Analizamos para Xbox uno de los juegos más sorprendentes de este final de año, Hell Is Us.
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A finales de mayo tuve la oportunidad de probar Hell Is Us en un evento de Nacon en París, y desde aquel momento supe que este título tenía algo especial. A pesar de no tener detrás un nombre tan conocido como otros lanzamientos del año, me dio la sensación de que podía ser uno de esos juegos que sorprenden a quien se atreve a darle una oportunidad. Ahora, con su lanzamiento este 4 de septiembre, llega el momento de analizarlo en su versión final para Xbox Series X.
Lo que propone Hell Is Us es sencillo de explicar, pero difícil de ejecutar: una aventura de acción en tercera persona que no se apoya en las fórmulas más tradicionales del género. No hay mapa, ni una guía que te indique el cámino, ni lista interminable de misiones que nos lleven de la mano. Aquí hay que seguir los instintos, leer el entorno y aceptar que perderse es parte de la experiencia. Y lo cierto es que, aunque no es un juego perfecto, tiene suficientes aciertos como para dejar huella.
Apartado técnico
En lo visual, Hell Is Us cumple con nota. No es un portento gráfico comparable a los gigantes del género, pero en Xbox Series X ofrece una presentación más que sólida. Cuenta con dos modos gráficos: calidad y rendimiento. Personalmente, recomiendo el modo rendimiento, ya que mantiene una fluidez más constante y aporta mayor comodidad en los combates, donde cada frame cuenta. La opción de calidad mejora algo la iluminación y el detalle ambiental, pero creo que la experiencia general brilla más priorizando los 60 FPS. Al final, cada jugador podrá elegir el modo que prefiera, pero en mi caso el modo rendimiento ha sido la mejor forma de jugar.
Los escenarios tienen un diseño cuidado, con un tono oscuro y melancólico que refuerza la ambientación de un país asolado por la guerra civil y una extraña plaga sobrenatural. Las criaturas que aparecen en el mundo que son nuestros enemigos están bien construidas, con diseños originales que logran transmitir amenaza desde el primer encuentro. Se nota un buen trabajo en animaciones y en el impacto de los combates, que son intensos y brutales. Además, para darle más espectáculo al combate, muchos enemigos sacarán un núcleo de su interior con el que combates se intensificarán de una manera brutal y contarán con un punto de estrategia que mejorar por momentos.
En lo sonoro, el juego llega con textos traducidos al español y voces en inglés. El doblaje cumple y la localización de los subtítulos es correcta, lo que facilita seguir la trama sin problemas. Los efectos de sonido en combate y la banda sonora ambiental ayudan a reforzar esa sensación de peligro constante.
Jugabilidad
Aquí es donde Hell Is Us realmente se diferencia de otros juegos del género. No hay mapa, indicadores ni marcadores que te indiquen dónde ir. Cada misión requiere leer pistas, observar el entorno y, en general, usar tu intuición para progresar. Puede que al principio resulte desconcertante, pero cuando te acostumbras descubres que forma parte de la propuesta: no se trata de que el juego te guíe, sino de que seas tú quien descubra.
El combate es exigente y directo. Contamos con un abanico de armas cuerpo a cuerpo como espadas, hachas, espadones y lanzadas, todas ellas diseñadas específicamente para enfrentarse a las criaturas sobrenaturales repartidas por todos los mapas. Cada arma puede mejorarse con el uso, y es fundamental aprender sus patrones de ataque y defensa para sobrevivir. Aquí no vale machacar botones: Hell Is Us te obliga a jugar con cabeza, a medir los tiempos y a aprovechar cualquier ventaja.
En este caso, aunque pueda tener una estética, Souls, no es un juego de este género, tendremos que esquivar golpes, bloquear y atacar. También contamos con barra de vida y de estamina, pero ahí se acaban las similitudes. Hell Is Us no ofrece su propia profundidad en el combate, con toques muy diferentes en ritmo a lo que podemos ver en juego de estilo Souls. Quien piense jugarlo como si así fuera se llevará un chasco, ya que estamos delante de una propuesta muy diferente y si tenéis dudas, os recomiendo probar la demo que tenéis disponible en la Store que es bastante representativa.
El dron que nos acompaña se convierte en un aliado imprescindible. Puede leer inscripciones, revelar información del entorno y apoyarnos en el combate. Aunque no se convierte en un atajo fácil, sí aporta variedad y una capa extra de estrategia que evita que las luchas se vuelvan repetitivas. La exploración está dividida en mapas semiabiertos. No hablamos de un mundo abierto gigantesco, sino de áreas amplias que podemos recorrer y conectar entre sí mediante un sistema de transporte automático. Esto, lejos de ser una limitación, consigue que cada zona esté diseñada con intención, donde tendremos que revelar acertijos, encontrar pistas y objetos para profundizar en la historia, sin que todo sea demasiado bestia ni agobiante por su tamaño.
Lo que más me ha gustado es que el juego no regala nada. Es duro, exigente, y aunque cuenta con varios niveles de dificultad para evitar la frustración, siempre mantiene esa sensación de que avanzar depende únicamente de ti y de tu capacidad para adaptarte.
Duración
La campaña principal de Hell Is Us puede durar en torno a 18-20 horas, dependiendo de cómo afrontes las misiones y de cuánto te detengas en explorar cada zona. Al no haber marcadores ni indicaciones, es normal que pierdas tiempo buscando la manera de avanzar, y eso alarga la experiencia de forma natural.
La rejugabilidad está en cómo afrontas cada enfrentamiento, qué armas decides mejorar y en la exploración de las diferentes áreas. No es un título infinito ni está pensado para extenderse con relleno, pero sí ofrece suficiente contenido para sentirse completo y satisfactorio.
Conclusión
Hell Is Us es una grata sorpresa dentro del panorama actual. No intenta competir con los gigantes del género a base de espectacularidad, sino que apuesta por una fórmula distinta: un sistema de exploración que confía en el jugador, combates exigentes que no permiten distracciones y una ambientación que mezcla la crudeza de una guerra civil con lo sobrenatural de unas criaturas imposibles.
No es un juego perfecto: tiene sus limitaciones técnicas y, en algunos momentos, puede sentirse repetitivo o duro. Pero también es un título valiente, que decide no darte todo hecho y que te pide involucrarte de verdad. Y eso, en un mercado donde muchos juegos parecen cortados por el mismo patrón, es algo digno de celebrar.
Si buscas un reto distinto, un juego que te obligue a observar, a pelear con cabeza y a implicarte en cada paso, Hell Is Us es un título que merece tu atención. Puede que no lo esperases, pero aquí hay un tapado que tiene mucho que decir este año.
Agradecemos a Nacon el material ofrecido para poder realizar este análisis.
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Apartado Técnico88/100
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Jugabilidad91/100
Lo mejor
- Una experiencia única donde no te regalan nada
- El sistema de combate es muy divertido
- Historia y desarrollo, interesante desde los primeros compases
Lo peor
- Puede ser duro para quien le gusten las aventuras más guiadas
- Más variedad de enemigos aportaría frescura en algunos momentos







