Llega la remasterización de uno de los clásicos de los RTS, Age of Empires III: Definitive Edition ya está aquí.
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La saga Age Of Empires habla por sí sola. Ha construido un legado en el mundo del videojuego que él mismo se ha colgado el galardón de uno de los mejores RTS (Juegos de estrategia a tiempo real) de la industria. Esta historia de éxito comenzó en 1997, con la llegada del primer título de la franquicia para Windows, donde fue un furor para la crítica y para los usuarios. La saga se asentó en Age Of Empires II, aunque continuista, muchos lo consideran el mejor juego de la franquicia AoE. Pero no es hasta 2005 cuando llegó a nuestros ordenadores Age of Empires III, revolucionando el gameplay al que nos tenían acostumbrados, añadiendo esa dosis extra de estrategia previa a la partida que tanto gustó. Entre ese cambio y unas novedades bastante interesantes en cuanto al modo de contar historias, Age of Empires III fue un plato de buen gusto para los jugadores, tanto experimentados (que pudieron disfrutar de horas y horas de juego mediante el añadido del multijugador) como amateurs.
Ahora, en 2020, en pleno cambio generacional y con la moda de los remaster en casi todas las artes, llega Age of Empires III: Definitive Edition para demostrarnos qué es un remaster bien ejecutado. ¿Listos para embarcarnos en las aventuras hacia el Nuevo Mundo? ¡Allá vamos!
Apartado Técnico
Sin duda, el grosso de la review debe de estar en este apartado técnico. Age of Empires III: Definitive Edition nos trae mejoras gráficas de todo tipo, y las comparativas con el juego original nos dejan con la boca abierta.
Lo más reseñable es que antes de comenzar, el juego te presta a elegir con qué HUD querrás jugar. Tenemos tres opciones: el HUD clásico distribuido de la misma manera que el original (y con sus limitaciones, claro está), un HUD del clásico pero arreglado gráficamente, y uno con mejoras de accesibilidad, que nos otorgan una información mejor ordenada y más precisa, además, con mejoras gráficas en él. En esta ocasión, he jugado con la versión hecha para el Definitive Edition, y por lo tanto la que tiene estas mejoras de accesibilidad y visuales. ¿La valoración? Muy positiva: los números de las unidades (tanto militares como civiles) salen mucho más claras y la barra de recursos está perfectamente adaptada (se ha agradecido que se añada más versatilidad a la hora de saber cuándo tenemos un aldeano inactivo, por ejemplo, entre otras adiciones).
Obviamente, no podíamos no dedicarle un espacio a las mejoras gráficas, que son más que notables. Tanto las cinemáticas, como arte, como CGI y texturas de edificaciones y unidades, han tenido una mejora casi inigualable. El equipo ha hecho un trabajo inmenso en mejorar cada ápice de las caras de los protagonistas de las batallas históricas, de las escaramuzas e historias de la campaña principal. Personajes que recordábamos vivir entre objetos romboides (donde de vez en cuando vislumbrábamos alguna ceja) ahora tienen vida propia. Además, han mejorado las texturas de los mapas, sacando a relucir diferencias notables como los minerales (aunque la extracción sea de oro, hay texturas que simulan la plata en algunos mapas donde geológicamente obliga a que la haya, entre otras). Para más ende, las zonas de las metrópolis también se han visto involucradas en este boost gráfico, y lucen espectaculares.
El título corre a unos fluidos 60FPS y su resolución puede alcanzar hasta el 4K. El equipo con el que se ha realizado la review es de un Ryzen 5 con una GTX1060i y 16GB RAM, con disco SSD. Las especificaciones con las que se ha jugado son siempre altas (las recomendadas por el propio sistema del juego). Durante la experiencia, hemos notado ligeros tirones en mapas concretos y habitualmente en zonas de exploración de áreas o donde muchas unidades militares chocan. En una de las ocasiones, nos ha hecho freeze y hemos tenido que reiniciar el juego, no sabemos sí son situaciones que pueden estar puliéndose antes del lanzamiento oficial del juego, pero es lo que a día de hoy nos ha ocurrido.
En cuanto a la música, nada mejor para acompañar al gameplay. La banda sonora nos traerá una dosis de nostalgia perfecta para poner la guinda en nuestras escaramuzas. Además el juego también ha experimentado que los diálogos han recibido una mejora de sonido, que no desentona en ninguna de las maneras con el nuevo aspecto del juego, incluyendo un doblaje totalmente nuevo.
Jugabilidad
Age of Empires III: Definitive Edition se inicia con un mensaje contundente. Y es que tras 15 años desde su lanzamiento, el equipo a cargo de esta remasterización ha creído necesario que se debe valorar la historia desde multitud de bandos, añadiendo así sensibilidad histórica en ciertos momentos de la campaña principal.
Tras esa pantalla inicial, en esta edición definitiva encontraremos los contenidos correspondientes a las dos expansiones que en su momento fueron lanzadas para el juego original: Jefes de Guerra y Dinastías Asiáticas. Además, añade dos civilizaciones con la que no contamos en su momento y que llegan a este juego para endulzar aún más su gameplay: incas y suecos.
A modo de resumen para las personas que no hayan disfrutado de algún Age of Empires, esta saga consiste en un juego de estrategia a tiempo real con recolección de recursos, donde el objetivo principal es establecer una civilización y llevarla a su esplendor, pasando por varias edades (y batallas con enemigos, obviamente). Para poder avanzar, hay que ser competitivos, y tendremos que recoger mucho alimento, madera y oro para mejorar nuestras unidades y seguir subiendo escalones.
Con el fin de la mejora del gameplay, la compañía ha decidido incrustrar varias mecánicas accesibles, como por ejemplo, cuando seleccionamos varias unidades, la IA te selecciona siempre las que son del mismo tipo, ejemplo: si tenemos a nuestro ejército mezclado con bueyes de agua, al hacer la selección, sólo nos cogerá las unidades militares por un lado y las civiles por otro.
Entre los varios modos de juego que trae Age Of Empire III: Definitive Edition, destacan sus campañas principales de historia, perfectas para comenzar a familiarizarnos con la jugabilidad. Además, existen las Batallas Históricas, una serie de diferentes misiones en torno a sucesos históricos verídicos, como la batalla de Argel, la primera que encontraremos disponible. Este modo de Batallas Históricas es un poco más exigente que las campañas al uso, ya que normalmente comienzas con unas estadísticas predeterminadas que no harán fácil tu avance en el mapa; nadie dijo que el camino sería fácil.
Por otro lado, nos encontramos con el modo Arte de la Guerra, un modo que destaca sobre todo como forma de perfeccionar y pulir algunos de los puntos clave de cada escaramuza. Allí podremos conocer cómo encontrar tesoros, cómo ser eficientes con nuestra artillería, cómo organizar un ataque o una defensa, etc. Es un modo al estilo tutorial que también puede ser muy interesante para los experimentados, ya que la forma en la que está planteado, deja mucho margen para el aprendizaje. Un punto muy a favor, sin duda.
Si por algo destacó en el modo estratégico Age of Empires III: Definitive Edition en su lanzamiento, fue por la gestión de la Metrópoli -una especie de preparación táctica previa al inicio de mapa-. Obviamente, esta mecánica ha quedado intacta y toma relevancia en gran parte de las misiones avanzadas de la campaña. Como siempre, desde aquí te aconsejamos que la exprimas al máximo: una buena metrópoli construida con cartas eficientes, pueden hacer tu mapa mucho más llevadero.
Duración
Entre las 16 facciones con las que contaremos, la gran cantidad de mapas, las tres diferentes campañas, las batallas históricas y las infinitas posibilidades en las escaramuzas, Age of Empires III: Definitive Edition se convierte casi en un juego infinito. A medida que aumentas la dificultad, también aumenta el tiempo de cada mapa, y en ocasiones, tardaremos más de una sentada en terminar nuestra escaramuza.
Pero, ¿qué hay del Online? El multijugador está activo dentro de AoE III: Definitive Edition, y tiene tres diferentes posibilidades de jugarlo: 1) Construyendo tu propia partida online (con o sin tu clan), 2) Explorando partidas que ahora mismo están por ser completadas, o 3) Jugar de forma competitiva.
Estas tres vertientes alargarán mucho la vida del juego, y además, nos dará la posibilidad de enseñar al mundo los imperios que somos capaces de generar. Obviamente, podremos elegir sí jugar en modo Supremacía (gana quien económica, política y militarmente sea más poderoso) o combate a muerte.
Conclusión
Age of Empires III: Definitive Edition llega en el momento perfecto. Una buena remasterización que abre apetito a lo que podría ser un título futuro de la saga en esta nueva etapa en la industria del videojuego.
Sí bien, hemos podido observar algún problema de optimización, la calidad gráfica que Age of Empires III ha recibido, es para tener en cuenta en futuros desarrollos. Su gameplay, junto con las adecuaciones de accesibilidad a estos tiempos, lo hacen un must en nuestra biblioteca de juegos.
Age of Empires III: Definitive Edition se encontrará en Xbox Game Pass para PC a partir del 15 de octubre y disponible para su compra el mismo día a un precio de 19,99 euros.