Esta semana en Los Misterios de Sera se continúa relatando pormenorizadamente la Batalla de Ephyra, una de las más importantes en la historia del Gears Of War.
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En la anterior entrega de Los Misterios de Sera abordé los primeros momentos de la Batalla de Ephyra. La ciudad humana estaba siendo invadida por las larvas, que habían aparecido en la mitad de la urbe gracias a una grieta en la meseta de granito. Los humanos apenas habían comenzando a movilizarse cuando…
[Varias horas después]
Alcantarillas de Ephyra
“-Si no tuviera reloj pensaría que han pasado semanas desde que comenzó todo esto y no dos horas -comentó el sargento Drew Rossi.”
“-Han pasado muchas cosas. No habíamos terminado de asumir nuestra derrota en Ilima y ahora estamos luchando desesperadamente por Ephyra -se lamentó Marcus Fénix.”
“-Cerrad la puta boca hostias -susurró Hoffman. Los locust podrían estar en la próxima esquina listos para cortar nuestros cuellos.”
Todos se callaron y siguieron inspeccionando el alcantarillado de la ciudad. Los poco más de 500 locust que lograron atravesar la meseta de granito habían salido por las estaciones de metro de la ciudad y nadie les había vendido el billete. Marcus Fénix, Víctor Hoffman, Drew Rossi, Lennard Parry y Slader habían decidido investigar con el fin de evitar que la situación se repitiese.
Consiguieron identificar el camino que las larvas habían usado para abrir una brecha desde las alcantarillas y así alcanzar la red de túneles del metro. Lo taparon haciendo estallar el techo que se encontraba justo arriba del agujero. Ahora estaban buscando el sitio por el que los locust habían accedido desde el subsuelo hasta la red de alcantarillado para sellarlo.
Llegaron a un punto en el que el camino se dividía en dos. Hoffman hizo señas para que se dividieran pero Marcus Fénix negó con la cabeza, lo que engoriló al coronel de la CGO que tomó aire para cagarse en todo. Antes de que pudiera hacerlo, Marcus señaló al suelo en dirección izquierda. Hoffman miró y observó que por el camino señalado el agua transcurría mucho más rápido, como si hubiera un agujero por el que estuviera cayendo. Entendió y ordenó a todos ir por allí.
Tras andar unos minutos llegaron a una brecha causada por una explosión. Lo habían encontrado. Hoffman ordenó a sus hombres reconocer el perímetro cercano para cerciorarse de que no había locust por ahí cerca. Una vez hecho se reunieron en la brecha.
“-Yo diría que este no es el aspecto normal de un agujero de emergencia. Las aristas de las paredes son muy irregulares y por lo que se puede ver desde aquí arriba hay tramos mucho más anchos que otros -señaló Rossi.
“-Anya, que venga un grupo de geólogos al alcantarillado custodiados por un pelotón de la Guardia de Ónice. Necesitamos que estudien la brecha por la que han llegado aquí. Dígales que el Mayor Alexander Reid no está aquí si se niegan. Corto.”
“-No podemos taparlo porque necesitamos que los geólogos lo investiguen antes. No podemos afrontar esta puta guerra sin saber si los locust son realmente capaces de atravesar la meseta de granito -explicó Hoffman”.
Esperaron unos minutos haciendo rondas por el alcantillado hasta que los Guardias de Ónice y los geólogos llegaron. En ese momento Hoffman y sus hombres salieron de las cloacas. El cabo Aigle les estaba esperando para desinfectarlos con una manguera conectada a una cuba de compuestos químicos.
“-Marcus y Drew, dirigíos a la posición del Pelotón Bravo para ayudar con la evacuación de los civiles que quedan. Nos informan que estamos perdiendo posiciones frente al empuje de las tropas comandadas por el General RAAM y debemos salvar a todos los civiles antes de ordenar la retirada al distrito administrativo. Contactad con control en cuanto lo hayáis hecho.”
Fénix y Rossi corrieron al encuentro con Dom, Tai y Jace. Finalmente las sospechas que albergaba Marcus cuando Hoffman le informó de un batallón de 500 locust acompañados de boomers en el sur de Ephyra, se hicieron presentes en la realidad: esas larvas eran solo un señuelo para que no vieran venir al General RAAM con su colosal ejército por el sur. Por suerte, gracias al reconocimiento aéreo que había decidido hacer con Bravo en un King Raven 9-6, Marcus pudo avisar de la situación a control una hora antes de que llegase el ejército de las larvas, lo que permitió la reorganización de las fuerzas militares humanas.
La CGO había movilizado a la Vigesimosexta Infanteria Real de Tyran y al Cuarto Batallón de la Infantería Ligera de Tyran, los dos cuerpos militares más numerosos que se encontraban en la ciudad, al frente sur para contener a la horda. Los soldados de los Cuarteles de las Barricadas Este y Oeste estaban evacuando a los civiles y protegiendo el Puente de Nassar Embry. Hacia allí se dirigían Marcus y Rossi.
Nada más llegar al puente les informaron que el Pelotón Bravo, al que ellos pertenecían, estaba luchando contra los últimos remanentes locust que habían aparecido por el metro, para permitir a los soldados evacuar a los últimos civiles que quedaban. Los dos compañeros salieron corriendo a la posición indicada. No tuvieron que pasar muchos minutos para oír disparos. Marcus y Drew sacaron sus lancers y comenzaron a oír las voces de sus compañeros por el comunicador.
“-Tenemos dos francotiradores en el edificio de enfrente, no sé exactamente en qué piso. No nos están dejando disparar por lo que no podemos contener a los doce locust que ya se están acercando por las coberturas -dijo Dom.”
“-Voy a tirar una granada de humo y… -alcanzó a decir Jace Stratton.”
“-No -expresó Marcus. Si los francotiradores están arriba y lanzas el humo a poca distancia para avanzar, en cuanto se disipe serás un blanco fácil, y si lo tiras lejos te volarán la cabeza mientas avanzas.”
“-Marcus y yo subiremos al edificio, mataremos a las putas larvas y todos juntos dispararemos a los locust que hay enfrente.”
“-Hacedlo cagando hostias, si siguen avanzando en menos de tres minutos los tendremos aquí y si les hacemos frente los francotiradores acabarán con nosotros -expresó Tai.”
Marcus y Drew dieron la vuelta a la manzana entre las coberturas para entrar por la parte de atrás y así evitar ser vistos. Rompieron una puerta y comenzaron a subir escaleras lo más sigilosamente que les permitía su rápido ritmo. El tiempo pasaba y con él las posibilidades de que sus compañeros salieran con vida de ésta. Al llegar al cuarto piso oyeron disparos de rifle. Comenzaron a avanzar más lentamente y tras subir las escaleras vieron a uno de los dos francotiradores apostado en la ventana. Se acercaron a él lentamente y cuando Rossi le puso el lancer a unos milímetros de su nuca para disparar, sintió un intenso dolor en la pierna y un peso en la espalda.
¡Un grupo de infames atacó a los gears! El elemento sorpresa se había ido al carajo y el francotirador se dio la vuelta y empezó a disparar. Tenían los infames encima y la lucha era frenética y caótica, no podían abrir fuego porque era probable que se dieran entre ellos. Marcus estaba acabando con la mayoría de los infames que le atacaban y sintió un hondo dolor en la pierna derecha; una bala del rifle se le había clavado apenas un par de centímetros en su muslo izquierdo gracias a que un infame y su armadura se habían interpuesto en su trayectoria. Agarró la bala con una de sus manos y se la sacó gritando de dolor. Invadido por la rabia cogió al último infame que quedaba y lo lanzó con fuerza hacia el enemigo, quién cayó por la ventana por la fuerza del impuso.
“-No podemos esperar más. ¡Vamos a atacar o nos masacrarán! -avisó Dom.”
Se asomaron por la ventana y vieron explotar la granada de humo de Jace mientras los tres comenzaron a disparar.
Marcus echó a correr hacia el siguiente piso, la azotea. Antes de abandonar la estancia le ordenó a Rossi que se apostase en la ventana y apoyase a sus compañeros.
Al llegar arriba Marcus vio a la larva concentradísima en volar la cabeza a uno de sus tres amigos. Sacó una granada de fragmentación de su bolsillo se la clavó en la espalda al francotirador para después darle una patada tan brutal que le partió la columna vertebral. El locust cayó en medio de la calle, muy cerca de las otras larvas y la explosión se llevó a la mitad de ellas a la oscura y gélida muerte. Ahora con el flanqueo de Marcus y Rossi, los otros tres miembros de Bravo pudieron disparar a placer, acabando con los últimos locust que quedaban dentro de la ciudad.
“-Tenemos que ir hacia el Puente de la Cancillería, ¡AHORA! -gritó Marcus histéricamente mientras bajaba las escaleras a toda velocidad. -¡Control! ¡Control! ¡Joder Anya contesta!”
“-¡Marcus! Me has sobresaltado, ¿qué pasa? -preguntó la Teniente.”
“- El puto General RAAM ha desviado un gran número de larvas hacia el Puente de la Cancillería. ¡Quieren encerrarnos en la ciudad para sitiarnos! -explicó Marcus mientras corría con sus compañeros hacia el puente.”
Anya contactó inmediatamente con el Coronel Hoffman y le explicó la situación. Después de cagarse en todo, dio la orden para que los soldados de la barricada oeste acudieran a apoyar al Pelotón Bravo ya que el resto de fuerzas tenían que seguir divididas luchando por una parte en la zona residencial para contener el avance de los locust y, por la otra protegiendo el Puente Nassar Embry por si se tocaba retirada y debían proteger la huida del Vigesimosexto y el Cuarto.
Marcus y su equipo estaban alcanzado el puente cuando observaron a un puñado de Guardias de Ónice batallando contra decenas de locust.
“-Mira Marcus, ¡no dejan de llegar! -señaló Dom.”
“-¡Daos prisa! -contestó Marcus Fénix sacando el lancer.”
Empezaron a recorrer el puente mientras veían como iban cayendo los Guardias de Ónice que habían sido destinados allí por Alexander Reid en una muestra más de su pésima labor como oficial militar, al no haber previsto que los enemigos podrían sitiar la ciudad y volar el único puente que conectaba Ephyra con el resto de Sera ahora que la horda estaba conquistando la zona sur.
Drew Rossi sacó una granada y se dispuso a lanzarla en apoyo del único Guardia de Ónice que quedaba haciendo frente a los enemigos. No les iba a dar tiempo a llegar y los locust estaban a punto de comenzar a transitar por el otro extremo del puente. Le quitó el seguro y apuntó. De repente sufrió un durísimo impacto y cayó al suelo. Alzó la mirada y vió a Dom con las rodillas flexionadas mirando hacia el cielo con la granada en su mano derecha. Antes de que pudiera preguntar qué cojones estaba haciendo, Dom lanzó la granada hacia arriba con todas sus fuerzas. Cuando había llegado al punto más alto de su trayectoria, justo antes de que la gravedad volviera a ganarle otra partida a la inercia, explotó.
“-¡Pedazo de soplapollas! -le soltó Dom a Rossi. Si la granada estalla en el puente ¿cómo cojones saldremos de la ciudad? ¡Le habríamos hecho el trabajo a los locust!
Marcus, Tai y Jace ya habían llegado a la posición del Guardia de Ónice. Kaliso tomó el control de una troika y se centró en reventar a los boomers. Jace y Marcus se pusieron uno a cada entremo del puente y comenzaron a disparar. El Guardia de Ónice aprovechó para coger el one shot y despachar varios locust con cada disparo. Dom y Rossi se unieron a la batalla.
“-La troika se ha quedado sin munición -avisó Tai Kaliso.”
“-¡Eh tú! gritó Marcus al Guardia de Ónice. Dispara a los boomers ahora que no tenemos troika. El one shot es lo que evitará que sus booms lleguen hasta aquí.
Dom puso la oreja en el suelo.
“-Muchachos ¿notáis la vibración? Algo grande se acerca -alertó.”
“-Serán los refuerzos -deseó Jace Stratton.”
“-No a menos que vengan imitando el sonido de las pisadas de un brumak todos a la vez -respondió Santiago”
“-¡Hay que joderse! -exclamó Marcus. Como aparezca un brumak por ahí estamos jodidos.”
Antes de que nadie más pudiera decir nada, vieron aparecer a un brumak cerrando las fuerzas enemigas que el General RAAM había enviado para hacerse con el control del Puente de la Cancillería.
Dom sacó su cuchillo y se acercó a una de las cuerdas que unían la zona más alta de puente con el suelo donde ellos estaban. La agarró con una mano y cortó la cuerda con la otra. Literalmente voló sobre los locust que se amontonaban en la entrada cayendo al suelo violentamente. Marcus y los demás vieron que cojeaba mientras corrían, probablemente se hubiera torcido el tobillo.
“-¿Qué coño vas a hacer? -inquisiró Marcus sin dejar de disparar.”
“- Vosotros solo encended la mecha ¿vale? -respondió Dom.”
La confianza que Marcus tenía depositada en Dom lo llevó a callarse y a esperar. Seguro que sus palabras tendrían sentido después de que hiciera lo que fuera que tenía pensado. Dom llegó hasta el brumak y de un salto evitó ser aplastado por sus pezuñas. Le clavó el puñal en la pierna y comenzó a escalar. El bicho comenzó a moverse frenéticamente impidiendo al soldado trepar. Santiago decidió rajarle una de sus patas de arriba a abajo para postrarlo en el suelo y poder ejecutar su plan. Una vez el brumak chilló de dolor e hincó una rodilla en la tierra, Dom apuñaló su mochila llena de combustible, que se desparramó a su alrededor.
Salió corriendo haciendo que el monstruo lo persiguera dejando un reguero de material inflamable tras de sí. Marcus entendió entonces lo que pretenddía su mejor amigo y le dijo al Guardia de Ónice que disparase con el one shot al combustible. Obedeciendo a Marcus, apuntó y disparó. Falló y el brumak estaba a punto de alcanzar a Dom, quién no podía moverse muy rápido a causa de la lesión en el tobillo.
Marcus se acercó al Guardia de Ónice agarrándolo por el casco.
“-¿Para esta mierda tanto entrenamiento secreto? Aparta coño.”
Cogió el arma y apuntó. Inflamó el comustible que en un instante alcalzó al Brumak provocando una sobrecogedora explosión. Sin tiempo para comporbar el estado de Dom, Marcus y los demás siguieron disparando a las decenas de locust que aún quedaban. Estaba a punto de agotarse la munición cuando los soldados de la barricada oeste llegaron. Marcus comprobó que apenas eran viente soldados. “¿Cuántas bajas habremos sufrido ya?” se preguntó a sí mismo.
La batalla del Puente de la Cancillería no estaba ganada todavía. Fénix siguió disparando cuando oyó algo por el comunicador, tras lo cual dejó de usar su lancer, se dio media vuelta y abandonó su posición decir nada.
Conocimientos
Taarg (II). El kantus contrahecho y dotado de una majestuosa inteligencia que desempeñaba el papel de espía de la Reina Myrrah, era un estratega a la altura del General RAAM. Cuando descubrió la existencia de una pequeña grieta en la meseta de granito, justo debajo de la zona residencial de Ephyra, ideó un plan que salvaría a la horda cuatro años después.
Sabiendo que Myrrah iba a acompañar al batallón de 500 drones y 20 boomers hasta la grieta, Taarg se llevó consigo a 10 shriekers entrados por él mismo que soltó por las alcantarillas y los túneles del metro con el fin de que recopilasen información y la transmitieran a sus dependencias en Nexus.
Fue así como el maestro espía logró obtener valiosísima información del enemigo que le sirvió a la reina en varias ocasiones para adelantarse o resistir mejor de lo esperado los envites de la CGO. El mayor éxito de esta operación de la inteligencia locust fue cuando apenas unas horas antes del ataque de la Bomba de Masa Ligera, Taarg se enteró y avisó a la Madre de los Locust, quién comenzó a dividir a sus hijos entre varios asentamientos por toda la hondonada sin explicarles lo que pasaba para que no cundiera el pánico. De esta manera, al no saber dónde iban a atacar, Myrrah se aseguraba de que el ataque solo afectaría a una pequeña parte de su ejército. Por eso cuando comienza el Gears Of War 2 nos sorprendemos de la cantidad de locust que todavía quedan vivos.
Curiosidades
¿Sabías que…
… el sargento Drew Rossi propuso usar lanzallamas en las alcantarillas para hacer frente a los enemigos que pudiera haber y el Gerente Slader se opuso por el peligro que supondría una explosión masiva en las tuberías de gas de toda Ephyra?
… Slader era el Gerente de la Empresa Pública Tyran National Utilities, la cual se encargaba del mantenimiento y buen funcionamiento de las alcantarillas de Ephyra incluso después del Día de Emergencia?
… la grieta que descubrieron los locust solo fue usada en la Batalla de Ephyra y que, pese a los intentos de la horda, el gusano perforador era incapaz de agrandarla?
#FIN NOVENA ENTREGA
No te pierdas el próximo jueves la siguiente parte de Los Misterios de Sera. ¿A dónde habrá ido Marcus? ¿Por qué ha dejado abandonados a sus compañeros comprometiendo la vida de cientos de miles de personas? ¿Conseguirá la horda locust hacerse con el control de Ephyra?
Entregas anteriores de Los Misterios de Sera
- Primera entrega sobre las Guerras de Péndulo.
- Segunda entrega sobre la Reina Myrrah.
- Tercera entrega sobre la instalación secreta de Nueva Esperanza.
- Cuarta entrega sobre Dominic Santiago.
- Quinta entrega sobre el General RAAM y Skorge.
- Sexta entrega sobre las armas de la CGO (I) [Lancer, Retrolancer y Gnasher].
- Séptima entrega sobre las armas de la CGO (II) [Pistola de Cañón Corto, Rifle de Francotirador y Martillo del Alba].
- Octava entrega sobre la Batalla de Ephyra (I)
Relatos ambientados en el universo Gears Of War protagonizados por el Escuadrón Furia
En SoloXboxOne hemos publicado ya doce entregas de los relatos que cuentan las aventuras de los aguerridos soldados de la organización militar de élite conocida como el Escuadrón Furia. Tras unas semanas en las que hemos movido el día de publicación, avisamos a nuestros lectores que, ya desde la semana pasada, los relatos no faltarán a su cita, que será los sábados por la tarde. A continuación os enlazamos los relatos publicados por si os habéis perdido alguno u os apetece comenzar a leerlos.
– La Salvación de Ilima
– Un Descubrimiento que Cambiará el Mundo