El último gran evento gaming del año nunca está exento de polémicas.
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Si bien de manera particular, la comunidad de Xbox siempre ha estado descontenta con los métodos de The Game Awards y las constantes demostraciones de su máximo responsable, Geoff Keighley, de su claro favoritismo hacia todo lo proveniente de PlayStation, este año posiblemente tengamos una nueva oportunidad de ver como se “adaptan” las normas, tiempos y todo lo que haga falta para volver a beneficiar más a una parte que otra. Aunque luego públicamente se niegue todo.
Porque el cambio es importante, según reporta la propia web de los The Game Awards, en el apartado de preguntas frecuentes, ahora los DLCs, expansiones, Remasters y Remakes, son elegibles para su nominación en cualquiera de las categorías, habilitando que, por ejemplo, entren títulos como la expansión de Elden Ring, Shadow of the Erdtree, la de Starfield, Shattered Space o incluso algún visitante como el remaster de Horizon Zero Dawn.
Dependerá de la valoración de los propios jueces
En la imagen de abajo podemos ver la descripción de esta nueva norma, en la que incluso nuevas temporadas de un determinado título pueden ser elegidas, si el jurado determina que hay un trabajo creativo y técnico merecedor de la nominación. Para ello, el propio valor y originalidad de este contenido también deberá ser tenido en cuenta. Sin embargo, el mayor problema es que las nominaciones siguen siendo limitadas y ya hay bastantes juegos lanzados cada año como para tener en cuenta también este tipo de contenido.
Porque en relación con los remasters y remakes, en determinados casos, podría ser aceptable, como el año pasado, el caso de Resident Evil 4 Remake, que cambiaba tanto respecto al original, que bien podría ser considerado un juego nuevo. De esta manera, los títulos menores tendrán menos oportunidades de llegar a ser nominados, mientras los más importantes, si se popularizan lo suficiente, podrían ocupar categorías antes pobladas por nuevos títulos, que al final, es de lo que se trata.
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