrece pocas posibilidades, ya que al final nos encontramos con otros jugadores que portan armaduras muy parecidas a la nuestra. Y aunque hay una barra de progresión, las alteraciones no son tan descaradas como deberían ser. Sea como fuere, es de suponer que es algo que irán corrigiendo a medida que se vayan publicando nuevas e interesantes actualizaciones.
Conclusión
De la Edad Media tenemos distintos puntos de vista, sobre todo la de un período oscuro, sucio y no siempre muy agradable. En el imaginario colectivo, todavía persiste como una época de ignorancia y barbarie universal, y pese a que tiene sus más y sus menos, Chivalry 2 se siente como una experiencia multijugador muy refrescante que saca a la luz las vergüenzas del medievo con mucho garbo. Tanto es así que muy pocas veces nos hemos divertido tanto en este periodo histórico de la civilización occidental blandiendo alabardas, espadas y un gran número de arcos y flechas. Eso sí, hemos sudado mucha sangre durante el proceso.