Os traemos nuestras impresiones de Call of The Sea, el nuevo exclusivo de Microsoft llegado desde España.
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Hoy os traemos el análisis de los uno de los títulos que se mostró en el evento de mayo. Un evento dedicado a juegos third party y que llegarían en exclusiva a las nuevas y flamantes consolas de Microsoft. Y Call of The Sea es el mejor ejemplo de ello, siendo una exclusiva en consolas Xbox, además de llegar directamente a PC.
Pero además, este título tiene un aura especial. Primero, por estar desarrollado por Out of the Blue Games, estudio madrileño que debuta con este juego. Y segundo, por ser un juego que consigue demostrar que Lovecrfat es mucho más que horro y terror. Que también podemos encontrar paraísos paradisíacos, coloridos, donde aguardan misterios por resolver.
Y eso es precisamente lo que nos propone Call of The Sea. Una aventura donde acompañaremos a Norah, una profesora de arte que se embarca en la búsqueda de su marido desaparecido, el cual se había marchado a buscar una cura para la rara enfermedad que sufre nuestra protagonista.
Con todo ello, llegamos a la isla paradisiaca del Pacífico, donde fue visto por última vez nuestro marido y donde descubriremos que tenemos una fuerte relación con la isla y la antigua civilización que allí vivía. Y aquí es donde se desarrolla el grueso de la historia, con diferentes puzzles que nos permitirán descubrir los secretos de la isla y de lo que le pasó a Harris y su tripulación.
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Apartado técnico
Lo primero que tenemos que mencionar es, sin duda, que Call of The Sea es un juego impresionante. En su apartado gráfico nos encontramos con un título impactante, con un diseño artístico impresionante. Con una paleta de colores de tonos cálidos, encontramos una representación de los años 30 en la isla del Pacífico perfecta. Además, los escenarios son amplios y están llenos de detalles, cuidando hasta el mínimo elemento.
Todo ello luce más gracias al gran trabajo que el estudio ha realizado con la iluminación y las sombras. Este es impecable, con un tratamiento espectacular y un resultado excelente. Por ejemplo, en algunos de los escenarios nos encontraremos un sol bajo, el cual nos deslumbra y hace que nuestra visión sea peor cuando lo tenemos de cara. Con todo ello, Call of The Sea tiene un acabado sobrecogedor, un diseño artístico que enamora y que permite capturas impresionantes.
Eso sí, no es menos cierto que no nos encontramos ningún otro personaje en pantalla, ni humano ni animal, en casi toda la aventura. Con ello, la carga gráfica y el diseño se puede centrar en su totalidad en el escenario y en el diseño de cada nivel, además de ser un juego en primer persona. Es cierto que esto no es un handicap per se, pero si que, quitando esa carga, permite centrar todos los recursos del estudio (donde doce personas han participado en su desarrollo) completamente en recrear y diseñar un ambiente tan sobresaliente y sobrecogedor como el que nos encontramos en Call of The Sea.
Por lo demás, decir que lo hemos podido disfrutar en Xbox Series X, consola de la que Call of The Sea saca todo el provecho, como tiempos de carga reducidos, Smart Delivery, Quick Resume y 4K 60 fps. Además, el título llega perfectamente optimizado, no encontrándonos ningún problema, ni bug, en nuestras horas de juego. Casi impecable.
Jugabilidad
Lo primero que hay que tener claro con Call of The Sea es que es un juego de aventuras y puzzles, donde prima este último elemento. Es decir, estamos ante un juego de rompecabezas puro y duro, donde deberemos explorar cada rincón del escenario para poder avanzar. Por que sí, no nos valdrá solo con tirar de intuición, si no que todo el juego, cada escenario, está pensado para ayudarnos a avanzar.
De este modo, desde las notas en el diario a los diferentes objetos que nos podemos encontrar nos ayudarán de un modo u otro a encontrar la resolución de los puzzles. Es más, habrá puzzles que en cada capítulo podamos acceder desde el principio, pero no sepamos como resolverlos. Y no encontraremos la manera hasta pasado un tiempo, tras avanzar en la trama y resolver otros puzzles previos.
Otro punto importante es que, lejos de ser rompecabezas sencillos, Call of The Sea nos propone auténticos desafíos. Muchas veces tardaremos un buen rato en dar con la combinación o tendremos que dar varias vueltas por el escenario para encontrar ese elemento que nos falta. O para conseguir una nueva perspectiva con la que hagamos “click” y encontremos o revelemos como solucionar el puzzle en cuestión.
Más allá de estos puzzles, que aunque desafíantes no reinventan el género, Call of The Sea es un título que nos invita a descubrir su historia investigando cada rincón de la isla. Cada objeto, cada entrada en el diario nos irá aportando la carga narrativa, los detalles y pormenores de lo que le pasó a Harris y su tripulación. Con todo ello, pronto nos encontraremos mirando en cada recoveco de cada escenarios, cada objeto, cada rincón, con el fin de conseguir nueva información. Por que, sin duda, uno de sus puntos fuertes es la gran historia detrás de los puzzles. Una con toques de Lovecraft y misterios por resolver, de esas que nos invitan a seguir descubriendo el siguiente capítulo sin querer parar de jugar.
Duración
Call of The Sea es un juego que se disfruta de principio a fin. La implementación entre la narrativa y los puzzles en una simbiosis perfecta hace que no queramos dejar el mando, que queramos seguir descubriendo los misterios de la isla, la enfermedad de Norah o que le pasó a su marido Harry y su tripulación. Este viaje, esta aventura, nos llevará completarlo alrededor de las 10 horas.
En este caso, y aunque siempre lo decimos, dependerá mucho de nuestra habilidad para resolver los puzzles. Ya lo hemos mencionado previamente, pero los puzzles que nos encontramos en el título no son nada sencillos y algunos pueden llevarnos mucho tiempo resolverlos.
Además, siempre tendremos la ocasión de volver a repetir un capítulo para conseguir todas las entradas del diario u obtener los objetos que se nos hayan quedado atrás, aumentando ligeramente su duración. Con ello, y con la opción de conseguir los 1000G, Call of The Sea ofrece una buena dosis de tiempo desafiante.
Conclusión
Call of The Sea es un título que entra por los ojos. Tiene un diseño artístico y un apartado gráfico que deja sin palabras. La iluminación, el nivel de detalle, las sombras… todo tiene un acabado sencillamente impresionante y que denotan un increíble trabajo.
Además, recurre a la fórmula clásica de los rompecabezas, género que hoy en día no está demasiado presente. Y lo hace con una serie de puzzles que, aunque no innovan en gran medida, si que representan un auténtico desafío. Más de uno nos costará mucho tiempo encontrar la solución, saber como enfrentarnos a él y cómo podemos resolverlo.
En definitiva, Call of The Sea es un título que disfrutará todo aquel que se acerque a él, descubriendo una buena historia, con toques de Lovecraft y demostrando que no todo tiene que ser horror y miedo, si no que hay espacio para islas paradisiacas y misterios irracionales.