En esta ocasión la opinión del redactor trata sobre el exclusivo de Xbox One ScaleBound, cuyo primer gameplay se pudo ver en la GamesCom que se está celebrando en Colonia, Alemania.
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El hype que tengo por el ScaleBound alcanza en estos momentos el límite del universo que se expande por los confines de la nada. He pasado más de un año, desde el E3 de 2014, esperando a ver el interior del juego que me enamoró con apenas unos segundos de tráiler CGI, y lo visto ha cumplido de sobra con las expectativas. Algo difícil, teniendo en cuenta que yo he dejado volar mi ilusión a lomos de mi imaginación libremente, por lo que lo que esperaba tenía que ser la hostia. Y al final ha sido la puta hostia.
Durante todos estos duros meses, he estado comentando con mis amigos sobre lo que podía ser. Hemos contemplado todos los escenarios posibles, desde un hack and slash con toques roleros hasta un sandbox. Nos preguntamos sobre el papel del dragón en las batallas, si podríamos manejarlo o surcar los cielos montados en él. De todas las posibilidades, a nosotros lo que más placer nos producía, hasta empapar nuestros calzoncillos con agua de limón, era imaginar que el ScaleBound sería…
… Un RPG de acción de corte japonés tipo Dragon’s Dogma.
… Mundo abierto.
… Cooperativo a cuatro.
… Progresión del rubio de los cascos y del dragón.
… Poder volar con la bestia alada.
… Mucha exploración.
… Sistema de batalla divertido y variado con posibilidad de usar diferentes armas.
… Gráficos espectaculares.
Mientras veía el gameplay del ScaleBound en la GamesCom, mis ojos brillaban y mi corazón latía con una ardiente pasión que solo el aliento de fuego de un majestuoso dragón podría producir, ¡¡nuestros deseos se habían hecho realidad!! Como si el puto amo de Hideki Kamiya se hubiera convertido temporalmente en un ancestral Dios magnánimo que hubiera escuchado nuestros deseos más puros y hubiera decidido concedérnoslos.
Pienso que dentro de un año y medio los usuarios de Xbox One vamos a poder disfrutar de una auténtica obra maestra que será recordada en el mundo del videojuego por haber alcanzado la excelencia en todos los ámbitos. En el narrativo, en el jugable, en el diseño y en el técnico. Si ya en la pre-alpha el nivel gráfico hizo a muchos dudar si era una secuencia CGI, vimos muchas mecánicas jugables bastante apetecibles, nos asombramos con las posibilidades que nos ofrece el dragón, nos enamoramos del mundo diseñado por Platinum Games y un regocijo digno del propio Eros nos recorrió el cuerpo al saber que habría cooperativo para cuatro jugadores, con un año y medio más para desarrollar este pedazo de título, podríamos ver la perfección hecha videojuego en 2016.
ScaleBound era el título que le faltaba a Xbox One para alcanzar una diversidad envidiable en su catálogo de exclusivos, que se presenta sobrado tanto cualitativa como cuantitativamente para el presente año y el que viene. Aunque todavía falta mucho para jugarlo, yo ya estoy tan engorilado con lo que he visto que desde el pasado 4 de agosto a las 17:00 horas deseo que ésta se convierta en una franquicia exitosa con varias continuaciones.
Me va a costar esperar para blandir mi espada, impulsar mis flechas y quemar horribles bichos con mi dragón en el epiquísimo mundo de Draconis.
¡Qué ganas de saber más sobre el juego!