Análisis de Agatha Christie – Hercule Poirot: The London Case

Misterio, crueldad y sordidez humana. Agatha Christie - Hercule Poirot: The London Case se ampara en esta máxima para ofrecernos una aventura cargada de giros.

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Sólo la Biblia y Shakespeare han logrado superar en éxito de ventas a Agatha Christie. Ni J.K. Rowling, Stephen King, Dan Brown o Tolkien pueden hacerle sombra a la reina del crimen, la novelista más vendida de todos los tiempos en todo el mundo. Y lo que todavía menos sabrán es que detrás de la escritora hay una mujer adelantada a su tiempo con una biografía tan atractiva como la trama de cualquier de sus superventas.

La estructura de la trama de sus narraciones, basada en la tradición del enigma por descubrir, es siempre similar, y su desarrollo está en función de la observación psicológica. Algunas de sus novelas fueron adaptadas al teatro por la propia autora, y diversas de ellas han sido llevadas al cine. Entre sus títulos más populares se encuentran Asesinato en el Orient-Express (1934), Muerte en el Nilo (1937) y No quedó ninguno (1939).

Por otra parte, llevar al videojuego a Agatha Christie de un modo realmente llamativo es tan complejo como irresistible. Como ocurre con las novelas sobre Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle, sus relatos se sustentan en dos pilares indispensables: el interés puro por desvelar el misterio de la trama de un modo entretenido y que esto se consiga gracias al carisma de sus personajes. Cuando se intenta trasladar esto al lenguaje del videojuego puede hacerse simplificando al máximo la tarea, centrándose en esta base y dando como resultado una propuesta fiel que, si cumple como debe en todos sus aspectos, será efectiva y divertida.

Y eso es lo que ocurre con Agatha Christie – Hercule Poirot: The London Case, un juego de aventuras de detectives, en el que encarnamos al famoso detective Hércules Poirot, que une sus fuerzas con el Lloyd’s of London para garantizar el transporte, la protección y la venta de un valioso cuadro de María Magdalena. La pintura será la pieza central de una nueva exposición en un museo de Londres que contará con otras obras de arte eclesiástico cedidas por Bruselas.

Apartado técnico

Si Agatha Christie – Hercule Poirot: The First Cases no desentonó en absoluto en su momento, Agatha Christie – Hercule Poirot: The London Case vuelve a hacer lo propio en su apartado gráfico más por la dirección artística que por los aspectos técnicos, que no se aleja mucho de lo visto en la propuesta anteriormente nombrada. De hecho, sólo podríamos poner de pega algún pequeño tirón en el rendimiento en determinados entornos, el pop-up visible en algunos objetos y que en alguna ocasión veremos texturas que desentonan con la calidad del resto.

Por lo demás es un juego con unas vistas maravillosas y una buena iluminación, el aspecto de los personajes es más que correcto para una producción intermedia como esta y aunque hay animaciones mejorables –por ejemplo, en las expresiones faciales- tampoco desentonan mucho. La verdad es que nos ha sorprendido gratamente.

Jugabilidad

El personaje de Hércules Poirot es innegablemente único: un hombre pedante, vanidoso, egocéntrico y atildado hasta lo insufrible, que se considera a sí mismo como «el más grande detective del mundo». Su rasgo más distintivo es el engominado bigotito que cuida y recorta con un cuidado casi obsesivo.

Para resolver los casos en los que se ve envuelto, Poirot utiliza la psicología y estudia la naturaleza humana. También presta una inusual atención a detalles que en principio parecen no tener importancia, pero que al final se acaban revelando decisivos. Todo ello a pesar de las burlas de quienes le rodean, que siempre se ven obligado a reconocer que Poirot, cómo no, tenía razón.
En Agatha Christie – Hercule Poirot: The London Case, esta máxima se cumple, proponiéndonos un escenario en el que tenemos todo el pilar de investigación que como no podía ser de otra manera es lo más importante del juego, la evolución de las aventuras de puzles a una vista en tercera persona isométrica.

La práctica totalidad del tiempo y la jugabilidad lo pasaremos interactuando con objetos, rastros y preguntando a testigos sobre un suceso para corroborar coartadas o sospechas. Este aspecto es el que podíamos esperar de un juego de este tipo: explora la zona, acumula suficientes piezas del puzle para conseguir un concepto, une pistas en una suerte de tablón de ideas y forma unas conclusiones que te llevarán a avanzar en la investigación o dar con la respuesta al caso.

Estas ayudas y otras mecánicas nos serán muy útiles para encontrar al culpable y que además aportan algún giro moral. Si bien, no habría estado de más que el juego permitiese que nos equivoquemos en las conclusiones, inculpando a un sospechoso o “perdonando” al culpable si nos parece que su motivación estaba justificada. Da la sensación de que el título de marras quiere dar libertad, pero no va más allá de las apariencias.

Duración

El uso de la deducción como instrumento de obtención de la verdad científica en la investigación criminal y la determinación del iter criminis (camino del delito), subsana el duro método del látigo y el potro utilizado por los organismos de seguridad en Europa desde el Medioevo hasta mediados del siglo XIX. Así Poirot, perfeccionando las técnicas del esclarecimiento del delito y con las sutilezas de un príncipe no hace más que relacionar hechos, captar contradicciones e inconsistencias entre los distintos dichos y actuaciones de quienes se sitúan en la línea visual de sus sospechas, para sentar, como conclusión inapelable, la identidad del culpable.

Una conclusión que puede extenderse hasta las 6-7 horas mientras tiene lugar una gran dosis de misterio que sólo una mente privilegiada puede desenmarañar.

Conclusión

Admitámoslo: nos encanta vivir grandes historias y sentirnos parte de ellas. Aunque no es lo principal en un videojuego, una buena trama siempre atrapará al jugador durante muchas horas de juego. Y este Agatha Christie – Hercule Poirot: The London Case logra dicho propósito, proponiéndonos una trama apasionante y bien escrita, con multitud de giros muy bien planteados y nada tramposos, un ritmo envidiable, unos diálogos brillantes y unos personajes que desbordan carisma.

Agradecemos a Meridiem Games el material proporcionado para poder realizar este análisis.

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