Colin Raftery trabajó con el bufete de abogados que representó a Sony, y ya hay quien se cuestiona su imparcialidad.
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Siento la expresión, pero, el ventilador de mierda ya está andando y están saliendo cosas bastante turbias con el caso de Activision Bizzard. En parte, tiene sentido, es una compra por miles de millones dólares y el proceso que ha realizado la CMA ha sido… digamos que mejorable. Pero hoy hay un dato más, que desde luego da otra visión de los motivos del bloqueo.
Ya sabíamos que algunas personas de la CMA se habían reunido en secreto con Lina Khan, de la FTC, el organismo americano que por evidentes motivos políticos está intentando bloquear la compra. El hecho de que estas reuniones se hayan llevado a cabo, ya hace que la cosa huela mal, muy mal. Pero espera, que hay más.
Raftery estuvo trabajando para el bufete de abogados que defendió a Sony cuando interpuso recursos contra la compra
Y es que según ha contado Florian Mueller, un destacado abogado de patentes que sigue el caso y es, en esencia, quien más información sobre el tema está facilitando y del que muchos medios nos estamos nutriendo. De no ser por sus aportaciones, difícilmente tendríamos algunos datos.
Mueller descubrió recientemente que el director sénior del regulador del Reino Unido solía trabajar para una empresa que representa activamente a Sony, lo que podría poner de manifiesto un conflicto de intereses y a todas luces cuestiones acerca de su imparcialidad. No sorprende, no es al único miembro de la CMA que hemos leído en Twitter hablar abiertamente de estar en contra de la adquisición.
Estuvo involucrado en otras decisiones cuestionables con otras industrias
La persona en cuestión se llama Colin Raftery, y estuvo anteriormente trabajando para la empresa Cleary Gottlieb, una firma de abogados que ha estado representando a los japoneses en sus protestas regulatorias contra el acuerdo. ¿Ves por donde va la cosa? Ya solo por las dudas, Raftery debería haber estado fuera de todo esto, pero no solo no es así, sino que fue una de las voces más activas y decisoras contra el acuerdo.
Por las últimas actualizaciones de Mueller, parece que Raftery ha estado obrando con parcialidad en varios acuerdos relevantes, por ejemplo en cadenas de supermercados, en donde se puso de lado de quien no debía. Esto parece que va a traer cola, pero desde luego es un buen argumento en la apelación de Microsoft, y gasolina para el gobierno británico, que está un poco cansado de las movidas de sus reguladores.