El clásico RTS por excelencia vuelve en su versión definitiva con más contenido que nunca y un importante lavado de cara.
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Cuándo uno piensa en el género de la estrategia en tiempo real, o RTS, se le vienen a la mente dos sagas principalmente: Warcraft y Age of Empires. La primera de ellas lleva mucho tiempo alejada de los RTS con su propuesta MMORPG World of Warcraft. Sin embargo, la segunda de ellas está viviendo una segunda juventud en los últimos años. No en vano, Microsoft ha lanzado ya AoE: Definitive Edition y el próximo 14 de noviembre llegará Age of Empires II: Definitive Edition. Y además, en el horizonte se vislumbra el ya anunciado AoE IV.
Pero hoy toca hablar de la versión definitiva de la segunda entrega, la cual es considerada por muchos como el mejor RTS de la historia. Y no es para menos, ya que el título original contaba con una cantidad ingente de civilizaciones, campañas y modos de juego que permitían disfrutar de él cientos y cientos de horas.
Lanzado originalmente en 1999, Age of Empires II: Definitive Edition supone la mejor manera de jugar a este clásico atemporal. Gracias a las mejoras visuales y sonoras y al nuevo contenido, que incluye tres nuevas campañas y facciones, esta nueva versión se convierte en un imprescindible del género.
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Apartado técnico
Hablar de aspectos gráficos y visuales en los RTS siempre es diferente. Principalmente por que son juegos que hacen alarde de un gran nivel técnico, siendo juegos muy sólidos, pero que no destacan por lo visual. Y el Age of Empires II original seguía al pie de la letra esta condición. Algo que se ha mantenido en la edición que hoy analizamos, pero con algunos matices muy importantes,
Lo primero, hablar cómo siempre de los aspectos más técnicos. En nuestras horas a través de la historia con Age of Empires II: Definitive Edition no nos hemos encontrado con ningún bug o caída importante de FPS. El juego aguanta bastante bien incluso cuando hay muchas unidades en pantalla, dando la talla en todo momento. Eso sí, tenemos que señalar que algunos cuadros de diálogo de las partidas no desaparecen, quedándose fijos en mitad de la pantalla en todo momento.
Esto no es algo dramático, pero si que molesta en cierta medida al encontrarse en todo el medio de la pantalla. La solución que hemos encontrado, ya la espera de que lo arreglen con un parche, es abriendo el menú de opciones y cerrándolo.
Por otro lado, entrando en los aspectos gráficos y visuales, Age of Empires II: Definitive Edition supone un salto hacia delante respecto al original. La nueva capa que permite nuevas texturas y visualización en 4K le siente de lujo al título. Pero donde más consigue destacar es en las físicas de los edificios. Y principalmente cuando estos se derrumban, momentos en los que podemos apreciar perfectamente cómo colapsan las estructuras y se vienen abajo.
Además, también observamos como no caen a plomo y todo de golpe. Si no que vemos como realmente se derrumban y vemo trozos de madera, ladrillos o piedra desprendiéndose y cayendo hacia el suelo de forma totalmente desorganizada.
Por último, comentar que la banda sonora cuenta también con mejoras y una completa remasterización sonora. Pero a pesar de todo ello, no ha perdido ni un apéndice de la epicidad del original. Algo de agradecer, ya que es sencillamente impresionante.
Jugabilidad
Cualquiera que se acerque a este título, o a cualquier otro RTS, sabe lo que se va a encontrar en términos de jugabilidad. Y quién esperase alguna otra cosa es que ha vivido en un bunker los últimos veinte años. Y sí, podríamos esperar que Age of Empires II: Definitive Edition incluye alguna novedad o mejora en el sistema, pero no es necesario. Porque, ¿acaso no dice el dicho que lo funciona no se toca?
Efectivamente, lo que nos encontramos en esta nueva versión es una jugabilidad igual que el original y que otros exponentes del género. Es decir, tendremos que conseguir derrotar a nuestro/s rival/es en el campo de batalla con ingenio y estrategia. Para ello, tendremos que construir y mejorar nuestra base partiendo de cero. Además, para poder combatir tendremos que reclutar unidades y prestar atención a la comida, madera, oro y piedra, elementos esenciales para pagar y mantener nuestros ejércitos y costear nuestras construcciones.
Pero la diferencia con otros géneros, y principal atractivo, de la saga reside en la evolución de cada facción. En Age of Empires podremos elegir entre más de una veintena de facciones y ejércitos históricos. Desde españoles, ingleses o franceses hasta japoneses y chinos, pasando por mayas y vikingos. En todas ellas para avanzar tendremos que ir pasando de época en época. Un clásico de la saga que en esta ocasión nos traslada a plena Edad Media. Feudalismo, conquistas, samurais, primeras armas con pólvora…. Todo ello nos lo encontraremos en cada facción.
Por supuesto, todas las unidades y estructuras son similares en las facciones. Lo que las diferentes son los nombres, algo obvio, y las unidades heróicas. Por ejemplo, en Japón podremos reclutar a Samurais, mientras que los aztecas cuentan con el guerreo jaguar. Además, todas las civilizaciones cuentas con habilidades o características únicas de su momento histórico. Así por ejemplo los españoles cuentan con todas las armas de pólvora para sus unidades a distancia, mientras que los hunos no necesitan construir casas para aumentar su población, ya que eran un pueblo nómada.
Con todo ello, y por detalles como el de los hunos, Age of Empires II: Definitive Edition consigue una realidad histórica asombrosa. Pero esto no quiere decir que el juego este desequilibrado por jugar con los españoles o franceses y su superioridad militar. Nada más lejos de la realidad. Cualquier facción puede ganar a cualquiera, siendo el pequeño contrapunto a la historia. Pero es algo necesario para que el título no sea injusto y consiga mantener la diversión por encima de todo.
Duración
A la hora de hablar de la duración de Age of Empires II: Definitive Edition sólo se nos viene a la cabeza una palabra: increíble. Algunos podrán pensar que exageramos o que nos dejamos llevar por el gusto hacia la saga. Pero la realidad es que, sólo contando las campañas incluidas en el título, podemos superar ampliamente las 200 horas de juego. Una autentica barbaridad al alcance de muy pocos títulos.
Además, a esa cifra tenemos que añadir las Batallas Historicas, un modo donde viviremos en primera persona enfrentamientos clave de la historia de la humanidad. Cada uno de ellos nos podrá durar entre dos y tres horas y tenemos algo más de veinte conflictos internacionales. Suma y sigue.
Por supuesto, los modos tradicionales también están presentes. Y aunque en estos el número de horas depende de cada uno, tanto los enfrentamientos Online como los Mapas aleatorios contra la IA u otros jugadores son un auténtico vicio.
A todo eso le podemos sumar los más de 100 logros disponibles en el titulo. Estos van desde superar las campañas o los eventos historias a destruir determinado tipo de unidad con otra. Y por cierto, un punto positivo de ellos es que son compartidos entre Steam y Xbox Live. Es decir, los logros son compartidos entre ambas plataformas.
En definitiva, una auténtica locura la cantidad de entretenimiento y horas de contenido que ofrece Age of Empire II: Definitive Edition, apoyada sobre todo en las diversas campañas disponibles.
Conclusión
Age of Empires II: Definitive Edition supone el regreso por todo lo alto de uno de los títulos RTS más queridos de la historia. Y con razón. No sólo es uno de los juegos más adictivos que recordamos, donde las horas pasan sin darnos cuenta, si no que puede alardear de tener cientos y cientos de horas de entretenimiento.
Las mejoras visuales y sonoras le sientan a las mil maravillas y le otorgan un aspecto renovado que bien podría pasar por un título de actual generación. Estamos hablando de casi un remaster por el upgrade que le aporta, en especial en el aspecto de físicas.
Además, su condición de juego educador es un punto fundamental. Nó solo por las campañas, donde podemos revivir el cantar del Mío Cid y hacer más ameno su estudio en un instituto, si no por la sección Batallas Históricas, donde reviviremos algunos de los momentos clave de la Edad Media. Pero más allá de todo eso, destaca lo bien que se adaptó en su momento y se hace ahora con las nuevas facciones los rasgos y características de cada una de ellas. Algo al alcance de muy pocos y que dotan de una verosimilitud y una exactitud al título increíble.
En definitiva, Age of Empire II: Definitive Edition es la excusa perfecta para revivir el título. Un juego atemporal, por el que parece que no pasan los años, en el que cualquier aficionado al género encontrara al máximo exponte y referente en su mejor momento. Y si eres nuevo, es el mejor título para iniciarte en los RTS. E incluso podrías descubrir tu pasión por la historia bélica. Quién sabe.
Sea lo que sea, es un título que no dejará indiferente a nadie.