Os dejamos con la segunda entrega de nuestra serie de artículos sobre la historia no contada de Dark Souls.
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Capítulo 2
La Primera Llama pierde fuerza y la Oscuridad comienza su avance
Pasaron muchos años, y el mundo continuaba con la brillante Edad de Fuego, entonces llegó lo inevitable. La Primera Llama, lo que daba poder a las Deidades e iluminaba el mundo, comenzó a extinguirse, al ocurrir esto, comenzó a suceder algo en los humanos, en algunos comenzó a aparecer una marca a la que se llamó La Señal Oscura.
Los portadores de esta marca no podían morir, en su lugar ganaban un estado de no-muerte, ningún humano entendió la razón de este suceso, pero hubo quien vio el momento perfecto para acabar con la soberanía de los auto-proclamados Dioses, y aprovecharon para comenzar a urdir sus planes. Una de las Serpientes Primigenias, Kaathe el Asediador, encontró al Furtivo Pigmeo, que se hallaba esperando la llegada de la Era de la Oscuridad, convenciéndolo de que debía hacer algo contra Gwyn.
El Furtivo Pigmeo había visto discriminaciones por parte de las Deidades hacía los humanos, pero vio que estos tenían un potencial increíble, como en el caso de Pharis, un arquero que vivía en Los Jardines Reales y que a pesar de ser un simple humano, demostró ser igual o más diestro con el arco que el mejor arquero de Gwyn, Gough el Ojo de Halcón. Pharis usaba sus habilidades para robar a los más pudientes repartiendo su botín entre los más desfavorecidos, hasta que Gwyn lo hizo llamar para invitarlo a unirse a su ejercito, pero este rechazó la oferta, por lo que fue perseguido, viéndose obligado a abandonar su hogar dejando como regalo su gorro y arco a unos niños.
El Furtivo Pigmeo sabía que a pesar de casos excepcionales como Pharis, los humanos jamás serían capaces de enfrentarse a las Deidades por si mismos, por lo que pensó en aprovechar la Señal Oscura en su beneficio, los humanos necesitaban tiempo para obtener suficiente poder para enfrentarse a los Dioses, pero con la corta esperanza de vida de los humanos esto sería imposible, así que dividió el Alma de la Oscuridad en millares de pequeños trozos, que más adelante se conocieron como Humanidades.
Estas Humanidades daban a los no-muertos la oportunidad de resucitar como humanos otra vez, gracias a ello volvían a la vida con la misma fuerza que tenían antes de morir, pero más resistentes a maldiciones y enfermedades. Tras esto el Furtivo Pigmeo quedó muy debilitado, así que se encaminó a descansar en una tumba bajo tierra en el Municipio de Oolacile, lugar que consideraba lo más parecido a un hogar, pues allí vivían sus descendientes.
Mientras tanto, Velka, la Diosa del Pecado y esposa de Gwyn, era la encargada de castigar a los pecadores humanos, para ello tenía a sus Perdonadores, un grupo de clérigos que vestían túnicas negras además de la Mascara de Velka, ellos llevaban la expiación a los pecadores, a veces ofrecían salvación, pero en casos extremos traían muerte. Pero Velka comenzó a ver que su manera de actuar era injusta, si era la encargada de castigar a los pecadores humanos, ¿porqué no castigaba también los pecados de los Dioses?. Pero necesitaba más conocimiento para poder juzgarlos, por lo que se dirigió al ser más inteligente del mundo, la mano derecha y amigo de su marido, Seath el Descamado, y junto a él comenzó a estudiar.
Seath el Descamado continuaba con su investigación obsesiva sobre la magia, por lo que enviaba a sus siervos a recoger todo libro u objeto que estuviese relacionado con esta arte. Su búsqueda le llevó al Municipio de Oolacile, un lugar que se encontraba rodeado de Los Jardines Reales y era la cuna de la Magia Antigua, un tipo de magia totalmente diferente a la creada por Seath, pues mientras la magia del Dragón rechazaba todo con lo que entraba en contacto, destruyéndolo, la Magia Antigua era capaz de alterar la naturaleza del objeto en el que se usaba. El pueblo era asediado por Kalameet, uno de los pocos Dragones Eternos que continuaban con vida y tan poderoso que ni los Dioses de Anor Londo se atrevían a acercarse a él.
La Princesa del municipio era Anochecer, una chica que fue criada por la Diosa Seta Elizabeth, de la cual también aprendió esta Magia Antigua, siendo muy diestra en su uso. Anochecer tenía en su poder la mitad de un Colgante Roto, el cual era una herencia de familia y contenía un inmenso poder. Tanto esta extraña magia como el colgante llamaron la atención del Dragón Alvino, por lo que envió a sus Golems de cristal a capturarla, una vez capturada fue confinada en el interior de un Golem dorado, obligándole a entrar en un estado atemporal en el que se mantendría hasta que el Golem fuera destruido, el colgante fue llevado a los Archivos del Duque, donde procedieron a su investigación, pero tras mucho tiempo, Seath siguió sin comprender su poder.
Por su parte, Kaathe, al ver que El Furtivo Pigmeo no sería su Señor de la Oscuridad, comenzó a buscar a otros que fuesen capaces de acumular en su cuerpo el poder esparcido de su deseado Señor, las Humanidades, y con la fuerza de la Primera Llama cada vez menguando más, la oscuridad no tardó en llegar al próspero reino de Nuevo Londo, donde los justos y grandes Cuatro Reyes buscaban nuevas formas de mejorar su reinado, y lugar en que la traicionera serpiente encontró su oportunidad.
La Serpiente Primigenia se acercó a unos temerosos Cuatro Reyes prometiendo conocer una fuente de prosperidad en esta época de oscuridad que se acercaba, al principio eran reticentes de esta nueva idea, pero no tardaron en sucumbir a las palabras de Kaathe, así fue como les enseñó la habilidad de robar humanidades, pero lo que los Cuatro Reyes desconocían, es que las humanidades eran veneno para quien no estuviese preparado, y poco a poco empezaron a volverse adictos a ellas, convirtiendo a sus valerosos soldados en un ejercito de Espectros Oscuros, equipados con una armadura entregada por Kaathe, la Armadura de la Oscuridad.
La serpiente quedó decepcionada con los Cuatro Reyes, pues demostraron no ser el Señor Oscuro que esta esperaba, pero no se detuvo ahí, así que se encaminó al Municipio de Oolacile. Allí volvió a usar sus elaboradas artimañas para convencer al pueblo de que debían buscar el poder que bajo ellos se encontraba en vez de esperar la ayuda de Anor Londo. La Princesa del pueblo se encontraba en paradero desconocido, pues había sido secuestrada por Seath, por lo que no fue difícil para la Serpiente Primigenia el engañarlos.
De esta forma procedieron a escavar, hasta que encontraron la Tumba del Hombre Primigenio, lugar de descanso de El Furtivo Pigmeo. Pero ya no era el de antaño, pues al dividir su Alma de la Oscuridad quedó débil e indefenso en comparación a su poder original, por lo que no resultó difícil para los poderosos magos de Oolacile el subyugarlo. Y así comenzaron las torturas, pues engañados por Kaathe, las gentes de Oolacile creían que aquel hombre primigenio tendría las respuestas al poder que ansiaban.
El Furtivo Pigmeo aguantó las torturas, tanto físicas como psicológicas que los magos de Oolacile le infligían con su experto uso de la magia ilusoria. Únicamente en los momentos de descanso, cuando se encontraba solo en su prisión, podía encontrar cierta paz mirando la mitad de un Colgante Roto que le recordaba a la familia que dejó en aquel pueblo que ahora lo atacaba, pues la otra mitad se había convertido en una herencia.
Pero los magos no tardaron en encontrarlo, y se lo arrebataron, fue entonces cuando El Furtivo Pigmeo se quedó sin nada a lo que aferrarse, sin ese pequeño momento de paz en el que podía descansar, y se rompió. Del interior de aquel destrozado ser emergió una oleada de humanidad corrupta, dando nacimiento a El Abismo, ese poder corrupto realizó transformaciones grotescas en quien se encontrase cerca, y el hombre primigenio pasó a ser llamado Manus, Padre del Abismo.
()(Manus, Padre del Abismo)
La corrupción se expandió por todo el municipio mutando a todos los seres humanos, pero entonces alguien apareció ante Manus, Anochecer de Oolacile, la Princesa del pueblo, que había sido liberada de su cautiverio atemporal y había regresado. El corrupto ser se disponía a atacar a la chica, pero entonces notó algo extraño en la ella, de la joven emanaba un poder que le resultaba familiar, el poder de la joya que completaba a la que le fue arrebatada. Manus reconoció a su descendiente, y en un momento de lucidez la ocultó dentro de sí mismo, evitando que la corrupción del Abismo llegara a ella.
Las noticias de lo ocurrido en Oolacile no tardaron en llegar a Anor Londo, donde Gwyn envió sin tardanza a tres de su mejores caballeros. Ciaran y Gough, liderados por Artorias, se dirigieron a combatir contra el Abismo que emergía del pueblo, a Orsntein, capitán de los Caballeros de Gwyn, se le ordenó quedarse en la Ciudad de Dioses protegiendo a la princesa Gywnevere.
En la batalla de Oolacile nació la leyenda de Artorias, el Caminante del Abismo, pero lo ocurrido en realidad jamás será descubierto, pues quienes conocían la verdad prefirieron guardar silencio, ocultado la oscura realidad.