Gears Of War: Los Misterios de Sera – Decimoquinta parte | Historia militar de la Horda Locust

¡Regresan Los Misterios de Sera! La sección que ninún fan del Gears Of War debe perderse. Comenzamos con la primera parte de la Historia militar de la Horda Locust.

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En algún lugar de las montañas de Pesang, 5 años antes del Día de Emergencia

Adam Fénix y la Reyna Myrrah acababan de reunirse una vez más en secreto para tratar de frenar la guerra entre los locust y la humanidad. Los locust no sentían ningún odio por la humanidad, pero necesitaban salir a la superficie porque el lambentismo estaba contaminando sus tierras y acabando con muchos de los suyos. Myrrah los estaba conteniendo como podía, prometiéndoles que Adam Fénix encontraría una manera de acabar con aquel problema.

El científico más famoso de la Coalición de Gobiernos Ordenados estaba muy lejos de encontrar la solución, porque no sería hasta más de 20 años después que descubriría la culpable del lambentismo, la imulsión. Y sin conocer la causa del problema, era imposible hallar la solución. De todas formas, si lo hubiera sabido antes, acabar con el motor económico de la humanidad para salvar a los locust no hubiera sido una opción a tener en cuenta por el científico, que habría informado al presidente Prescott para asesinar a los locust aprovechando su débil situación.

Al final del conflicto entre los humanos y los locust, la Reina Myrrah tenía esta aguerrida apariencia

La Reyna Myrrah se encontraba en una difícil situación. Ante los ojos de los locust ella era responsable del fracaso del científico humano. Sus hijos morían por el lambentismo y ella no se atrevía a lanzar una ofensiva para salvarlos. Su autoridad comenzaba a ser cuestionada. Por otro lado, los locust eran una especie de recién creación, en esos momentos no habían cumplido ni siquiera un siglo de existencia y para la batalla que querían afrontar solo contaban con su ímpetu. No tenían más armas que las piedras que sostenía el suelo ni armaduras con las que protegerse. Si comenzaban una guerra ahora, morirían en vano. Pero si esperaban más tiempo, el lambentismo acabarían con ellos.

Ya de regreso en Nexus, Myrrah se reunió con el Jefe de la Inteligencia Locust, el sigiloso Taarg. La humana le pidió que reuniera a un equipo de confianza y que en el plazo máximo de un mes le presentase un plan en tres fases para armar a sus hijos lo suficientemente bien como para afrontar con posibilidades de victoria una batalla a muerte contra la humanidad. Ella decidió dividir la formación de su ejército por una mera cuestión estratégica motivada por la falta de tiempo.

La mujer sabía que explotar todas las posibilidades de que disponían y otras que descubrieran durante el proceso, no podrían estar listas para el plazo de cinco años que ella misma se había dado. Por ello, en una primera fase, había previsto contar con fuerzas de choque apoyadas por alguna especie de fuego pesado. En una segunda fase pensaba conseguir fuerzas especializadas en estrategia militar y en una tercera con destacamentos de élite con habilidades especiales que les convirtieran en máquinas de matar. Más allá de esa idea que transmitió a Taarg no tenía nada. Ella había sido una eminencia científica en Sera lustros atrás y pese a estar en contacto con el estamento militar de la Coalición de Gobiernos Ordenados, nunca se molestó en aprender nada relacionado con ese mundo debido a una falta absoluta de interés. Ahora se arrepentía.

Mientras se dirigía a sus aposentos, aquella frustrada mujer se preguntaba qué mensaje daría por la megafonía de Nexus para informar a sus hijos sobre sus nuevos planes. Tampoco estaba segura de cuándo debía hacerlo. Se moría de ganas por contralo en ese instante, más que nada por el miedo que le provocadaba la idea de que los locust acabasen con su mandato cansados de esperar viendo morir a los suyos. Pero si Taarg no lograba culminar con éxito la misión encomendada, desdecirse sería mucho peor. No quedaba más remedio, tendría que esperar a que el máximo líder del espionaje locust le hiciera una propuesta.

Nexus, aposentos de la Reina Myrrah, 2 meses después

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La Reina Myrrah vivía sumida en la desesperación. Hacía más de tres semanas que Taarg había desaparecido con su equipo y el viento que recorría las angostas calles de la capital locust traía rumores de que una larva llamada Karn estaba ultimando los detalles para sucederla en el poder, que incluían su muerte a manos de una berserker para ganarse las simpatías de los suyos.

Sin esperarlo, la humana oyó unos pasos que se acercaban. “Ya vienen” pensó angustiada. La puerta se abrió y por ella pasó Taarg apresuradamente.

“-Sé que llego muy tarde mi señora -se adelantó el kantus aprovechando que Myrrah estaba demasiado sobresaltada como para reaccionar tan rápido como acostumbraba a hacer. -En cuanto le explique el Plan de Guerra que he confeccionado lo entenderá todo. Puedo proceder ya mismo si usted lo desea.”

La Reina Myrrah estaba tan desesperada que asintió con la cabeza. Los documentos que le presentó Taarg eran impresionantes, la mujer comprobó como aquel lisiado kantus había superado las mejores espectativas que su imaginación pudo dibujar en su mente. Gracias al trabajo de investigación del soldado Damon Baird durante su corta pero bien aprovechada estancia en Nexus casi veinte años después de este hecho, podemos conocer este ambioso plan de las larvas que casi acaba con la humanidad.

Entendiendo que la guerra que vamos a desencadenar durará aproximadamente veinte años según las previsiones de Inteligencia, y sabiendo que solo tenemos de plazo cinco años hasta la declaración del conflicto hemos determinado lo siguiente.

Primero. Que tardaremos aproximadamente quince años en completar el proyecto militar que hemos ideado.

Segundo. Que tardaremos cinco años en crear un ejército de tierra lo suficientemente grande, adiestrado y armado que pueda sostener la lucha contra la humanidad hasta que completemos el resto de fuerzas militares planificadas en quince años.

Tercero. Que la humanidad está en medio de una guerra entre ellos mismos para disputarse la imulsión. Nuestros informantes no consideran que la guerra humana vaya a acabarse pronto, por lo que iniciar una batalla a tres bandas nos conviene. Debemos darnos prisa.

Cuarto. Para conseguir convertir las palabras en hechos, hemos dividido en tres fases la creación de nuestro ejército. Las cuales son las siguientes.

FASE 1

Tiempo estimado cinco años.

Hemos constatado que la humanidad cuenta con un arma de medio alcance llamada Lancer Mk-I tan popular para ellos que basan el combate en ella. Al ser nosotros los últimos en llegar a la carrera armamentística, debemos adaptarnos a ellos y por lo tanto crear un arma equivalente a la anteriormente nombrada para poder hacerles frente. Hemos descubierto una ubicación secreta dirigida personalmente por el Sargento Víctor Hoffman, en la que se está desarrollando una nueva ametralladora de mayor alcance que el Lancer Mk-I, con unas novedosas balas que causan un mayor daño. Hemos pensado robar esos planos y terminar de desarrollar el arma nosotros mismos. Una vez realizado el trabajo de espionaje industrial, pensamos fabricarla masivamente y adiestrar a los drones en su uso y en tácticas de guerra de guerrillas. Ellos serán la carne de cañón de nuestra fuerza militar.

Del otro lado del mundo, otros humanos han creado un arma llamada Booshka. Tras hacernos con uno de estos artilugios y modificarlo hemos creado un lanzagranadas que hemos bautizado como “Boom” con el que crear el caos en las líneas enemigas y facilitar el avance de los drones. Los Booms están siendo fabricados en un número menor por la escasez de materiales. Serán los locust de mayor tamaño quienes usen estas pesadísimas armas, ya que pese a su notoria estupidez, tienen una puntería excepcional a largas distancias y sus enormes cuerpos pueden soportar la detonación del arma en distancias muy cortas.

Los theron, con una inteligencia casi igual a la de los kantus y una fuerza igual que la de los drones, serán la élite militar de nuestras fuerzas. Tienen potencial para conseguir una espectacular progresión en este campo. Prueba de ello es que su habilidad innata en estas cuestiones les ha llevado a fabricar una especie de arco con imulsión en la punta que hace un daño brutal y esperan hallar la manera de lograr una explosión cuando se clave, ya sea en el cuerpo de un enemigo o en cualquier otra superficie. Ellos servirán para proteger nuestras zonas clave y además formarán parte de su guardia personal.

Tras azotar frente a la estatua de la Tríada de Gusanos a un destacado miembro de los clérigos por recomendar para este plan el uso de los animales con los que compartimos la vida en la hondonada, probamos su idea con algunos de ellos. Es cierto que ha habido algún destello de esperanza durante las pruebas por parte de una cría de brumak y otra de reaver, pero todavía no sabemos si ha sido un acto consciente de la bestia que ha entendido nuestras órdenes o ha sucedido por pura causalidad. Con una excepción, la del corpser, que ya es capaz de seguir un par de órdenes básicas y se deja poner una armadura de protección. No sabemos si es este espécimen en particular o el resto de su especie admitirá igual de bien un entrenamiento por nuestra parte.

Tras descubrir que un theron mucho más inteligente y fuerte de lo normal, llamado RAAM, ha vuelto desde lo más profundo de la hondonada con la habilidad de controlar a los krill, hemos determinado como prioridad encontrar una manera de adiestrar a los sembradores o simplemente llevarlos a la superficie para que expulsen a los nemacyst por dos razones. Una es para cubrir el cielo con el más sombrío color negro y soltar a cientos de miles de krill controlados por RAAM para diezmar las tropas enemigas. La segunda es para provocar la caída de los ravens humanos que transportan tropas y así causar el mayor daño posible. En su hábitat natural, el corpser es un excavador muy preciso y ademas es muy sensible, puede percibir cualquier vibración cercana a él, estamos intentando enseñarle a excavar hacia la superficie cuando oiga movimientos humanos, para poder afrontar la mayoría de las batallas con el elemento sorpresa de nuestra parte.

Creación de un arma pequeña que sirva como apoyo a nuestras tropas.

FASE 2

Tiempo estimado de 11 a 13 años.

Consolidar las Tropas Animales que tras los corpsers esperamos que estén integradas por bloodmounts con monturas para drones o therons, tickers con cargas explosivas, serapedes, reavers con los que cabalgar el cielo y superar a los humanos en las alturas. Esperamos hacer de los brumkas auténticas máquinas de matar ya que su gran tamaño nos permitirá acoplar a sus cuerpos una gran cantidad de armamento.

Fabricación de un tipo de arma devastadora cuerpo a cuerpo que pueda atravesar la armadura humana y acabar con ellos rápidamente. La idea parte de la base de los carniceros que trabajan en los fuegos de Nexus preparando el alimento para nuestros hermanos.

Estamos investigando cómo conseguir que una granada de fragmentación explote varias veces sin gastar toda su carga de pólvora en un primer impacto. Nuestros primeros diseños consisten en atarla a una cuerda sujetada por el otro extremo con un palo como si fuera un látigo con la punta explosiva. Tras provocar varias muertes y heridas graves, hemos pensado que será un arma para los locust más grandes, al igual que el Boom. Estamos trabajando en un escudo tan protector que pesará más de 70 kilos porque la lentitud de nuestros hermanos más gordos les impediría llevar vivos al enemigo para usar el látigo explosivo en el que estamos trabajando.

Revisar la cadencia de tiro de la ametralladora de nuestras tropas y adaptarlas a nuestra conveniencia si hiciera falta.

Culminar con éxito el adiestramiento de los kantus para que sirvan en el combate. Sus habilidades podrían servirnos como apoyo en la batalla si son capaces de realizar sus cánticos religiosos en combate para animar a nuestros guerreros. Por otra parte, uno de sus más destacados miembros, Skorge, asevera que podría dominar a la tríada de los gusanos para hundir ciudades enteras, fabricar una especie de granada tóxica con los vapores de la imulsión y vísceras de las bestias que nadan en ella y culminar con éxito una pequeña ametralladora de una sola mano.

FASE 3

Tiempo estimado de 14 a 16 años.

Consecución de un arma cuyos proyectiles vayan por debajo de la superficie y salgan cuando detecten movimiento para explotar y matar al objetivo.

Fabricar una armadura para los kantus que los haga prácticamente inmunes al fuego enemigo.

Acoplar, cuando tengamos los prototipos fabricados, una de las dos armas pequeñas que tenemos proyectadas a las crías del Tempest para que sirvan como apoyo en batalla. Son tan débiles que morirán muy pronto, por lo que también les integraremos una modesta carga explosiva en su interior para que cuando caigan al suelo muertas, estallen al impactar y provoquen daños en las líneas enemigas.

Cuando Taarg terminó con su exposición, la Reina Myrrah tuvo que contener sus lágrimas de emoción y alegría. Todo estaba solucionado. Sabiendo lo caldeados que estaban los ánimos, le pidió a su jefe de inteligencia, que mandase llamar a Karn. Iba a desactivar el golpe de estado en su contra ahora mismo.

Una vez que el nuevo líder de los locust que estaban cansados de esperar mientras veían morir a sus hermanos -sobre todo drones y therons– entró en las dependencias de la reina, se dirigió hacia ella calmadamente. Con una mirada penetrante que clavó en los ojos de la mujer. Ella se levantó como gesto de reconocimiento. Ya estaban frente a frente. Karn, sin mediar palabra, sacó una navaja y se la puso en el cuello a Myrrah. “¡Dime ahora mismo porqué no he de matarte y comandar a mis hermanos a la superficie para salvarnos!”

#FIN DECIMOQUINTA ENTREGA

No te pierdas dentro de dos semanas la siguiente parte de Los Misterios de Sera. Queda mucho que contar sobre la historia militar de la Horda Locust. Si quieres, cuenta en los comentarios qué personajes, batallas o lo que quieras dentro del universo gears, te gustaría que se incluyera en las próximas entregas de esta serie, y se hará realidad.

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