Análisis de Aeterna Noctis

Aeterna Noctis es una verdadera joya indie de este 2021 y en este análisis te contamos las razones.

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El estudio español Aeternum Game Studios decidió debutar en el mundo profesional de los videojuegos por la puerta grande con su primara producción: Aeterna Noctis, un metroidania pura sangre que nos llevara a explorar los límites de nuestra habilidad con los mandos mientras disfrutamos de la eterna guerra entre la oscuridad y la luz, desde un lugar privilegiado, claro.

La introducción del juego nos cuenta la historia de Caos, creador de Aeterna, un mundo avanzado gobernado por sabios con el que el supremo ser buscaba representar a la sociedad perfecta. La ambición desmedida y la codicia insana, sin embargo, dieron paso a dos facciones que buscaban el control absoluto de Aeterna: la luz y la oscuridad.

Si tienes que jugar a un metroidvania de 2021, que sea este - ¡Comparte!

Como se imaginarán las eternas contiendas entre los dos grupos no dejaron muy contentos a Caos que decidió castigar a los líderes de la luz y la oscuridad de una forma particular: dotándolos con el don de la inmortalidad, condenados a luchar entre si hasta el final del propio tiempo, alternándose triunfos y derrotas constantemente para mantener el equilibrio “que ellos mismos se habían empecinado en destruir”.

Nuestra partida comienza tras una brutal cinemática que nada tiene que envidiarle a la de un título triple A, con un nuevo ciclo en esta guerra en donde tomaremos el control del Rey de la Oscuridad que acaba de perder la batalla más reciente a manos de la Reina de la Luz. Este nuevo viaje del personaje lo lleva, de esta forma, al mundo de los humanos para recuperar los poderes de los que fue despojado.

El camino hacia la batalla final no será nada fácil y estará plagado de escollos, pero el equilibrio de este mundo tan particular tiene que ser restaurado, ¿o no? Acompáñame para explorar las múltiples aristas que tiene este verdadero homenaje al género Metroidvania y espero que se asombren tanto como yo de lo que puede lograr un estudio indie con voluntad, talento y disciplina.

Que comience otro capítulo en la lucha entre la luz y la oscuridad.

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Apartado técnico

Gráficamente, el título maravilla desde la primera cinemática que tendremos posibilidad de ver en donde se narra una batalla estupenda entre la luz y la oscuridad con un perfecto estilo occidental mezclado con toques de anime, una amalgama realmente estupenda y que me sorprendió gratamente desde el inicio.

El resto del juego resalta la creatividad del equipo de diseño con texturas pintadas a mano acompañadas con animaciones absolutamente fluidas en el personaje principal y en los distintos enemigos, con características muy particulares que a las claras beben muchísimo del Hollow Knight, juego del que toma varios elementos sin que eso signifique sacrificar la identidad propia.

La lucha para derrotar a la luz nos llevará por distintos escenarios, a cuál más peligroso, que nos invitan a recorrer pueblos, pasadizos subterráneos, las típicas fábricas e iglesias tan características de los biomas del género y las infaltables partes acuáticas. El estilo gótico acompaña en cada una de las etapas en los diseños de las estructuras como iglesias y torres, pero los colores y las estructuras en cada nivel ostentan un arte realmente digno de ver y ser reconocidos, principalmente en los esquemas de plataformas y sus colores.

Otro trabajo verdaderamente impresionante es el de Juan Ignacio Teruel Torres, el compositor español que incursiona en este mundo de los videojuegos aquí con la friolera de una banda sonora de 43 pistas que sirven para complementar la acción que se vive en pantalla a un ritmo diseñado propiamente a medida con instrumentos de los más variados como guitarras eléctricas estridentes, pianos, bajos intensos y hasta partes de música electrónica que pueden alejarnos un poco de la ambientación del título.

Al ser un estudio español, el juego se encuentra localizado completamente en nuestro idioma, incluso en las narraciones, algo que incluso han llevado a otros idiomas como el portugués, lo que para un estudio debutante es digno de mención. Una opción estupenda que implica que los desarrolladores no tengan que invertir en un doblador por idioma, es el de crear una lengua propia, que en este caso es el «aeterniano», que ya está escrito en piedra en el lore del título y al que le dieron vida muchos de los miembros del equipo de desarrollo, algo que parece por demás sensacional. Si quieren conocer más acerca de este dato, os invito a leer la entrevista que nuestro compañero Pedro realizó a Fernando Sanchez, de Aeternum Game Studios.

Jugabilidad

Aeterna Noctis no se despega de la formula tradicional que tanto funciona en otros juegos del género aunque sí logra encajar una suerte de puzzles con plataformas para nada comunes dentro de este tipo de producciones en 2D y que le da una impronta muy particular al juego. Durante la aventura, veremos como El Rey de la Oscuridad va recuperando gradualmente sus habilidades, que no solo nos permitirán enfrentarnos con enemigos de más nivel, sino que incluso nos habilitarán por sus condiciones a alcanzar zonas que no podíamos explorar inicialmente.

Un metroidvania con niveles nunca antes vistos en el género - ¡Comparte!

Al comienzo, solo contaremos con la opción de saltar, caminar, golpear con la espada básica y utilizar algunas gemas de poder. Por supuesto que a medida que alcancemos otras etapas podremos ampliar nuestro repertorio de movimientos y habilidades, que, créanme, serán de mucha ayuda a medida que se desarrolla la aventura. Entre ellas estarán la posibilidad de realizar un dash, disparar magias o escalar paredes

Las gemas de poder están divididas en tres tipos de clases y pueden utilizarse para mejorar varios aspectos del personaje, eso sí contaremos con un total de 6 ranuras (que van desbloqueándose progresivamente) para distribuir nuestras joyas.

En cuanto a la energía de nuestro personaje, tendremos la posibilidad de recargarla utilizando un comando, lo que causará que se vacíe una poción que se recargará lentamente conforme vayamos eliminando enemigos a nuestro paso. En caso de muerte, podremos volver a alzarnos con nuestras monedas si volvemos a incorporar nuestra alma antes de volver a morir.

La exploración es clave para el avance dentro del título y también para disfrutarlo en su totalidad, ya que iremos topándonos con diversos personajes que nos brindarán datos que aportan mucho a la historia, así como mapas, joyas y otros ítems adicionales. Para que el desplazamiento sea más ameno tendremos distintos puntos de transición a lo largo y ancho del mapa en formato de tronos que hacen las veces de las estaciones en Hollow Knight, volviendo a esa comparativa.

Para guardar la partida solo bastará pasar por una especie de antorcha disponible en varios sectores del mapa. Al morir, nuestro personaje volverá a aparecer en la última antorcha que hayamos iluminado.

Duración

Para conseguir ver el final del juego hará falta recorrer 16 áreas y derrotar a 7 jefazos pero esto no será una tarea sencilla, siguiendo la línea de otros exponentes del género. Si bien la dificultad dista de ser sencilla, el juego no os arrojará todo el arsenal desde el comienzo sino que empezaremos ganando confianza hasta llegar a los puntos que requerirán que se aplique lo aprendido, y vaya que será necesario.

La dificultad, la exploración y el gran contenido de la narrativa se traduce en 30 a 60 horas netas de juego, dependiendo claramente de la habilidad de cada jugador y de cuántos coleccionables se quieran obtener, pero la relación precio, duración y producto es de las mejores que habrán visto en todo este 2021, sin duda alguna.

Conclusión

Si tienes que jugar solo un metroidvania este 2021, entonces definitivamente tiene que ser Aeterna Noctis, un título indie que puede pelearle mano a mano a cualquier producción que no sea debutante. Ideas creativas sobre una base ya establecida y probada, prueba de que el esfuerzo y la perseverancia en este género, como en otros campos de la vida, es redituable.

Buena suerte en la guerra entre la luz y la oscuridad.