El Gobierno admite que no sabe cómo clasificar ni cobrar el impuesto a videojuegos “violentos”.
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El debate sobre el impuesto a los videojuegos en México da un giro inesperado. Claudia Sheinbaum ha confirmado que no se aplicará finalmente el gravamen del 8% a los videojuegos considerados “violentos”, a pesar de que la medida llegó a figurar en la Ley de Ingresos. La razón no es política, sino práctica: el propio Gobierno reconoce que no sabe cómo cobrarlo.
Según explicó la presidenta, el problema va mucho más allá de un ajuste técnico puntual. El Ejecutivo se ha encontrado con un escenario imposible de gestionar dentro del actual ecosistema digital, lo que ha llevado a congelar la medida antes de su puesta en marcha.
El impuesto a videojuegos se queda en el papel por falta de criterios claros
Sheinbaum fue clara al señalar los principales obstáculos: no existe una forma objetiva de determinar qué videojuego es violento y cuál no, quién debería tomar esa decisión, con qué criterios y cómo evitar la arbitrariedad en el proceso. A esto se suma un factor clave: muchos videojuegos actuales funcionan como servicios en línea, con contenidos que cambian constantemente, actualizaciones frecuentes y mecánicas dinámicas que hacen inviable una clasificación fiscal estable.
- Ante este escenario, el Gobierno mexicano ha optado por no aplicar el impuesto, aunque formalmente siga recogido en la Ley de Ingresos. En su lugar, se apuesta por campañas dirigidas a jóvenes y adolescentes centradas en temas como adicciones y construcción de la paz, alejándose (al menos por ahora) de una vía recaudatoria directa.
La propuesta había generado un rechazo notable dentro de la comunidad gamer, no solo por el impacto económico, sino por el enfoque de fondo. Muchos jugadores y profesionales del sector consideraron problemático asociar videojuegos de forma directa con violencia o adicción, calificando la medida de simplista y desconectada de la realidad del medio. El episodio deja en evidencia las dificultades de regular el entorno digital sin un conocimiento profundo del sector y sus particularidades.

