Analizamos el esperado, Mafia: The Old Country, una juego que no te dejará indiferente.
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Han pasado casi nueve años desde Mafia III, y aunque la espera ha sido larga, Mafia: The Old Country no se siente como una simple secuela. Es una vuelta a las raíces de la franquicia, un regreso cinematográfico al corazón del crimen organizado, con todo el aroma del Mediterráneo y la brutalidad de una época sin reglas. En esta entrega, encarnamos a Enzo Favara, un joven marcado por la miseria y los trabajos forzados que sueña con ascender en la jerarquía criminal de la familia Torrisi. Su camino, como puedes imaginar, no es precisamente limpio.
Hangar 13 apuesta por una experiencia lineal, pero muy pulida, enfocada al drama, la violencia y la traición. The Old Country no solo amplía el universo de Mafia, sino que también lo reinventa desde sus cimientos, trasladándonos a la Sicilia de principios del siglo XX con un enfoque más crudo, más cercano y más inmersivo que nunca. Un juego que se disfruta como si fuera una película de mafiosos jugable, con todos los ingredientes del género.
Apartado técnico
Lo primero que sorprende es lo vivo que se siente el mundo, a pesar de su enfoque lineal. The Old Country despliega escenarios muy variados: desde pueblos de piedra castigados por el sol hasta criptas subterráneas, campos de viñedos, bosques, y callejones húmedos donde la tensión se palpa. A nivel visual, no reinventa la rueda, pero consigue una ambientación sólida y coherente, con un diseño artístico que respira autenticidad por cada rincón.
Visualmente, el juego me ha sorprendido más de lo que esperaba. La iluminación juega un papel crucial: desde las sombras que proyectan los callejones empedrados hasta los reflejos en los charcos tras una tormenta, todo está cuidado al detalle. La ambientación de la Sicilia de principios del siglo XX se siente viva y creíble, con una dirección de arte que no solo recrea la época, sino que la hace palpable. Además, Mafia: The Old Country se mueve con una fluidez en todo momento, algo que se agradece, incluso en secuencias con mucha acción o efectos en pantalla. Todo esto refuerza esa sensación de estar viviendo una película de mafiosos desde dentro. Un detalle que no me ha gustado tanto, es que las escenas de vídeo están capadas a 30 imágenes por segundo, al igual que el uso de los bordes negros, seguramente es una decisión de diseño, pero en lo personal, prefiero que no se usen.
La iluminación, el uso de filtros cinematográficos, la física en los combates y los efectos de partículas en explosiones o impactos están bien integrados. Eso sí, hay algunos altibajos técnicos: ciertas texturas tardan en cargar puntualmente y la IA puede tener comportamientos algo erráticos en espacios cerrados. Nada grave, pero se nota que no es una superproducción al nivel de otros AAA. Aun así, el conjunto funciona.
En lo sonoro, el juego brilla con personalidad: desde la música que mezcla instrumentos tradicionales con tensión orquestal, hasta los efectos secos de las armas blancas, el crujido de huesos en los combates cuerpo a cuerpo o el rugido de las escopetas. Las voces en inglés e italiano están muy bien trabajadas, y la localización del juego al español es sobresaliente, sin duda, te mantiene dentro del mundo que te envuelve en todo momento, pudiendo desactivar los subtítulos para convertirlo en una experiencia todavía más inmersiva. En general, se nota cariño en la ambientación sonora y en cómo se acompaña la acción con dramatismo sin excesos. Con una historia que comienza de manera lenta y que poco a poco va subiendo de intensidad hasta llegar a su punto álgido, para ya no bajar hasta que finalizas el juego
Jugabilidad
Mafia: The Old Country apuesta por un enfoque más directo, con combate crudo y letal. Aquí no hay coberturas automáticas ni regeneración de salud: cada decisión cuenta, y cada error se paga caro. El sistema de combate mezcla cuerpo a cuerpo con armas de fuego, y aunque no es tan pulido como en otros shooters o beat’em ups, tiene identidad propia. El uso de cuchillos, navajas o incluso emboscadas silenciosas aporta variedad y tensión. La munición escasea, y eso obliga a improvisar, a medir cada enfrentamiento y a no confiarse jamás. Tendrás que afilar tus navajas para poder seguir haciendo uso de ellas. De esta manera puedes abrir cajas de botín.
Para curarnos tendremos que hacer uso de vendajes y contaremos con una selección de armas variada que podremos elegir con la cruceta. Para conseguir munición, aparte de la que encontramos por los escenarios, también se la podremos robar a los enemigos abatidos, algo muy útil para cuando estás en combate. Nos podremos cubrir al más puro estilo Gears Of War, aunque los anteriores juegos de la saga Mafia, ya lo hacían, en este, todavía queda un poco de trabajo, para que las animaciones y el uso de coberturas sea un poco más orgánico y no se sienta forzado. Aunque nosotros podremos decidir en muchas ocasiones si queremos ir más a saco o si queremos combatir de manera más estratégica de cobertura en cobertura, no termina de ser perfecto.
Uno de los puntos más interesantes es el sistema de “instintos” de Enzo, que nos permite detectar enemigos cercanos y planificar mejor los movimientos. También se agradece el uso de amuletos, con efectos especiales que pueden marcar la diferencia en momentos clave. Todo el juego está pensado para transmitir esa sensación de estar en inferioridad, de moverte con miedo y determinación a partes iguales.
Uno de los aspectos más atractivos de Mafia: The Old Country es cómo se adapta al contexto histórico a través de su sistema de transporte. Nuestro medio principal será el caballo, que no solo se convierte en una herramienta esencial para movernos por los caminos rurales o escapar a toda velocidad, sino que también se puede personalizar y mejorar. A medida que avanzamos, es posible ganar dinero en distintas misiones o actividades para comprar nuevos caballos, armas más potentes y amuletos especiales con efectos jugables. También hay vehículos de la época, como automóviles de principios del siglo XX, que, pese a su tosquedad, resultan sorprendentemente divertidos de conducir y aportan variedad en misiones donde la velocidad y la persecución marcan el ritmo. Todo esto suma una capa de progresión y personalidad que enriquece la experiencia.
Además, los enfrentamientos no siempre se resuelven a tiros. Hay decisiones contextuales, opciones para el sigilo, y enfrentamientos con cuchillo que se sienten especialmente personales. La tensión es constante, y aunque el control puede ser un poco tosco en espacios reducidos, la crudeza del combate acaba siendo parte de su encanto.
Duración
La campaña principal tiene un ritmo muy medido. Es una experiencia lineal, sí, pero muy bien narrada y sin relleno. En unas 10–13 horas puedes llegar al final, aunque si te detienes a explorar, buscar objetos y recorrer cada rincón del juego, el tiempo se puede alargar un poquito más. Además, el precio ajustado (49,99 €) lo convierte en una propuesta atractiva para quienes buscan una experiencia intensa pero contenida.
No es un juego diseñado para perderte durante meses, pero sí para dejarte huella. La historia de Enzo Favara es de las que se queda contigo, y el enfoque cerrado ayuda a centrarlo todo en los personajes, las traiciones y las decisiones que marcarán el destino del protagonista.
Conclusión
Mafia: The Old Country no pretende reinventar el género ni competir con superproducciones de mundo abierto. Lo que hace, lo hace con firmeza: contar una historia cruda, intensa y cinematográfica, ambientada en un periodo pocas veces explorado en los videojuegos. Es un título que se siente auténtico, maduro y bien construido, ideal para los que echan de menos juegos de acción narrativa con una fuerte carga dramática.
Hangar 13 ha sabido rendir homenaje a los orígenes de la saga sin renunciar a una visión propia, y el resultado es uno de esos juegos que no necesitan ser enormes para ser memorables. Enzo Favara no es Vito Scaletta ni Tommy Angelo, pero su historia merece ser contada. Y jugada.
Agradecemos a 2K Games el material ofrecido para poder realizar este análisis.
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Apartado técnico92/100
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Jugabilidad93/100
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Duración85/100
Lo mejor
- Ambientación cinematográfica: recrea la Sicilia de 1900 con mimo, detalle y una dirección artística sobresaliente.
- Historia envolvente: el descenso de Enzo en el crimen organizado está narrado con fuerza y autenticidad.
- Precio reducido, doblaje en español y sin relleno.
Lo peor
- Linealidad marcada: aunque es intencional, puede dejar con ganas de más libertad o exploración entre misiones.
- IA enemiga irregular: algunos enemigos reaccionan con torpeza en ciertos tiroteos o se quedan expuestos sin lógica.







