Nos adentramos en la primera obre de Jumpship, Somerville, para contaros que nos parece este particular adaptación de la Guerra de los Mundos.
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Limbo e Inside son algunos de los juegos de culto más laureados y queridos de la industria de los videojuegos. Dos títulos que catapultaron a la fama a su creador, Dino Patti, quién abandonó el estudio creador de ambas obras para emprender su propio viaje independiente. Un viaje que le llevó a fundar Jumpship, su nuevo estudio junto a Chris Olsen. Un estudio que ha trabajado durante cinco años en su primer juego: Somerville.
Un título que ya hemos podido disfrutar y que llega directo a Xbox Game Pass, tanto en consolas como en PC, y que demuestra, una vez más, el buen hacer y la mente creativa de Dino. Un juego que es heredero directo de Limbo e Inside, donde encontramos una repetición de la fórmula que funciona tan bien. A saber: nulos diálogos, todo se nos cuento a través de las emociones y los escenarios, que son preciosos, una historia emocionante y una banda sonora muy buena.
Mimbres que encontramos en Somerville, aunque esta vez adaptados a un nuevo contexto: una invasión alienígena. Como si de La Guerra de los Mundos se tratara, en la opera prima de Jumpship encarnamos a una familia normal y corriente que debido a esta invasión y aun trágico suceso (que no revelaremos por no caer en los spoilers) se separa. Así, el padre, a quién encarnamos en la mayor parte del juego, el niño y la madre, junto a su adorable perro, emprenden un viaje para reencontrarse en un mundo apocalíptico lleno de peligros.
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Apartado técnico
Somerville llega totalmente preparado para la nueva generación de consolas. Nosotros lo hemos disfrutado en Xbox Series X, donde el juego corre a la perfección. Con una tasa de frames estable y una calidad 4K, lo que le confiere un aspecto impresionante.
Además, la gran cualidad del título está en sus escenarios. Por que, como suele ser habitual en los juegos de Dino, todo se trasmite a través de ellos. Y aunque en este caso la sensación que deja es que son más minimalistas, la realidad es que está mucho más refinado, con un mejor uso de las cámaras y de la luz, con un mayor nivel de detalle en todos los aspectos.
Por otro lado, el juego cuento con un aspecto artístico increíble. Quizás sea uno de los mejores del año, con unas expresiones y gesticulaciones de los personajes asombrosas. Con ellas, son capaces de trasladar todas las emociones, sentimientos y culpabilidad al jugador, sin la necesidad de decir ni escribir una sola palabra.
Por último, mencionar que la mezcla entre lo cotidiano, lo mundano, choca con lo alienígena de una manera fantástica. Y como resultado de ello, tenemos algunas escenas visuales que nos dejan con la boca abierta una y otra vez.
Jugabilidad
Comenzaba este análisis diciendo que Somerville seguía la estela de juegos como Inside y Limbo. Y, aunque en cierros aspectos se nota que la mano y mente creadora es la misma, en lo jugable es diferente. Así, deja atrás las plataformas de los juegos citados para traernos una aventura contextual mucho más intima. Sí, tenemos pequeños puzzles repartidos a lo largo de la historia, pero no son demasiado complicados de superar. Tirar de un objeto, mover un foco, esconderse brevemente… son algunas de las acciones que realizaremos para ir superando cada obstáculo.
Aquí entra en juego nuestro poder de controlar la electricidad. Una habilidad que obtenemos al principio del juego y que a lo largo de la aventura obtendremos tres versiones. La primera, de color azul, nos permite desintegrar restos de naves alienígenas o maquinaría. Más adelante obtenemos otras dos, que nos permiten superar entornos más complicados, pero tampoco suponen un quebradero de cabeza.
Y esto es totalmente intencionado, ya que que más allá de estas acciones y del botón de acción contextual para coger o mover algunos objetos, poco más haremos. No hay combate como tal, salvo un par de ocasiones en las que tenemos que pensar rápido, y los desafíos suelen ser más intelectuales.
Todo esto en pos de una experiencia más cinematográfica. El reto de Somerville no es superar sus puzzles o sus escasas zonas de acción. El juego se centra en la experiencia del usuario, en cómo descubre el mundo a través de los entornos y de las acciones de los personajes. Todo está pensado para no detener el ritmo del juego, como si de una película se tratase. Y las fases de desafío son, como comentábamos antes, más intelectuales y de pensamiento lógico, de observación y de fallo y error en algunos casos.
Duración
Completar Somerville no nos llevará más de dos o tres horas. Una duración que nos parece escasa y nos sabe a poco. Quizás podrían haberlo alargado un poco más, llegando a las cinco horas. Pero sería injusto hablar solo de esta primera vuelta, por que el juego de Jumpship es un título muy rejugable. Principalmente, por que la primera vez que lo completemos nos quedaremos anonadados, sin saber que ha pasado realmente. Y es que el título no solo tiene un final, si no varios, y es en ese momento cuando comienza el reto.
Por que no es sencillo encontrar todas las claves y pistas para poder descubrir cada uno de los finales. Por suerte, el estudio ha incluido un selector de capítulos y escenas que nos permiten ir rápido a determinadas secciones para rejugarlas una y otra vez, ir descubriendo cada secreto de cada una de ellas.
Así, Somerville es un título difícil en apariencia, pero de los que debemos ir apuntando que hacemos y que consecuencia tiene, donde está determinado elemento, etc. De este modo, el título se mantiene muy fiel a la filosofía de no dejar nada a la vista claramente, críptico en algunos casos, y nos invita a rejugar lo una y otra vez para desentrañar todos sus secretos.
Conclusión
Somerville es una aventura cinematográfica intima. Una historia personal que no dejará indiferente a nadie, con una propuesta atractiva y diferente. Sabe alejarse perfectamente de los estándares del momento, dándonos un juego donde se pone por encima de todo la historia y los sentimientos. Y en ese camino se lleva por delante cualquier rasgo de jugabilidad. Pero no es malo, por que el título lo que pretende es contar una historia, y para ello no siempre es necesario sobrecargar todo con puzzles, momentos de acción y balas a raudales.
Se puede contar a través de lo que vemos y oímos. Lo que nos hace sentir en un momento en concreto. Y esa es la fuerza del primer título de Jumpship. Un juego que además sabe esconder muy bien las aristas de su historia y que nos invita a rejugar lo una y otra vez para poder ver la historia al completo y descubrir los diferentes finales con los que cuenta.
*Este título lo hemos podido analizar gracias a Xbox Game Pass.
[appbox microsoftstore 9n1ps56br6vk][appbox steam 1671410]
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Apartado Técnico80/100
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Jugabilidad75/100
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Duración80/100
Lo bueno
- Consigue trasmitir todo sin decir ni una sola palabra.
- Artísticamente es increíble.
- Sabe guardar sus secretos y nos invita a rejugarlo.
Lo malo
- Aunque se puede rejugar, la historia en sí se queda corta.