Nos enfundamos la armadura y agarramos nuestra espada para volver a ver a la muerte en Dark Souls 3: The Ringed City.
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Por fin ha llegado el día que muchos teníamos marcado en nuestros calendarios, el tan esperado y temido día en el que llega a nuestras consolas Dark Souls 3: The Ringed City (La Ciudad Anillada), el último de los dos DLCs de Dark Souls 3, como siempre de la mano de From Software.
Muchos llevábamos esperando este DLC con ganas desde que pudimos disfrutar de Ashes of Ariandel (Cenizas de Ariandel), pero debo decir que estoy contento y triste a la vez, pues si bien Dark Souls 3: The Ringed City me ha parecido un magnífico DLC, como algunos sabréis, este supone el punto y final a la saga Dark Souls, ya que según dijo Hidetaka Miyazaki, no volverá a desarrollarse ningún titulo más de la saga, al menos bajo su supervisión.
Pero no nos pongamos melancólicos y pasemos a analizar esta última gran aventura que nos brinda Dark Souls 3, y como diría uno de los espeluznantes personajes que nos encontraremos durante este viaje; «No temas a la Oscuridad, y que comience el banquete».
Podremos acceder a The Ringed City por dos hogueras, una la encontraremos cerca de la hoguera del Horno de la Primera Llama y la otra en la sala donde derrotamos al jefe final de Ashes of Ariandel. Desde cualquiera de estas dos hogueras nos dirigiremos al Montón de Residuos, lugar que se encuentra en el fin del mundo, donde todas las épocas convergen y donde se encuentra la entrada a una ciudad antigua y olvidada, La Ciudad Anillada.
Apartado Técnico
Como siempre ocurre en los títulos de From Software, el apartado visual es un tema que hay que tocar con delicadeza, pues como muchos sabréis, el estudio es famoso por hacer que sus trabajos cuenten con unos de los mejores apartados artísticos del mundo de los videojuegos, pero también es conocido por el hecho de que prácticamente la totalidad de sus juegos tienen problemas de rendimiento, y para no perder la costumbre, Dark Souls 3: The Ringed City continua con todo lo antes mencionado.
Sin ser un portento gráfico, el apartado artístico vuelve a ser uno de los puntos fuertes del juego, los distintos escenarios contarán con su propia personalidad, desde el Montón de Residuos donde veremos las ruinas de decenas o cientos de castillos de distintas épocas, hasta las calles por las que nos moveremos mientras descubrimos los secretos de La Ciudad Anillada, sin olvidar que pasaremos por algún lugar que le sonará a aquellos que hayan disfrutado de anteriores entregas de la saga.
Los diseños de la mayoría de los nuevos enemigos que nos encontraremos en el DLC han sido hechos desde 0, cuentan con animaciones únicas y algunos nos pondrán en más de un aprieto si no nos andamos con cuidado a la hora de enfrentarlos. Algunas partes del decorado no cuentan con buenas texturas, detalle que contrasta completamente si hablamos de los diseños de los bosses, que tienen una excelente calidad en sus detalles y animaciones, como el efecto del fuego o de las explosiones, pero mejor no entrar en detalles más específicos para evitar Spoilers.
Las bajadas de frames no son tan constantes como en algunas partes del juego original o en el DLC Ashes of Ariandel, aunque seguirán estando presentes en algunos momentos de esta aventura y en ciertos momentos durante los combates contra Bosses, al menos durante mi partida no han llegado a ser en ningún momento tan acusadas como en las partes anteriormente mencionadas.
Banda Sonora
Ahora hablemos del apartado sonoro, llegamos a ese momento que todos esperamos, ese momento en el que nos adentramos en una habitación de enormes dimensiones, sin nada a la vista salvo una figura difuminada a lo lejos, entonces comienza a sonar la banda sonora, esa banda sonora que nos hace ser conscientes de lo que nos espera, de que vamos a enfrentarnos a un Boss.
Como en todos los Dark Souls, y sobretodo en este Dark Souls 3, la banda sonora es increíble, y como cabía esperar, los compositores de From Software nos vuelven a traer esa magia, esa epicidad y esa fuerza en sus partituras que nos hará sumergirnos de lleno en esas batallas que nos hacen disfrutar tanto como nos hacen sufrir.
Poco más se puede añadir en este apartado, las composiciones no defraudan jamás, y la combinación de coros y orquesta nos hará deleitarnos mientras luchamos por nuestra vida, una Banda Sonora recomendada tanto para aquellos que les guste el título como los que disfruten con este estilo de música.
En The Ringed City no me ha surgido ningún problema de shuttering como me ocurrió en Ashes of Ariandel, pues como dije anteriormente, este DLC no sufre tanto de caídas de framerate.
Jugabilidad
Como ocurrió con la salida del anterior DLC, la jugabilidad apenas ha sufrido cambios con The Ringed City, aunque es cierto que algunos nuevos enemigos contarán con formas no vistas anteriormente para liquidarnos, las que nos obligarán a optar por movernos de una manera más estratégica por el terreno para no caer víctima de sus ataques.
La dificultad en Dark Souls 3: The Ringed City es notable, en líneas generales es algo más alta que Ashes of Ariandel y gran parte del juego original, además de que los bosses son algo más complicados que la mayoría de sus antecesores en el título (dejando de lado cierto Dios exiliado que todos conocemos, cof, cof), por lo que si no miramos con atención el entorno y avanzamos a lo loco, caeremos presa de las garras de los feroces Jefes que defienden la ciudad o en alguna que otra de las trampas diseñadas para acabar con nuestra vida.
Aquellos que sean veteranos en la saga no tendrán muchas dificultades para hacer frente a estas adversidades, pero quienes hayan superado las anteriores aventuras del juego con problemas, se encontrarán un reto que puede que en ocasiones les de ganas de desistir en su intento.
Hay dos nuevos mapas para las Partidas de No Muertos, Ruinas de Dragón y Gran Tejado, los cuales nos harán enfrentarnos a nuestros rivales No Muertos en el Pico del Archidragón y en el tejado del Castillo de Lothric respectivamente. Además, From Software ha añadido una opción con la que podremos añadir una contraseña en las Partidas de No Muertos, permitiéndonos así poder coincidir con nuestros amigos para ir de cacería de una manera más sencilla.
A pesar de esta nueva opción, el online de Dark Souls 3 sigue arrastrando un problema desde que salió, el Netcode del juego es nefasto, ya sea bien cuando nos enfrentemos a un invasor, cuando invadamos a un Anfitrión del Ascua o cuando estemos en las Partidas de No Muertos, seremos afectados por ataques de enemigos que se encuentran lejos de nosotros, mientras que en otras ocasiones los atravesaremos con nuestra arma y veremos como salen indemnes sin siquiera notarlo.
Duración
Este apartado es bastante variable, pues dependerá de nuestra maestría y capacidad de adaptarnos a la hora de hacer frente a nuestros enemigos, así como del tiempo que queramos dedicar a explorar el mapa. Este segundo DLC es algo más largo que su antecesor, mientras que Ashes of Ariandel me llevó unas 8 horas acabarlo, la duración de este Dark Souls 3: The Ringed City ha sido de 10/11 horas más o menos, y alrededor de unas 15 muertes hasta conseguir acabar con todos los bosses, contando con el opcional.
Con el añadido de las contraseñas para las Partidas de No Muertos, puede que se nos haga un modo más entretenido, pues podremos coincidir con nuestros amigos siempre que queramos, pudiendo añadir estrategias a las batallas y sumándole muchas horas, dependiendo de lo que nos moleste el hecho de que el NetCode siga sin solucionarse.
Conclusión
Como muchos sabréis soy un fan confeso de la saga y la historia que hay detrás, y tras haber disfrutado de este DLC debo decir que ha saciado con bastante éxito mi sed en términos de jugabilidad. Pero ahora entramos en el tema de la historia, aunque en lo que respecta a los datos que nos proporciona son bastantes y reveladores, me esperaba más carga argumental dirigida a acabar con muchas incógnitas que se han quedado en el aire, y muy a nuestro pesar, todas estas incógnitas se quedarán ahí, ya que como dije al comienzo de este texto, a no ser que la situación no cambie esta será la última vez que podremos disfrutar de un nuevo juego de esta gran saga.
Para aquellos que la historia no les interese, el juego tiene una buena dificultad y cuenta con un nivel de exigencia aceptable, por lo que es recomendable para los que busquen un reto sin que llegue a ser frustrante, y como siempre podrán disfrutar de un apartado artístico exquisito, así como de una banda sonora con una calidad a la que nos tienen acostumbrados From Software, digna de estar en el top 10 de las mejores bandas sonoras de videojuegos.
*Agradecemos a Bandai Namco el habernos facilitado el material para esta review.