Tras la inexplicable ausencia de anuncios en los The Game Awards, Xbox puede y debe dar un golpe sobre la mesa en 2023. Hay que actuar.
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Todavía andamos resacosos de la gala de los The Game Awards. Un show que en su edición de 2022 nos ha dejado con grandes anuncios, como Armored Core 6: Fires of Rubicon, y nuevos adelantos de títulos muy esperados, como Suicide Squad: Kill the Justice League. Pero que también nos dejó con una gran ausencia: Xbox.
Los de Redmond no hicieron acto de presencia más allá de un breve trailer sobre Xbox Game Pass, servicio que se ha convertido en su punta de lanza en este 2022. Sea por el proceso de compra de Activision y por no poner más trabas, o sea por los famosos “timings” que siempre mencionan, la realidad es que Microsoft faltó a un show en el que los últimos tres años siempre nos dejó grandes anuncios. En 2019 fue la revelación de Xbox Series X y Hellblade II. En 2020, Perfect Dark. Y en 2021 un nuevo adelanto in game de Hellblade II.
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Hemos pasado de eso a nada en un show dominado por Sony, tanto en premios como anuncios. Pero no pasa por alto que en tema de revelaciones todo exclusivo de PlayStation es de carácter temporal.
Así, el escenario para 2023 se presenta de lo más curioso, con un cambio en los papeles, a priori, que nadie podría esperar. Porque si en 2022 hemos tenido un año escaso en grandes lanzamientos en Xbox, en PlayStation han tenido dos potentes AAA. Algo que en 2023 puede darse la vuelta. Porque sabemos que los de Redmond lanzarán en los primeros seis meses del año tres auténticos juegazos: Forza Motorsport, Redfall y, quizás, el más esperado, Starfield. Y a esto habría que sumarle los propios juegos exclusivos temporales o aquellos títulos que llegarán a Xbox Game Pass de lanzamiento aunque sean multiplataforma. (Wu Long: Fallen Dinasty, Lies of Pi, Flintlock: The Siege of Dawn, etc). Sí, nos falta conocer el contenido para la segunda mitad de año, pero el panorama en Sony no es mejor.
Incluso es peor de lo que uno podría pensar. Tras un 2022 bastante bueno, el año que viene se presenta bastante escaso para Sony, al menos de momento. Y es que salvo Spider-Man 2, que está anunciado para 2023 pero solo cuenta con un trailer CGI, el resto de exclusivos para Ps5 son temporales. Final Fantasy XVI, Silent Hill 2 Remake o Forspoken son títulos anunciados a bombo y platillo como exclusivos de PlayStation, pero la realidad es, como siempre, muy diferente. Si, tendrán un lanzamiento exclusivo en el ecosistema de Sony, pero tarde o temprano se lanzarán en otros sistemas. Contamos con que a PC llegarán todos, y es posible que más de uno llegue a Xbox Series X|S. Y no hay que olvidar que Forspoken llega a la tienda de Windows en ordenadores…
Así, el escenario para 2023 es, cuanto menos, ideal para Xbox. Un año en el que dar un golpe encima de la mesa de una vez por todas. Si de verdad quiere crecer Xbox y no dejarse empequeñecer por Sony, los próximos 365 días son claves. Frente a una expansión de Horizon Zero Dawn y un título del que de momento no se sabe nada más salvo el mencionado primer trailer CGI, Microsoft puede demostrar de una vez por todas que todas las compras en estudios por fin dan su fruto.
Salga adelante la compra de Activision o no, los de Redmond tienen una oportunidad de esas que se presentan muy pocas veces. Y tras un año donde Sony se ha paseado en grandes lanzamiento, Xbox puede y debe responder. Puede que en cualquier otra situación con Forza Motorsport, Redfall y Starfield fuera suficiente. Pero esta vez no lo es. Los aficionados llevamos mucho tiempo esperando resultados, esperando que se cumpla esa eterna promesa de “este año si, es el de Xbox”. Si, Xbox Game Pass ha sido la punta de lanza y lo que ha sostenido la estrategia de la compañía en los últimos años. Pero las excusas se han acabado. Ya no vale la pandemia, el confinamiento o la reciente adquisición de estudios. Algunos de ellos llevan ya casi cinco años (los cumplirán en junio de 2023) como parte de Xbox Game Studios y va siendo hora de ver, de una vez, el resultado de toda la estrategia de Phil Spencer.
Con una Sony quizás en su momento más débil en cuanto a grandes lanzamientos de exclusivos propios (al menos al momento de publicar este artículo), es el momento de enseñar músculo, de poner toda la carne en el asador. Un buen movimiento sería ese rumoreado evento de principios de año para mostrar la fecha de los tres títulos mencionados y empezar a dar pinceladas de lo que viene en el resto del año.
Y también sería bueno mantener el formato en el E3 (o el evento que tenga lugar en junio) de mostrar solo lo que llega en un periodo de doce meses. Es una estrategia más cortoplacista, cierto, pero con todo lo anunciado no hay necesidad de enseñar más títulos que lleguen en varios años. Es el momento de centrarse en el aquí y en el ahora. Algo que ya iniciaron este 2022 y que debe seguir en el 2023. Pero, sobre todo, Xbox tiene que demostrar de una vez por todas que quiere competir de verdad de tú a tú como en la época de Xbox 360. El momento es ahora. Si Xbox tiene un verdadero aguijón, es hora de sacarlo.