Turn 10 Studios pisa el acelerador a fondo para ofrecer la conducción más refinada con Forza Motorsport, una obra maestra dentro del género que derrocha velocidad y estilo.
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El mundo del motor es, para muchos, una verdadera religión. Sentirte libre circulando por carreteras eternas, sentir la potencia bajo tus pies y disfrutar de bólidos verdaderamente bellos hechos para disfrutar. Pero, como todo lo bueno en el sentido material en esta vida, los coches deportivos son caros y sólo unos pocos afortunados pueden acceder a ellos. Si no eres millonario, futbolista o actor de Hollywood es complicado acceder a una de estas obras de arte de cuatro ruedas que te permiten experimentar cosas que de otra manera es muy complicado.
Pero aquí es donde llegaron los maravillosos videojuegos, que desde hace cuatro décadas nos permiten meternos en la cabina de conducción de los coches más rápidos, potentes y carismáticos de la historia del motor. De hecho, la tecnología en términos de ocio ha avanzado tanto que ahora es posible simular esta experiencia en el salón de nuestra casa, al mismo tiempo que ha ido evolucionado en muchas direcciones, ya sea por su control, conducción arcade y la simulación de velocidad, o incluso en circuitos cerrados o mundos abiertos.
A todo gas
¿Te gusta conducir? ¿Por qué corremos? ¿Pasión por la velocidad? Con estas cuestiones los encargados de promocionar muchos productos relacionados con el motor y sus diferentes competiciones, intentan desarrollar un punto de conexión con el usuario englobando todos los estereotipos del mercado en una corta y lapidaria pregunta. Pero en Turn 10 Studios han desestimado aplicarse esta tendencia con Forza Motorsport. Ellos ya saben por qué nos gusta conducir y lo han plasmado en una experiencia única en términos automovilísticos. Incluso tratando de involucrarse sobre un plano más informal que muchos de sus competidores, está claro que los amantes del motor tienen mucho que aprovechar entre todo lo que el juego tiene que ofrecer.
Esta última iteración presenta las acostumbradas mejoras en comparación con sus predecesores, variaciones sustanciales en algunos aspectos y más modestas en otros, pero conservando todo lo positivo que tiene la serie; y aquí no hay duda: Forza Motorsport es uno de los mejores títulos de carreras que se pueden encontrar a día de hoy, si no el mejor. Un juego donde el entretenerse no es suficiente, ya que se ha desarrollado para arrebatar el alma de los amantes del motor, algo que hace de una manera extraordinaria.
Tanto es así que las primeras horas con el título son especiales. Primero, porque te das cuenta de que la desarrolladora con sede en Redmond, Estados Unidos, ha tomado nota de las demandas de los aficionados durante esta larga última década. El salto a la alta definición con Forza Motorsport 3 permitió a la serie capitaneada por Dan Greenawalt dar pasos al frente en muchos aspectos; lecciones positivas y negativas de las que ha aprendido este episodio sin numeración alguna, empeñado en hacerte sentir cómodo desde el primer minuto. Es un videojuego de autor.
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Apartado técnico
Cuando pasan decenas de horas y notas que llega ese estado mental en el que te sientes absorbido por la experiencia, que estás ahí y dominas cada curva a placer, lo que en psicología denominan «flujo» o «la zona», te das cuenta de que el estudio ha logrado una vez más aquello tan difícil, aquello que encumbró el nombre de la serie a lo más alto en las generaciones de Xbox 360 y Xbox One con el cuarto y sexto episodios. Por suerte, este título satisfará no solo a los amantes del motor en general y de Forza en particular, sino también a quienes creían que este nombre era demasiado intimidante, demasiado simulador. La realidad es que Forza Motorsport es extremadamente realista en muchas cosas, demasiado conservador en otras y, dentro de su buen hacer, accesible sin renunciar a su profundidad tradicional.
Para empezar, uno de los puntos que más va a vender el juego son sus gráficos. Para diferenciarse de otros títulos de carreras, Forza Motorsport se ha decantado por el realismo con todas sus consecuencias, son paisajes basados en localizaciones en las que no se nota demasiado la mano de los artistas por hacer la decoración más bonita. En Turn 10 Studios han pensado que no hay nada más espectacular que las propias fuentes, de las que se ha estudiado mucho la orografía del terreno, pero sin tomarlo todo literal.
A este respecto, Forza Motorsport exprime las capacidades técnicas de Xbox Series X|S para mostrarnos un espectáculo gráfico apabullante. La iluminación es posiblemente la mejor que hayamos visto jamás en cualquier videojuego del género. La sensación de estar viendo un video real es total, y sólo en ciertos momentos y en determinadas vistas es cuando nos choca un poco y decimos que podría ser más realista. De la misma manera, el viento se calcula no sólo para la velocidad de las nubes, también para la vegetación, tendido eléctrico, cambiando su fuerza según su altura. La flora y la fauna es la que corresponde a cada localización, así que no verás el mismo tipo de atrezo en un sitio que en otro, y el público –tridimensional, por supuesto- se viste según la temperatura del lugar. Se acabó el ver la fotografía del mismo hombre en todas las latitudes del planeta.
Un detalle enfermizo
El modelado de los coches, por otra parte, es soberbio, lleno de detalles, algunos realmente apabullantes como la difracción de la luz en las lunas o faros, la deformación de los neumáticos, los efectos de partículas o las texturas y detalles de los escenarios, que están llenos a rebosar de figurantes y demás elementos utilizados para dar vida al escenario. Estos, probablemente ya alcanzaron un techo en la pasada generación y por más que se mejoren, y Forza Motorsport lo hace, es difícil destacar algo muy por encima de la media a simple vista.
Además, el juego que protagoniza estas líneas nos permite correr a distintas horas del día en todos los circuitos, desde el amanecer hasta el anochecer o de noche cerrada, y en todas y cada una de estas horas la luz es sencillamente perfecta. La luz ambiental casi se pude tocar, la niebla matutina o el sol implacable del mediodía, todos y cada uno de los escenarios de los que serán testigos de nuestras victorias, están recreados con lujo de detalles y un mimo fuera de toda duda.
No obstante, el título no es perfecto, y como viene siendo casi una marca de la casa, ofrece claroscuros. Y el más destacable sin duda son algunas sombras, el aspecto más flojo del conjunto, aunque ha mejorado si ponemos nuestras miras en otras entregas de la serie. Pero aun así siguen estando a una resolución inferior a lo esperado y tienen algunas líneas irregulares borrosas que aparecen de tanto en tanto, algo que no es notorio si se juega con vistas al exterior, pero que en la vista de cabina se nota algo más.
Por qué nos gusta el rugido del motor
Pocas cosas nos evocan tantas sensaciones como el sonido en un videojuego: ya sea por su capacidad inmersiva, los impactantes efectos o la banda sonora en los momentos más intensos. Y aunque la situación ha cambiado de un tiempo a esta parte, este tiende a ser uno de los grandes olvidados en el mundo de los videojuegos. Sin el mismo nivel de reconocimiento que llega a tener el diseño sonoro de una película, puede parecer algo secundario y sin embargo es esencial, puesto que forma parte del alma del juego. Un alma que retumba en este Forza Motorsport.
Sobre el sonido, varias cuestiones: los efectos están muy conseguidos y son un motivo de celebración, es una de las ventajas de ser un desarrollo nuevo que no hereda librerías antiguas. Hasta los más exigentes sabrán apreciar el trabajo en cuanto a calidad y mimo a cada rugido del motor, a los neumáticos sobre diferentes superficies o la gran diferencia entre colocar la cámara en el frente, la cabina o el exterior. Escuchar la reducción de los vehículos más potentes será poco menos que un placer.
Jugabilidad
La franquicia Forza Motorsport siempre ha sido un referente de la simulación automovilística dentro de la familia Xbox. Esto se ha cimentando entorno a una jugabilidad que transmite el realismo de la conducción y un excelente control con mando y volante. Para esta nueva entrega, las sólidas bases de la franquicia siguen presentes, por lo que disfrutaremos de una conducción pulida que sabe recrear las sensaciones de cada coche sobre el asfalto, pudiendo además ajustar multitud de parámetros de configuración. Todo esto va acompañado de un excelente control con mando (incluso sin ayudas) y un brillante manejo con volante, consiguiendo que todo tipo de jugadores disfruten plenamente de la experiencia.
Dicho de otra manera, la conducción del juego nos ofrece múltiples posibilidades. Podemos ajustar los niveles de ayudas con muchas variantes, desde el control de estabilidad, frenos, asistencia al derrape, asistencia a la frenada, piloto automático a tracción y frenos… Cualquiera puede jugar a este juego sea del nivel el que sea, desde aquel que solo ha jugado a cualquier entrega de Forza Horizon hasta el más exigente amante de los simuladores, ya que el juego, una vez desactivadas todas estas ayudas, es sumamente retante. Incluso coches poco potentes se sienten nerviosos y te avisan rápidamente que no es una buena idea dar gas a fondo mientras giras el volante al máximo, o que frenar en medio de una curva puede hacer que acabes pisando la arena.
La arena, además, penaliza mucho más que en otros juegos similares, llegando incluso a ser casi imposible salir de ella con determinados coches. Pisarla con una rueda, por ejemplo, hará que perdamos adherencia de esa ruda hasta que la arena o tierra se haya eliminado totalmente del neumático, dejando además un característico surco blanco en la pista haya por donde hayamos dejado arena, y ojo porque esta arena en pista también nos hará perder adherencia.
Inmersión y velocidad
Sin duda, es el mayor nivel de realismo en conducción de la saga con mucha diferencia. Las físicas de los neumáticos son espectaculares, incluso podemos notar en el comportamiento del coche la deformación de estos por la presión ejercida en el acelerador, y también se puede apreciar de manera visual si nos fijamos bien. Una de las pautas en los que la franquicia siempre ha sobresalido, pero ahora se ha llevado a un nuevo nivel, es el reparto de pesos y como la frenada y la aceleración afecta a ellos.
Se puede ajustar el reparto de pesos desde la configuración del coche, así como el reparto de frenos entre atrás y delante, y en ningún otro Forza Motorsport habíamos notado en la a los mandos ese realismo que siente ahora, notar como el coche se va hacia atrás perdiendo agarre de las ruedas delanteras al acelerar a fondo, cómo empieza el subviraje y debemos reducir el gas o frenar ligerísimamente para recuperar la adherencia en el tren delantero es una experiencia muy gratificante para todo aquel que busque una experiencia de simulación del más alto nivel y que no hemos visto reflejado con tanto realismo fuera de los simuladores más puros como Assetto Corsa.
Progresión al estilo RPG
No todos los juegos de conducción y automovilismo ofrecen las mismas experiencias, pero algunos de ellos son realmente excepcionales: en lugar de competir por ofrecer el máximo detalle en sus vehículos y circuitos, nos invitan a descubrir nuevos modos de cruzar la línea de meta… A veces explorando nuevas maneras de disfrutar del volante, otras dándole un divertido giro a las fórmulas que ya conocemos, en ocasiones retomando las sensaciones de los clásicos y otras, simplemente, saliéndose por la tangente frente a todo lo demás.
Precisamente, Turn 10 Studios ha diseñado Forza Motorsport con la suficiente generosidad como para permitirte obtener puntos de experiencia haciendo prácticamente cualquier cosa. Eso quiere decir que, si te gusta hacer un tipo de movimiento en concreto, puedes repetirlo hasta la saciedad y estarás progresando igualmente. Ahora bien, entre tantas formas de conseguir experiencia, unas son más rápidas que otras. Si eres de los que quieren reunir montones de puntos en muy poco tiempo, te verás envuelto en una especie de círculo vicioso: gasta créditos en nuevos coches, que te permiten competir en otras disciplinas, y jugar allí te animará a desbloquear otros vehículos que sean mejores en ciertas áreas. Te haces a la idea, ¿verdad?
Pongamos ahora los pies en la tienda de modificaciones, uno de los brazos esenciales de la experiencia de juego en Forza Motorsport. Quizá los menos familiarizados vean aquí un entorno intimidante, pero la realidad es que no es así. La presentación de todas las opciones de personalización del coche se divide en las que afectan al comportamiento del coche, a la jugabilidad y la más estrictamente cosmética. En la primera tenemos piezas de todo tipo; desde silenciadores a cambios en suspensión, reducciones de peso, pastillas de freno o nuevos tipos de neumáticos, esenciales para que nuestro coche sea apto para ciertas competiciones. Es tan sencillo que nos parece un acierto la manera en que han resuelto la dinámica de mejora del coche, esta vez resumida en los PR, los puntos de rendimiento.
En resumidas cuentas, el juego exuda por sus poros de forma constante la adoración por el metal y la gasolina, pero es aquí donde la gente de Turn 10 Studios muestra un conocimiento casi enciclopédico de lo que los rodea, poniendo en manos del usuario un amplio abanico de posibilidades para personalizar hasta el más mínimo detalle los coches. La hoja de modificación no solo ofrece un control total sobre una larga lista de parámetros y piezas – que afectan de forma individual y notoria a la simulación en pista – sino que también explica con muchísimo detalle qué hace cada cosa.
La pista más rápida
El enfoque competitivo de Forza Motorsport hace que la vertiente online sea uno de los modos estrella de esta nueva entrega. Para potenciar su presencia en los e-Sport, el título ofrece una serie de carreras para hasta 24 jugadores en sesiones que se actualizan en cuestión de minutos, pudiendo encontrar aquí una gran variedad de circuitos y disciplinas. Además, se incorpora la opción de disputar Campeonatos, pudiendo correr varias carreras y otorgándonos premios realmente cuantiosos. Por último, también existe la posibilidad de crear o unirnos a partidas personalizadas, pudiendo definir aquí multitud de parámetros.
Lamentablemente, las carreras que hemos encontrado para este análisis han sido pocas, pero lo que hemos visto hasta el momento se asemeja mucho a la experiencia previa con anteriores Forza. ¿Esto qué significa? Un modo multijugador muy divertido, muy reñido en algunas ocasiones.
En definitiva, aquí se replica la idea comentada anteriormente: ofrecer una gran cantidad de maneras de competir para que haya algo para cada jugador, sin importar su nivel de habilidad. Seamos mejores o peores, contribuiremos a la puntuación general. Tengamos más o menos habilidad, se nos recompensará por el simple hecho de competir: el objetivo no es solamente la victoria, sino la diversión y la socialización; el querer crear una comunidad unida donde la cooperación está por encima de la competición.
Duración
Buscando sacar el máximo provecho a este brillante estilo de pilotaje se ha creado la Copa de Constructores, una competición para un jugador en la que podremos disfrutar de una experiencia sobresaliente. Con varias divisiones, teniendo que desbloquear paulatinamente cada una de ellas según los resultados obtenidos. Es por ello que, aunque cada división contará con multitud de campeonatos y eventos especiales, dependerá de nuestra habilidad y gustos personales el elegir una u otra prueba para avanzar más o menos rápido en el modo.
A medida que subamos de división iremos encontrando competiciones y coches más exigentes, aunque desde el primer momento disfrutaremos conduciendo auténticas joyas del automovilismo. La limitación para hacer el aprendizaje más paulatino llegará con las restricciones de potencia por categoría, algo habitual en la saga y que asegura carreras muy igualadas. También existen distintas disciplinas y podremos disfrutar de Eventos Especiales que, aunque no son tan numerosos, ofrecen experiencias realmente divertidas y emocionantes.
En total, la propuesta de marras cuenta con más de 500 vehículos de marcas tan prestigiosas como Toyota, Lexus o Audi, contando todos ellos con un modelado exterior e interior muy detallado, en 20 entornos reconocidos a nivel mundial, incluidos lugares favoritos de los aficionados y múltiples diseños de pista, cada uno con una hora del día totalmente dinámica con clima y condiciones de conducción únicas. A nivel de rendimiento, ya hemos comentado que son todos diferentes entre sí y que ofrecen una experiencia de conducción única, lo que demuestra el enorme trabajo realizado teniendo en cuenta la gran cantidad de vehículos disponibles. Un trabajo que una vez que nos hacemos a los mandos puede llevarnos completarlo más de 30 horas.
Conclusión
Como cualquier actividad de un alto contenido técnico, el automovilismo deportivo debe ser tratado y examinado respecto a la evolución y el progreso, tanto del automóvil en general como del coche de carreras en sí. La evolución y el progreso nunca acaban sus sorpresas. Cuando todo parece alcanzar el límite de las posibilidades humanas y técnicas, surge una renovación imprevista, un motivo para un nuevo empuje.
Cuántas veces, se ha llegado precipitadamente a la conclusión, en especial en el momento de cristalizar una solución o un esquema, que la tecnología estaba cerca de la «cúspide». Por el contrario, la técnica de la competición ha dado nuevas respuestas: hoy los neumáticos, mañana las suspensiones, los frenos, el motor, el chasis, sin perjuicio de que después deba reexaminarse todo, sobre la base de los nuevos conocimientos. Así es la transformación del Automovilismo Deportivo, más que un espectáculo, las carreras son un laboratorio mecánico, además, han desempeñado un papel importante en toda su evolución, ya que dan una orientación y dirección precisa a la investigación. En un campo técnico tan amplio, el deporte se ha podido extender de manera desmesurada, en el número y en la calidad de manifestaciones como esta propuesta videolúdica.
Nunca habíamos sentido un Forza Motorsport tan cómodo a los mandos, tan optimizado y sensible al movimiento del joystick. Es una cuestión de sensaciones, claro está. Percibes mucho de la pasada entrega de la serie; pero también esa cadencia de giro de anteriores episodios. Una suma de factores que hacen de esta propuesta puro placer al volante. Reto superado en uno de los aspectos fundamentales de cualquier videojuego de conducción.
*Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de Xbox Series X|S facilitada por Xbox España.
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Apartado gráfico95/100
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Jugabilidad100/100
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Duración90/100
Lo bueno
- Todo un homenaje al mundo del motor.
- Espectacular a nivel técnico.
- La Copa de Constructores ofrece muchas experiencias de conducción distintas.
- Impecable control con mando.
Lo malo
- Escasa variedad de circuitos.