Un título adelantado a su tiempo que sigue siendo recordado por su estilo único y su multijugador frenético.
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Blur, el aclamado juego de carreras arcade de Bizarre Creations, cumple hoy 15 años desde su lanzamiento original en Xbox 360 y otras plataformas. Un título que combinaba el caos de los power-ups con físicas realistas y una estética cercana al automovilismo moderno, y que a día de hoy sigue siendo uno de los grandes olvidados del catálogo de Activision Blizzard.
Su llegada al servicio Xbox Game Pass sería el homenaje ideal, especialmente ahora que Microsoft controla la mayoría de los derechos de publicación tras la adquisición de Activision. Pero la realidad es más complicada.
Un clásico arcade con licencias bloqueadas y un legado truncado
El gran obstáculo para que Blur llegue a Game Pass o sea retrocompatible en Xbox Series es el mismo que afecta a otros juegos de carreras de la época: licencias de vehículos, marcas y música que han expirado. Esto impide que se relance de forma oficial salvo que se renegocien o se reedite el juego con contenido alterado, algo que Activision nunca ha considerado rentable.
Además, Blur fue uno de los últimos títulos desarrollados por Bizarre Creations, estudio responsable también de Project Gotham Racing, antes de su cierre en 2011. Su cancelación dejó huérfana a una comunidad que encontró en Blur una experiencia arcade intensa, con un modo online brillante que mezclaba estrategia y agresividad como ningún otro juego del género.
Hoy, en 2025, Blur sigue vivo en la memoria de quienes lo jugamos. Y aunque su llegada a Game Pass parece poco probable por ahora, muchos aún sueñan con una reedición o una secuela espiritual que recupere esa esencia perdida. Porque si algo ha demostrado este aniversario, es que Blur fue mucho más que un experimento arcade: fue un icono adelantado a su tiempo.
