Analizamos el nuevo RPG de Obisdian, nada más y nada menos que la secuela de The Outer Worlds.
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Lo confieso: con The Outer Worlds 2 tenía las expectativas altas. El primer juego ya me pareció una pequeña joya, y viendo la trayectoria reciente de Obsidian, era fácil pensar que esta secuela iba a estar a la altura. Lo que no esperaba es que fuera tan redonda. He estado jugando en Xbox Series X, y desde los primeros minutos se nota que este estudio está en un momento de forma espectacular tras Avowed a comienzos de año y ahora, la secuela de The Outer Worlds.
Obsidian lo tenía más fácil, sí. La base del primer The Outer Worlds ya era excelente, y bastaba con afinarla para brillar. Pero en lugar de quedarse ahí, el estudio ha apostado por evolucionar todo: el tono, el combate, la exploración, el rol, las conversaciones… y el resultado es un juego más completo, más inmersivo y, sobre todo, mucho más ambicioso. En algunos momentos, me atrevería a decir que The Outer Worlds 2 se siente más “espacial” que Starfield en su propio terreno.
Esta nueva entrega no busca reinventar nada, pero sí perfeccionar todo. Obsidian ha conseguido que la experiencia de ser comandante de una nave y gestionar una tripulación se sienta viva, con misiones que se entrelazan de forma natural y personajes que respiran carisma. La narrativa conserva el toque sarcástico y crítico que caracteriza al estudio, pero también sabe ponerse seria cuando toca. Y eso, en un RPG, vale oro.
Apartado técnico
A nivel técnico, The Outer Worlds 2 luce muy bien en Xbox Series X. El salto gráfico respecto al primero es evidente: los escenarios son más amplios y detallados, los efectos de iluminación están muy trabajados y la dirección artística sigue siendo inconfundible, con ese aire de ciencia ficción de serie B que tan bien sabe usar Obsidian.
Las animaciones faciales han mejorado notablemente, las armas tienen más peso visual y los entornos son mucho más ricos en detalles, especialmente en zonas urbanas y laboratorios. También se nota el trabajo en la densidad de los planetas: ahora hay más vida, más movimiento y una sensación de escala más lograda.
El rendimiento en Xbox Series X es excelente. El juego se mantiene estable a 60 imágenes por segundo en casi todo momento, sin caídas destacables, incluso en los combates más cargados de partículas o cuando usas habilidades especiales. En el modo de calidad, la resolución alcanza el 4K nativo y la nitidez de las texturas es sobresaliente.
Otro punto destacable es la optimización del audio. El trabajo de sonido es sensacional: las armas suenan contundentes, las explosiones tienen un eco realista y las voces de los personajes encajan a la perfección con el tono del juego. El doblaje llega en inglés, pero con textos en español y también localización al español latinoamericano, algo que sin duda agradecerán los jugadores de ambos lados del Atlántico.
En conjunto, el apartado técnico transmite esa sensación de producto pulido que Obsidian ha alcanzado en su madurez. No es un juego que busque deslumbrar por todo lo alto su envoltorio, sino uno que apuesta por coherencia artística y estabilidad, y en ambos frentes cumple con creces, además funcionando con Unreal Engine.
Jugabilidad
La jugabilidad es donde The Outer Worlds 2 demuestra que Obsidian sigue siendo uno de los grandes nombres del RPG. Desde la creación de personaje ya se percibe un salto de ambición. El nuevo editor permite diseñar una build con muchas más posibilidades, y el sistema de habilidades y especializaciones ofrece auténtica libertad para moldear tu estilo de juego.
Puedes ser un diplomático persuasivo, un ingeniero que hackea sistemas y evita conflictos, o un francotirador que soluciona las cosas a su manera. Y lo mejor es que las decisiones se sienten reales: cada conversación puede llevarte a un desenlace distinto, cada elección tiene consecuencias, y cada misión puede resolverse de múltiples formas.
Las conversaciones vuelven a ser uno de los grandes pilares del juego. Siguen siendo ingeniosas, llenas de matices y con ese sentido del humor tan característico del estudio. Hay diálogos que recuerdan a los mejores momentos de Fallout: New Vegas, y otros que sorprenden por su humanidad. Además, se ha incrementado el número de opciones alternativas para resolver conflictos, lo que hace que cada jugador tenga una experiencia distinta.
En cuanto al combate, ha dado un salto importante. Sigue teniendo la base del original, pero todo se siente más ágil y orgánico. Los tiroteos son más intensos, el uso de habilidades tiene un peso real y los enemigos son más variados. Hay más armas, más efectos y una IA que responde mejor a tus acciones. La sensación de control es inmediata, y se nota que Obsidian ha trabajado para que cada disparo se sienta más preciso.
Los compañeros también han ganado protagonismo. Cada uno tiene su propia historia, motivaciones y habilidades especiales que pueden cambiar el rumbo de los combates o las conversaciones. Formar un equipo equilibrado y conocerlos bien es parte esencial de la experiencia, y de hecho, su desarrollo personal está mucho más cuidado que en el primer juego.
La estructura de The Outer Worlds 2 sigue siendo semilineal, con planetas y zonas amplias conectadas entre sí. No es un mundo abierto en el sentido estricto, pero sí un universo que te invita a explorar y experimentar, con misiones que se entrelazan y recompensan la curiosidad. Es un juego que se disfruta sin prisas, absorbiendo cada conversación, cada decisión y cada rincón del mapa.
Duración
En cuanto a duración, The Outer Worlds 2 no busca abrumar con cientos de horas de contenido vacío, sino ofrecer una aventura densa, coherente y con ritmo. Dependiendo de tu estilo de juego, la campaña principal puede rondar entre 20 y 30 horas, aunque es fácil superar las 50 si te pierdes en las secundarias y te dejas llevar por las historias de los compañeros.
No hay una “duración ideal”, porque este tipo de RPG se disfruta al ritmo de cada jugador. La estructura por planetas y facciones hace que siempre tengas algo interesante que hacer, y rara vez te sientas perdido o desconectado de la trama principal. Además, las decisiones importantes invitan a rejugarlo, algo que sin duda muchos harán.
El progreso se siente natural: las mejoras de armas, el desarrollo de habilidades y la evolución de los compañeros aportan una sensación de avance constante sin recurrir a la repetición. Es un RPG que premia la exploración, la observación y la paciencia, no el correr por llegar al final.
Conclusión
The Outer Worlds 2 no es solo una secuela, es la confirmación del talento de Obsidian. Han tomado todo lo que funcionó en el original y lo han perfeccionado con criterio, cariño y una ambición palpable. Es un juego que se nota hecho por gente que ama el rol, que entiende lo que significa tomar decisiones y que sabe equilibrar humor, crítica social y ciencia ficción con un estilo propio.
Es un título que no pretende competir con los grandes por tamaño o escala, sino por calidad narrativa, ritmo y coherencia. Y en eso, gana por goleada. He disfrutado cada conversación, cada decisión y cada combate. Obsidian ha conseguido que la secuela no se limite a repetir fórmula, sino que amplíe el universo, mejore la jugabilidad y refuerce su identidad. En un año cargado de lanzamientos, este juego tiene todas las papeletas para colarse entre los imprescindibles.
The Outer Worlds 2 es uno de los grandes RPG de 2025. Si te gustó el primero, este te encantará. Y si no lo jugaste, es el mejor punto de entrada posible. Obsidian vuelve a brillar, y lo hace con un juego que demuestra que los buenos RPG todavía tienen mucho que decir.
Agradecemos a Xbox España el material ofrecido para poder realizar este análisis.
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Apartado Técnico90/100
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Jugabilidad91/100
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Duración90/100
Lo mejor
- La libertad de decisiones, real y con impacto tangible en el mundo.
- Los compañeros y sus historias, más profundos y humanos que nunca.
- El tono y el humor, marca de la casa, con momentos memorables.
Lo peor
- Algunos planetas secundarios son algo más vacíos en comparación.
- La IA enemiga, aunque mejorada, aún puede ofrecer más variedad táctica.







