Analizamos el declive de Kinect según sus acontecimientos y el abandono por parte de Microsoft.
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Si, pese a que al titular de este artículo de opinión está inspirado en una de las populares frases de mi compañero Adrian, lo cierto es que no le falta razón. Hacía tiempo que no estudiaba fríamente la situación del sensor en la consola, hasta que ayer decidí guardarlo en la caja muy a mi pesar. Un consumo energético y espacio para algo que no estoy utilizando fueron los motivos, y no es por falta de ganas.
Y es que por triste que parezca, analizando los acontecimientos que han ido sucediendo, todo parece indicar que Microsoft quiere borrar todo rastro del periférico. Aún recuerdo cuando en los inicios de Solo Xbox One algún lector me corregía al catalogar a Kinect como un periférico, y en esa época el chico tenía razón, pero hoy ya podemos admitir que Kinect pasará a la historia negra de la consola.
Y es que pese a que pueda sonar dramático, miro con cierta tristeza a mi mueble del salón donde está guardado el sensor e imagino la de posibilidades que podría haber tenido. Pero como siempre, mis argumentos con datos, así que voy a contar los motivos que me llevan a pensar que Kinect no cabalgará en la llanura de la alegría junto a la consola.
Ya no es necesario en Xbox One
Cuando Microsoft mostró al mundo a Xbox One, lo hizo bajo la premisa de que Kinect era parte indispensable de la consola. Algo que muchos fans vimos con buenos ojos mientras otra parte de usuarios lo miraba con recelo. Y al principio todo apuntaba a que los motivos de esa afirmación por parte de Mattrik y su equipo, tenía consistencia.
Pero nada más lejos de la realidad. Pocas fueron las aplicaciones compatibles que hacían uso de los gestos o los comandos por voz, a esto se sumaban los juegos que tampoco aprovechaban este hardware y lo peor es que cada vez su inclusión iba decreciendo, siendo hoy ya su uso inexistente en cualquier juego.
Además Microsoft ha decidido prescindir de él para la New Xbox One Experience por lo que su utilidad se limita a Skype, Upload Studio y Twitch. Ni los gestos ni la voz, Xbox One ahora se olvida de que alguna vez fue pareja de baile Kinect.
Abaratando costes
Con el tiempo, Microsoft se dio cuenta de que Kinect no entró por los ojos a los consumidores por lo que fue el candidato ideal para ser descartado en la búsqueda del abaratamiento de costes y así poder ofrecer una consola a un precio más competitivo que la competencia.
Así pues Kinect se fue eliminando de los packs paulatinamente. Esto permitió a Microsoft no solo ofrecer la consola a un precio menor, si no ganar un impulso extra para la maquina que ahora veía incrementado el poder de su CPU al no reservar nada para el sensor. Solo los usuarios que apostaron por Kinect al principio notarían como se apagaba este cuando algunos juegos hacen uso de ese extra en CPU, para el resto, sería transparente.
El Brand de Xbox también ha cambiado
Admitámoslo, la imagen de Xbox One junto a Kinect ha desaparecido de todas las fotografías promocionales de packs en la consola. Hoy día Xbox One ya no se asocia a Kinect, principalmente porque Microsoft se ha encargado de mostrar una imagen diferente.
Kinect tampoco ocupa un lugar ya en ninguna conferencia de la compañía y tampoco oímos hablar mucho sobre su aplicación en otros campos. Su sucesor parece haber sido HoloLens, un complemento no obligatorio para jugar y que podría heredar parte de sus bondades.
Tampoco se potencia esa popular frase de “All in One” en la que veíamos la popular foto de la consola junto al pobre Kinect.
¿Y los juegos?
Si algo recuerdo de la presentación de la consola, fue la intención de Microsoft de enamorar a los desarrolladores para que ofrecieran experiencias únicas con Kinect. Pero claro, para que esto ocurriera primero tenían que ser sus creadores quienes mostraran al mundo las posibilidades del sensor.
El último gran juego creado por un estudio de Microsoft para Kinect que yo recuerde fue Kinect Sport Rivals. Un juego que introdujo una tecnología impresionante de reconocimiento facial que nunca llegó a ser aprovechada. Luego salieron buenas propuestas como Disney Fantasia Music Evolved, no obstante el goteo de juegos dedicados cesó.
Ahora ni los estudios independientes ven atractivo en crear juegos dedicados al sensor dada la poca demanda de este. A fin de cuentas pocas unidades se han vendido por separado. Así que ahora el futuro de nuestro querido periférico está hoy en el aire, más muerto que vivo y al que deseamos que Microsoft vuelva a mirar con buenos ojos.