Todo en 8DAYS está pensado y programado para que muerdas el polvo, como en los juegos de acción más retadores de antaño.
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Si hay un título que ha marcado un antes y un después en los juegos retro de acción isométricos o cenitales es Hotline Miami. El juego de Dennaton captó la atención del público y los medios gracias a una mecánica sencilla y directa, aunque no fue ese su reclamo principal, sino su dificultad. Desde el minuto uno el juego se convertía en un infierno hasta para el más curtido de los jugadores. El más mínimo error era penalizado con la muerte inmediata de nuestro protagonista y no quedaba más remedio que volver a empezar de nuevo la fase, por mucho que hubieses avanzado.
Pues bien, 8DAYS ha nacido para mantener vivo ese legado. Sin embargo, el juego de Santa Clara Games trae algunas novedades que hará salivar a los fans del mencionado Hotline Miami. Uno de esos cambios es el contexto. En 8DAYS la acción nos transporta a un caricaturesco conflicto bélico mundial por el control de la producción y distribución del arroz. La clase alta y potentada del planeta no está dispuesta a renunciar a su ración de sushi diaria a bajo coste y contratan mercenarios y dirigen ejércitos contra los países asiáticos que producen el delicioso cereal, con el fin de conquistar las plantaciones.
Como no podía ser de otro modo, nosotros encarnaremos a uno de esos soldados y nuestro helicóptero será alcanzado por un misil teledirigido. Tras el accidente despertaremos en una sala de torturas y tendremos que conseguir nuestra primera arma, un rudimentario cuchillo. El arroz pasará entonces a un segundo plano y nuestro objetivo será sobrevivir en territorio hostil.
Salir de las catacumbas en las que nos tenían encerrados será el primer y sencillo paso en nuestra aventura, pero a continuación tendremos que desplegar al máximo nuestras habilidades de combate en una jungla infestada de enemigos con un carácter poco amigable. En 8DAYS olvídate de lo que has visto en películas como Rambo o en cualquiera de las cintas de Chuck Norris. Aquí no eres ningún dios inmortal ni tus armas tienen balas infinitas. Los enemigos tampoco lo son, pero tú estás solo y ellos son legión. ¿Eres de los que critican la casualización de los juegos de la era actual? ¿Crees que los juegos difíciles no tienen un público objetivo? 8DAYS viene dispuesto a pasar a cuchillo esa máxima y a dejarte sin argumentos.
Apartado Técnico
Poco más de 10 € cuesta el juego distribuido por Badland Games y hay que reconocer que un buen puñado de títulos superan técnicamente a 8DAYS con holgura, a pesar de encontrarse en una categoría de precio similar. ¿Podemos pedir peras al olmo? Permitidnos que respondamos esta pregunta con otra pregunta. «¿Por qué no?«. Cierto es que no es cuestión de pretender que un juego independiente de 10 € tenga unos gráficos capaces de desencajar mandíbulas, pero eso no quita que haya que reconocer que 8DAYS tiene un apartado visual que no difiere demasiado a lo que podíamos encontrar hace veinticinco años.
La suerte que tiene es que no lo necesita. Con solo unos cuantos píxeles, el estudio compone una odisea bélica en dos dimensiones en la que lo único que importa es disparar y acabar con nuestros enemigos antes de que ellos hagan lo propio con nosotros. Cierto es que un mejor acabado gráfico habría otorgado mucha más espectacularidad e inmersión, pero esto tendría que venir acompañado de unos efectos de sonido menos arcaicos. La buena noticia es que la banda sonora sobresale de todo el conjunto, sin embargo lo que consigue es generar un marcado contraste ente ella y los gráficos y efectos.
Por otro lado, el juego ofrece escenarios variados a cada pocos pasos. Recorreremos plantaciones, mazmorras, poblados, campos de entrenamiento y la propia jungla; otorgando así una variedad tonal que afecta positivimanete incluso a la propia jugabilidad, como comentaremos en el siguiente apartado. También debemos comentar el detalle que ha tenido Santa Clara Games al incluir los textos al español. Eso sí, recuerda seleccionar el idioma en el apartado de opciones del menú de inicio en el caso de querer jugarlo en castellano.
Jugabilidad
Salvo que tengas tendencias masoquistas, que disfrutes de los retos extremos o que tengas un don especial con un pad en las manos, te avisamos que vas a odiar 8DAYS con toda tu alma. Aquí el señorito que ha analizado el juego puede dar fe de ello, y más aun mi mando, el cual ha acabado estampado contra el suelo en más de una ocasión, y se ha salvado de ser pisoteado con saña y alevosía gracias a la pequeña brizna de humanidad que quedaba en mi interior tras blasfemar mientras brotaban espumarajos por mi boca, a la par que me dejaba poseer por la rabia pura más propia de una fiera salvaje acorralada que de un jugador curtido, todo esto después de haber muerto más de un centenar de veces en el mismo punto.
Gran parte de culpa de esta dificultad endiablada recae en el hecho de que si te mata el jefe final de la fase o un enemigo escondido en un matojo cuando vas a cruzar la salida, te tocará volver a empezar el nivel desde el principio. Y prepárate, porque te van a matar más veces de las que dedos suman entre todos los habitantes de Albacete y Cuenca juntos. Y no conformes con eso, el estudio ha programado el juego para que al reaparecer en un nivel, lo hagas con la misma salud y munición que tenías cuando lo empezaste, con lo que si vas a pasar a la siguiente área y te han quitado dos de los tres cuadros de vida o vas pelado de balas, lo mejor es dejarte matar o volver a empezar la pantalla para no comenzar la siguiente bajo mínimos.
8DAYS trae novedades que harán las delicias de los fans de Hotline Miami - ¡Comparte!
Olvídate pues de avanzar a lo loco y disparando a diestro y siniestro. En 8DAYS tienes que economizar munición como si de un survival horror se tratase y debes aprovechar cada parapeto o escondrijo que te ofrezca el escenario. Como comentábamos anteriormente, la variedad de localizaciones que visitaremos tiene sus propios elementos, como puertas corredizas, irregularidades del terreno o vegetación, que servirán como elementos estratégicos en tu favor. No obstante, también hay algunos que jugarán en tu contra, como los puentes levadizos, las trampas o los acantilados, por los que podrás despeñarte si no andas con cuidado.
Si el juego se te hace demasiado cuesta arriba, siempre puedes optar por invitar a un amigo a casa, ya que el modo cooperativo es solo local. El segundo jugador podrá acoplarse a la partida en cualquier momento sin que ni el número de enemigos ni la resistencia o daño que causan se vea afectado a la alza, y la experiencia será así un poco más llevadera y divertida. Y es que no exageramos, la dificultad es muy alta. De hecho, al vernos atascados en un nivel, la desesperación nos llevó a utilizar un truco. Para tener una «segunda vida» en cada intento, conectamos un segundo mando y jugamos en cooperativo aunque no se ponga otro jugador a los mandos. De este modo, si matan a un personaje, puedes continuar con el que has ido dejando rezagado. Puede considerarse un método poco ortodoxo, pero a grandes males…
Duración
Mucha, creednos. Con 8DAYS tenéis juego para rato, y no solo por tener en su haber un montón de niveles, sino por lo que hemos recalcado casi en cada línea de este texto: su implacable dificultad. En nuestro caso no hemos conseguido ni pasar del ecuador en más de 10 horas de juego, con lo que los 10 € que tendrás que abonar al adquirirlo, los acabarás amortizando sí o sí.
Habrá quien no tenga paciencia y a las dos horas acabe lanzando el mando por la ventana o pase directamente a otra cosa, pero si eres constante y te gustan los retos, vas a estar pegado a la pantalla con 8DAYS durante más de los 8 días que rezan en el título.
Conclusión
Todo en 8DAYS está pensado y programado para que muerdas el polvo, como en los juegos de acción más retadores de antaño. Ármate hasta los dientes con toda la Santa Paciencia que puedas y escapa de una surrealista guerra por el control del arroz.
Su discreto apartado visual se compensa con una dificultad inhumana que te va a garantizar horas y horas de cruentas refriegas y sufrimiento a partes iguales. Se amortiza así enseguida el importe abonado y, si logras acabarlo, la sensación de plenitud y satisfacción debe ser indescriptible.
*Gracias a Badland por habernos proporcionado el material para la review.