La presión del mercado de la memoria y la demanda de la IA empiezan a afectar a los planes de hardware.
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La próxima generación de consolas podría no llegar cuando muchos esperaban. Según nuevas informaciones procedentes de la industria, Xbox y PlayStation estarían valorando retrasar el lanzamiento de sus futuras consolas debido al fuerte aumento del precio de la memoria RAM, un componente insustituible en cualquier sistema de nueva generación.
Durante las últimas semanas ya se había hablado de posibles subidas de precio en Xbox Series, pero ahora el problema apunta más lejos. De acuerdo con fuentes citadas por Tom Henderson, los fabricantes de consolas están debatiendo internamente si mantener la ventana actual prevista para 2027–2028 o posponerla para ganar tiempo.
La escasez de RAM pone en jaque los planes de la nueva generación
El motivo principal es la disponibilidad y el coste de la RAM, un mercado que se ha visto completamente tensionado por la explosión de la inteligencia artificial. La demanda de memoria para centros de datos, servidores y sistemas de IA ha provocado que los precios de los módulos de RAM se disparen en varios cientos de por ciento en solo unos meses, según las mismas fuentes.
- Ante este escenario, la industria estaría considerando esperar a que los fabricantes de memoria amplíen su infraestructura y estabilicen la producción. El objetivo sería doble: evitar consolas con precios excesivamente altos y garantizar un suministro suficiente para un lanzamiento global sin limitaciones severas de stock.
Además, el informe apunta a que, si la situación no mejora, las consolas de nueva generación podrían llegar con precios muy elevados, algo que preocupa seriamente a Xbox y PlayStation tras una generación ya marcada por subidas de precio y ajustes en varios mercados. Por ahora no hay decisiones cerradas ni anuncios oficiales, pero el mensaje es claro: la nueva generación dependerá menos del diseño o la potencia y más de cómo evolucione el mercado de la memoria en los próximos años. Si la RAM no se abarata, el salto generacional podría hacerse esperar.

