Análisis de Anno 117: Pax Romana – El Imperio vuelve a florecer

Anno 117: Pax Romana redefine la saga con una ambientación histórica deslumbrante y decisiones que importan.

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Han pasado más de cinco años desde el último Anno, y el salto temporal que nos lleva al Imperio Romano es una de las decisiones más acertadas que Ubisoft podía tomar. Anno 117: Pax Romana llega dispuesto a renovar una de las sagas más queridas de la estrategia, manteniendo la profundidad de siempre, pero con un tono más humano, político y personal.

Desde los primeros minutos, el juego te sumerge en una Roma que vive su plenitud… y su contradicción. La llamada “Pax Romana” se siente como una fachada: el imperio está en calma, sí, pero la tensión entre provincias, culturas y ambiciones sigue muy viva. Anno 117 no se limita a construir ciudades, sino que te pone en la piel de un gobernador romano que debe equilibrar economía, poder y moral en una época de esplendor y decadencia a la vez.

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Apartado técnico

Visualmente, Anno 117: Pax Romana es uno de los títulos más bellos del género. Ubisoft Mainz ha llevado su motor gráfico a un nuevo nivel, ofreciendo ciudades que respiran vida, luz y detalle. Las animaciones de los ciudadanos, el reflejo del sol sobre el agua, los mercados en ebullición o los campos de lavanda del Latium componen un mundo lleno de matices que se disfruta tanto desde la vista panorámica como al máximo detalle.

El rendimiento es estable, con 60 fotogramas por segundo constantes y tiempos de carga mínimos, incluso en las fases más avanzadas, donde las ciudades alcanzan dimensiones colosales. La distancia de dibujado y la claridad visual ayudan a mantener una gestión cómoda incluso en los escenarios más poblados. También lo es su control con mando, es cierto que es un juego donde el manejo con teclado y ratón es muy ágil, pero lo cierto, es que han conseguido darnos un control con pad muy intuitivo y directo. 

El diseño sonoro también merece mención especial. Los coros latinos, las melodías con instrumentos de época y los efectos ambientales (desde el bullicio de los mercados hasta el sonido de las olas en la costa) crean una atmósfera única. Es un juego que se disfruta tanto con los ojos como con los oídos, y que transmite perfectamente el espíritu de Roma.

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Jugabilidad

El corazón del juego sigue siendo el de siempre: construir, comerciar y expandir tu poder, pero Anno 117 introduce nuevos elementos que transforman por completo la experiencia. Lo primero que harás será elegir tu provincia inicial, entre las regiones de Latium y Albion, dos territorios que representan las dos caras del Imperio: la refinada cuna de Roma y las tierras salvajes de los celtas.

En Latium todo rezuma orden y prosperidad. Sus costas, sus villas y su entorno mediterráneo facilitan el desarrollo económico y cultural, pero también implican lidiar con las presiones del Senado y las exigencias del emperador. En cambio, Albion ofrece una experiencia más dura y salvaje: un entorno hostil, con población celta, recursos limitados y un desafío mucho más enfocado en la supervivencia y la integración cultural.

El juego te permite escoger un gobernador, y con él, un argumento diferente. Si eliges a Marcus, te enfrentarás a las dudas de un hombre que debe demostrar su valía en un puesto para el que no se siente preparado. Si optas por Marcia, entrarás en una historia llena de intriga política y decisiones morales, con el trasfondo de su misterioso matrimonio y la lucha por mantener el equilibrio entre deber y poder.

Cada elección afecta al desarrollo de tu provincia, tanto a nivel argumental como económico. Los habitantes reaccionan de forma distinta según tus decisiones: ¿respetarás las costumbres celtas o impondrás las tradiciones romanas? ¿Permitirás la diversidad religiosa o centralizarás el culto a una sola deidad? Cada isla puede adorar a un dios distinto, y esas creencias influyen directamente en la productividad y el estado de ánimo de tu pueblo.

Además, Anno 117 introduce el concepto de conocimiento, una mecánica que añade una capa de profundidad muy interesante. La construcción de edificios como el Grammaticus, el Teatro o el Consejo de Aldermen genera puntos de conocimiento que sirven para desbloquear avances en el árbol de descubrimientos, ampliando tus opciones diplomáticas, tecnológicas y militares.

Las nuevas facciones también aportan variedad. Los Mercators, de raíces romanas, son comerciantes ambiciosos que prosperan en las rutas de intercambio, mientras que los Smiths, celtas orgullosos, destacan por su artesanía y resistencia. Sus demandas de recursos reflejan sus diferencias culturales: unos buscan pan y salchichas, los otros cerveza y queso. Pequeños detalles como este dan vida al mundo y refuerzan la sensación de gobernar una sociedad compleja.

La diplomacia y la política son otro de los pilares de esta entrega. Puedes forjar alianzas, negociar tratados o incluso desafiar al emperador, pero cada movimiento tiene consecuencias. Las intrigas internas, los cambios de poder y las rivalidades entre provincias están siempre presentes, lo que convierte cada decisión en un acto de equilibrio constante.

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Duración

El modo historia de Anno 117: Pax Romana ofrece entre 7 y 15 horas de juego, dependiendo de tu estilo y del gobernador que elijas. Pero esa cifra solo cuenta la superficie: el verdadero valor está en su modo sandbox, que no tiene límites. Aquí puedes crear tu propia Roma, expandirte sin guion y moldear el imperio a tu manera.

El sistema de provincias, las condiciones variables del mapa y las decisiones morales aseguran que ninguna partida sea igual a otra. Puedes especializarte en el comercio, la diplomacia o la fuerza militar, y cada enfoque ofrece recompensas diferentes. Además, el juego invita a experimentar con la economía y la planificación urbana, con un equilibrio excelente entre accesibilidad y profundidad para todo tipo de jugadores, así que te recomiendo que no te asustes. 

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Conclusión

La nueva entrega es una evolución natural y brillante de la saga, un título que entiende su legado, pero que no tiene miedo de renovarse. Ubisoft Mainz ha sabido combinar lo mejor de la gestión clásica con una ambientación histórica rica y detallada, creando una experiencia que se siente más viva y personal que nunca.

La ambientación romana no es solo estética; define cada mecánica, cada decisión y cada conflicto. Desde los mercados del Latium hasta los pantanos de Albion, el juego transmite la dualidad del Imperio: civilización y barbarie, orden y caos, progreso y represión. Es un juego que te hace sentir el peso de gobernar, pero también el placer de ver florecer una ciudad desde cero.

Con Anno 117: Pax Romana, Ubisoft demuestra que su franquicia de gestión sigue en plena forma, más madura y elegante que nunca. Ya sea por sus decisiones políticas, su profundidad económica o su capacidad para contar historias a través del diseño urbano, este juego se consolida como una de las mejores experiencias de estrategia en Xbox y PC.

Roma vuelve a levantarse. Y esta vez, el destino del imperio está en tus manos.

Agradecemos a Ubisoft el material ofrecido para poder realizar este análisis.