Volvemos a Paradise City 10 años después y analizamos Burnout Paradise Remastered para Xbox One, en su versión mejorada para Xbox One X y en 4K.
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Corría el año 2008 cuando la última entrega de la saga Burnout irrumpía la escena con una arriesgada propuesta basada en forma de mundo abierto. Burnout Paradise llegó nuevamente de manos de Criterion Games (hoy propiedad de EA) y nos trasladaba a la fictícia Paradise City con el objetivo de completar multitud de pruebas con muy diversos tipos de vehículos. Al son del inolvidable tema de Guns N’ Roses, obtuvo un gran éxito de ventas gracias a su excelente jugabilidad arcade y a la diversión que lograba proporcionar.
Tras aparecer como retrocompatible de Xbox 360 en Xbox One, ahora tenemos una nueva oportunidad de recorrer las calles de la ciudad en todo su esplendor con este Burnout Paradise Remastered, que si habéis podido probar gracias a la prueba anticipada de EA Access ya tendréis una impresión de lo que representa, pero para los que no, vamos a desgranarlo, y a ver si realmente vale la pena hacerse con él.
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Apartado Técnico
Los que conocéis y confiáis en esta casa, sabéis que siempre tratamos de hacer los análisis de la forma más honesta posible y que acostumbramos a mencionar la versión de juego analizada para no dar lugar a equívocos, así que en esta ocasión no es una excepción. En Xbox One X, que es la consola con la que hemos jugado a Burnout Paradise Remastered, se agradecen las mejoras donde destacan la iluminación, el suavizado de texturas y sombras, los efectos de partículas y el aumento en la resolución hasta los 4K. Pero si jugáis en una consola inferior, muy probablemente y aunque el juego ha sido remozado, no vais a ver una gran diferencia gráfica respecto al original. En conjunto la remasterización visual del juego es muy buena, aunque no logra alcanzar la excelencia gráfica.
Otro aspecto de agradecer es el esfuerzo de mantener a la gran mayoría de las licencias de su impresionante banda sonora, y es que Burnout Paradise Remastered cuenta con hasta 40 artistas de renombre en su tracklist. Abanderada por Guns N’ Roses y su pegadiza «Paradise City», otros como Alice in Chains, Soundgarden, Faith No More, Avril Lavigne o Airbourne, hicieron su aparición acompañando a la frenética acción del juego en todo momento, y lo vuelven a hacer ahora. También se ha conservado el doblaje al castellano de un DJ (pelín plasta) que nos explica en qué consisten las pruebas y aporta consejos durante el juego.
En cuanto al rendimiento, la tasa de frames por segundo iguala a los 60 originales en toda la familia de consolas Xbox One, algo innegociable para poder disfrutar de la velocidad vertiginosa que ofrece un juego de conducción como este.
Jugabilidad
En cuanto lleguemos a Paradise City encontraremos de inicio un buen número de vehículos, mientras que otros se irán desbloqueando o los iremos capturando a medida que avancemos la partida. No hay un modo carrera al uso, sino que el objetivo será el de ir superando diferentes pruebas con las que ir consiguiendo los carnets que nos acreditan como el gran conductor de Burnout que somos.
En este abanico de pruebas deberemos competir en las carreras de velocidad de Carrera Clásica, hacer series de takedowns en Furia al Volante (un «takedown» es impactar contra otro coche para lograr que se estrelle y sacarlo de la carrera), superar objetivos de puntuación haciendo trucos en Stunt Run, marcar récords de velocidad por las calles en Ruta al Rojo Vivo, completar una carrera evitando que la IA nos destroce el coche con sus embestidas en Caza y Captura, o provocar accidentes en cadena dando saltos con nuestro coche para que éste vaya consiguiendo el mayor número de puntos posibles en Showtime.
Para poder superar todo tipo de pruebas, necesitaremos ir cambiando de vehículo en un garaje que iremos ampliando. Tenemos para todos los gustos: coches normales, legendarios, turbo especiales, de Policía y hasta vehículos Toy (no dejéis de probar la pocket bike). Los más robustos embisten mejor en Furia al Volante, resisten más en las carreras de Caza y Captura y también logran más impactos en Showtime. Los más ligeros nos serán más útiles para todo aquello que implique beneficiarnos de su velocidad. También hacen presencia las motos que tienen sus propias pruebas, mucho menos salvajes, aunque cabe destacar que su conducción arcade es excelente, solo comparable a la conseguida en Project Gotham Racing 4.
Además de las pruebas no podía faltar el modo multijugador, dividido en una serie de desafíos que variarán en función del número de jugadores disponibles. Y por si todo esto fuera poco, siguen estando los coleccionables en forma de colisiones contra vallas de obra, los saltos que hay escondidos por toda la ciudad, y los carteles que podemos atravesar. Si habéis jugado a algún Forza Horizon, este tipo de actividades os deberían ser muy familiares, y ya sabréis de donde viene la idea.
Así de aparatoso y bruto es Burnout Paradise Remastered, un juego totalmente arcade y destrozón que puede no gustar al todo el mundo, pero cuya propuesta en lo jugable resulta asequible para todo tipo de jugadores, incluso para los que nunca hayan jugado a un arcade de conducción. La calidad en su control está fuera de toda duda, y solo queda ensombrecida por un mapa estático que en ocasiones dificulta el seguimiento de una carrera, y que no permite marcar rutas entre puntos. Un mal que hereda del original, y que nos hubiera gustado que hubieran adaptado a los tiempos modernos.
Duración
Burnout Paradise Remastered incluye todos los contenidos del original, además de los que se lanzaron en formato descargable, como la Isla Big Surf, a la derecha del mapa de Paradise City, la cual añade 75 nuevas colisiones, 45 carteles, 15 pruebas adicionales, 15 saltos y 9 coches añadidos al garaje.
Como os decía antes, en Generación Xbox tratamos de ser siempre honestos, y más a la hora de analizar un videojuego. Así que habiendo ya invertido muchísimas horas en el original de Xbox 360, me han bastado 5 horas para realizar este análisis, apreciando las bondades y carencias de esta remasterización, pero sé que puede albergar muchísimas más. A los que lo habéis podido probar con EA Access, las 10 horas de prueba anticipada os sabrán a poco, ya os aviso, porque conseguir el carnet de mayor prestigio, completar todas las pruebas, más encontrar todos los carteles y colisiones no va a ser una tarea ni fácil ni rápida.
Sin embargo, por redondo y extenso que fuera el original, más la adición de todos sus DLC, hay que pedirle algo más a un remaster, así que en este sentido nos hubiera gustado recibir algún contenido extra que nos motivara a descubrir algo nuevo, y por qué no decirlo, a empezar a soñar con el futuro de la franquicia, si es que lo tiene.
Conclusión
Burnout Paradise Remastered encandilará tanto a los nuevos jugadores que se acerquen por primera vez a él, como a los veteranos que ya lo disfrutaron en su momento y ahora quieran revivirlo con mejoras. Su acertado diseño artístico, unido a las toneladas de diversión que aporta su excelente jugabilidad arcade, vienen a ocupar una vertiente de los juegos de conducción que parece algo dejada de lado entre tanto simulador. No obstante, para ser excelso le falta alma, pues gráficamente no impresiona fuera de Xbox One X, y tampoco trae las suficientes novedades que le tenemos que pedir a un remaster cuyo precio de lanzamiento es de 39,99€ (algo menos con EA Access).
A partir de aquí ya solo podemos fantasear con que la próxima vez que accionemos la llave de contacto en un Burnout, sea por estar ante un juego completamente nuevo, con gráficos de última generación, y su jugabilidad y diversión de siempre.
* Agradecemos a Electronic Arts el material recibido para realizar esta review.