Blazing Chrome nos traslada al futuro del año 21XX y al mismo tiempo a los 90 en la época de Contra y NES. Dulces sensaciones añejas.
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Los más viejunos del lugar recordarán la antigua época con su NES, Master System, Mega Drive, etc… esos años 90 -finales de los 80- que tantas alegrías nos dieron con títulos que jugábamos una y otra vez con nuestros amig@s o herman@s, hasta que Papá y Mamá nos obligaban a apagar la dichosa maquinita. Hoy, casi 30 años después, con la llegada de lo digital, el género indie ha traído ese espíritu a cada uno de nosotros con pequeñas ráfagas de sensaciones de lo que vivimos entonces. Blazing Chrome lleva en su ADN buena parte de esta sana nostalgia.
Porque el título que nos ocupa hoy consigue precisamente lo que pretende: que los más nuevos se diviertan sin más y que los más antiguos lo vuelvan a hacer, pero como antes. Blazing Chrome es a grandes rasgos, un clon del primer Contra, el que se lanzó en el año 1987 para NES. Un mata-mata plataformero que parece un shoot’em’up. Pero claro, juega con la ventaja de haberse lanzado en 2019. JoyMasher, el estudio que se ha encargado del título es un especialista en la materia, de hecho, su otro proyecto, Moonrider, es muy similar a este.
La modernización del espíritu de los antiguos títulos alcanza su máxima expresión en juegos como Blazing Chrome, que se proclama como algo más que un homenaje a Contra, si no también a toda la corriente de la «acción» que se llevaba en la época. En el juego, podremos manejar a Mavra, una soldado y Doyle, una máquina reprogramada en un mundo postapocalíptico donde todo ha sido devastado por los robots y solo quedan algunos reductos humanos vivos. La misión de nuestros héroes será a la desesperada, por lo que no pueden fallar. Son la última esperanza de la humanidad. (lol)
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Apartado técnico
Lo podéis ver en el trailer que hemos compartido arriba e incluso en las múltiples capturas que os compartimos. Blazing Chrome no FALLA EN NINGÚN DETALLE. Todo está cuidado con mimo hasta el último pixel que están representados con un excelente tratamiento 8 bits, pero que cuenta con unas animaciones más dopadas y trabajadas. El resultado es que el título es una maravilla retro-nostálgica que entra por los ojos nada más llegar a la pantalla de inicio.
Los efectos, la ralentizaciones simuladas al terminar con un boss porque antiguamente pasaba eso cuando empezaban a salir los efectos de explosiones y humo, el scroll en los distintos paisajes bidimensionales, la paleta de colores usada… desde luego, no hay duda que se les ha quedado una mezcla incréible entre Contra y Super Probotector. Hasta los niveles con la moto o alguno en una perspectiva distinta que no queremos revelar, están bien terminados.
El remate de la factura técnica es por supuesto de la banda sonora usada. Los efectos son los típicos también de la época, pero la música es directamente sublime. Es la que hace que no te canses de jugar una y otra vez mientras te vas cabreando con la dificultad de algunos niveles. Y teniendo en cuenta que el juego no tiene voces más allá del típico «Lock’n’Load» de la protagonista, se agradece que los textos estén en Español.
Jugabilidad
No nos debe despistar ese cartelón grande al principio de cada misión que nos recuerda sumamente a Metal Slug. Blazing Chrome no se parece en nada al juego de SNK, aunque si que coje prestadas algunas mecánicas que a su vez seguramente este también cogería de los Contra. La acción que ofrece el título se presenta de manera ágil y rápida ante nosotros, sin cargas entre pantallas y con trancisiones que no rompen nunca con la estética retro propuesta.
Como buen run’n’gun que es todo se visualiza de manera fácil en pantalla, con colores bien definidos, pero en la que quizá se podía haber aprovechado un poco más la misma y ampliar el campo de visión, que en algunos momentos pisa es fina linea entre dificultad o mal diseño. Poco nos podemos quejar, porque el juego funciona a las mil maravillas. Ya sea sólo o con un segundo jugador, Blazing Chrome gestiona de manera excelente todo lo que aparece en pantalla, jugando sus bazas para que la dificultad se integre con la estética.
No sólo es tirar adelante y disparar. Bueno en realidad sí, pero lo podremos hacer de diferentes maneras. Tendremos para elegir entre 4 tipos de armas, que sólo podremos conseguir con potenciadores que encontramos conforme avancemos, los cuales activarán automáticamente el arma al recogerlos, algo que nos ha supuesto más de una muerte estúpida al tener pulsado el botón de disparo en automático y cortarse de repente la ráfaga, un fastidio.
Pero lo que realmente nos hace disfrutar de Blazing Chrome es esa intensa dificultad con la que contaban de forma natural los títulos de antaño. No estamos hablando de cosas como Celeste, que nos obligan a repetir una y otra vez hasta encontrar la fórmula, pero si que nos acabará haciendo mella y que nos tengamos que buscar nuestras estrategias para avanzar contando con el siempre socorrido método del «intento y error».
Los jefes de final de fase que se irán intercalando entre misiones e incluso los mini-bosses que nos encontraremos (los cuales algunos se acaban repitiendo), ofrecen bastante reto y la verdad es que protagonizan con su estética las partes más interesantes del juego, que te empujan con sus mecánicas a resolver el combate lo antes posible. Además, como parte interesante y un añadido importante, en determinadas fases contaremos con la presencia de mechas, una especie de super con el que podremos atravesar zonas difíciles con la protección y las ventajas de ir bien armado. Vale, es otro elemento prestado de Metal Slug, pero siguen sin parecerse.
Duración
Llegamos al punto sensible de Blazing Chrome, porque su gusto y respeto por lo retro parece extenderse también a la duración. Para que os hagáis una idea, si nos pasáramos todas las fases sin que nos mataran una sola vez, el juego dificilmente llegaría a la hora de duración. Evidentemente no ocurrirá así, ya que la dificultad de cada fase hace que tengas que tirar de muchos intentos para aprenderte los patrones que se irán sucediendo, porque nuestro personaje no tiene barra de vida. Si te dan, estas muerto. Y pierdes una vida.
Por suerte, podremos continuar por zonas, por lo que si pasamos de alguna aunque sea con pocas vidas, podremos seguir ahí mientras no perdamos de vida que también habrá la típica cuenta atrás de «Continue?». Al final, seguramente podremos completarlo en 3 o 4 horas sin problemas -si no se nos atraganta alguna fase- y podremos desbloquear el modo experto, dos nuevos personajes para elegir y el Boss Rush, una manera de pasarse el juego a lo Cuphead, solo luchando contra los jefes.
Conclusión
Aunque ha sido una experiencia bastante corta, merece la pena embarcarse en Blazing Chrome, tanto si compramos el juego como si lo jugamos en Xbox Game Pass, donde estará disponible a partir del 11 de julio, su día de lanzamiento. Será una pasada para los más veteranos, que rápidamente recordarán sus días de juventud delante de una pantalla con sus NES o en las recreativas de su barrio, pero también es recomendable para los nuevos, ya que la estética conseguida por JoyMasher se extiende a todo el título, respirándose por todos sus poros ese aire retro de los 80 que mezcla todos los arquetipos del género.
Exceptuando que su duración lo podría convertir fácilmente en un juego de usar y tirar, los más puristas seguro que intentarán terminarlo en más de una ocasión para ver si mejoran su puntuación, y porque no, sacarse los logros, que no son extremadamente complicados. Teniendo en cuenta sus pretensiones técnicas, Blazing Chrome lo borda. Y aunque parezca fácil, creednos, no lo es.
*Gracias a JoyMasher por habernos proporcionado el material para la review.