Netflix se planta: Warner Bros. Games “no añade valor” en la negociación por Warner.
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El movimiento empresarial que rodea a Warner lleva semanas generando inquietud, pero lo que se ha conocido en las últimas horas resulta todavía más llamativo. En medio de un proceso de compra multimillonario, uno de los gigantes del entretenimiento ha explicado que parte del paquete ni siquiera fue considerada en la valoración inicial. Una decisión que sorprende por el historial comercial que acompaña a algunos de los proyectos implicados.
La declaración procede directamente de la dirección de la compañía interesada en la adquisición, y deja entrever una postura muy distante respecto al papel de los videojuegos dentro del futuro del conglomerado. Un mensaje que ha encendido las alarmas entre estudios, empleados y seguidores de varias franquicias muy conocidas.
Netflix no valora la división de videojuegos de Warner Bros.
Durante una llamada con inversores, Gregory Peters, codirector ejecutivo de Netflix, afirmó que la empresa “no atribuyó ningún valor” a Warner Bros. Games dentro de su oferta de 83.000 millones de dólares. Según sus palabras, el área de videojuegos es “relativamente menor en el gran esquema” del negocio, motivo por el que no influyó en la cifra final presentada.
El comentario choca con los resultados recientes de la propia división. Hogwarts Legacy fue el juego más vendido de 2023 en Estados Unidos, superando incluso a Call of Duty y alcanzando más de 34 millones de unidades vendidas durante su primer año. A eso se suman franquicias de enorme peso como Batman Arkham, Mortal Kombat o los juegos de LEGO, que históricamente han movido cifras envidiables. Pese a todo, Netflix ha decidido no tomar en cuenta ese rendimiento económico.
Una situación que viene de atrás
La situación se agrava si se recuerda que la plataforma lleva años intentando encontrar su lugar en el sector del videojuego, un camino marcado por proyectos cancelados, cambios de rumbo y un repliegue total hacia el mercado móvil. Ese historial explica por qué ahora afronta la compra con una mirada tan limitada, pero también revela una falta de visión respecto al potencial real de las licencias involucradas.
Peters comentó que ven oportunidades gracias a nombres como Harry Potter o Batman, pero dejó claro que cualquier uso estaría alineado con lo que la compañía ya desarrolla: juegos casuales y centrados en dispositivos móviles. Esto deja en el aire el futuro de estudios con décadas de experiencia y de sagas que, durante años, marcaron el estándar del sector.
La lectura dentro del sector es evidente. Si no se asigna valor a franquicias como Arkham, LEGO o Mortal Kombat, difícilmente se puede esperar un impulso para proyectos de gran escala o el regreso de sagas como Shadow of Mordor o F.E.A.R.. Para muchos, es una señal preocupante del papel que podrían jugar los desarrolladores de Warner si la adquisición sigue adelante bajo estos términos.
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