Evidentemente, 343 es la primera responsable del estado de Halo Infinite, pero la comunidad no está ayudando precisamente.
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Casi ha pasado un año desde la salida del multijugador de Halo Infinite, y las cosas no han salido precisamente a pedir de boca. Solo hace falta ver la turba enfurecida en Twitter, quejándose y despedazando a 343 con cada movimiento y actualización que realizan. La comunidad tiene razón, este no es el juego que nos merecemos, y mucho menos lo será si las críticas son destructivas, alejando al estudio de la gente y dañando las interacciones con toxicidad.
Esto es un tema que lleva muchos años, de pronto desde que salió Halo 3 y todos los fans se alzaron en contra de lo que no sea un continuismo. Bungie supo enamorar y capturar toda la atención con juegos que se convirtieron en historia del gaming, dejando bien parada a la franquicia y con cada entrega mejor que la anterior. No es más que ver lo sucedido con Halo Reach, atacado en un principio, pero amado y elogiado en la posteridad; todo, gracias a la comunidad.
¿Por qué hablamos de esto?, básicamente porque en el estado actual de Halo Infinite, las críticas no son positivas, pero tampoco constructivas; todo lo que puede hacer 343 es intentar cautivar una parte del sector para luego contentar a los demás, construyendo un juego por partes y mal estructurado.
La nostalgia y la sectorización también afectan al desarrollo de Halo Infinite
Cuando se lanzó Halo 4, primer Halo de 343, el avispero se enfocó en destruir y no perdonar todos los cambios y aciertos que se llevaron a cabo con este título. Lo que se denomina “bungielievers” se acuñó a aquellos que con cualquier crítica directa a un juego de 343 le recordaran a uno hecho por Bungie, viviendo de la nostalgia y no aceptando los cambios que ahora son bien vistos por ellos mismos. Con Halo 5 pasó lo mismo, y ahora con Halo Infinite.
Todo lo anterior no enmienda los errores de 343, como los loadouts de Halo 4 o la desordenada historia de Halo 5.
Ahora bien, nos encontramos en un punto en el que la comunidad tiene un papel fundamental, pudiendo apoyar en los cambios y actualizaciones que se hagan en tiempo real de desarrollo. ¿El problema?, la toxicidad dentro de la comunidad ha destrozado cualquier oportunidad de crecimiento del juego.
No existe el feedback, solo la crítica
Con la crisis de contenido del multijugador de Halo Infinite, así como la falta del modo Forge y el Cooperativo de la campaña, las críticas no se hicieron esperar. Todos los fans alegamos y exigimos lo que se supone es una garantía para un juego de calidad; ya sabiendo que los cambios están en proceso de implementación, se nota que 343 no encuentra un ritmo de actualizaciones saludable para el juego, dejando espacios en blanco donde se pierde jugadores.
Es aquí donde la crítica hace efecto, o pides que se haga un cambio, o te quejas por Twitter sobre algo y no das una posible solución. 343 tampoco es que ayude mucho, pero el simple hecho de quejarse de que los precios de la tienda están muy altos y aun así comprar es una falla grave. Y es esa misma nostalgia la que nos trae hasta aquí, porque todos quieren que cada juego sea Halo 3 con nuevas gráficas y eso estanca a una franquicia.
No gustó la jugabilidad de Halo 4 por ser muy “Call of Duty”; no gustó la jugabilidad de Halo 5 por tener mucho ritmo; y ahora, con el balance que se solicitó, quieren que regrese la jugabilidad de Halo 5 porque “lo extrañan”.
La gota que rebasó el vaso es el modo Forge, pues parecía que todo al fin sería un poco de esperanza y unión por parte de la comunidad, pero parece que ya nada es suficiente. Unos esperanzados dicen que esto podría ser un empujón muy grande para el juego, mientras que otros dicen que el juego seguirá igual de estancado.
Creadores de contenido y su influencia en la opinión pública
Un último punto, pero quizá el más relevante, son los creadores de contenido. Youtubers, streamers y demás, aquellos por los que todos nos mantenemos en contacto con el juego parecen haber encontrado su camino al éxito: criticar a Halo Infinite.
Comencemos con la comunidad angloparlante, pues es allí donde nacen todas las críticas directas al juego. Es en este sector donde la influencia de la nostalgia es más fuerte, donde todo parece estar guiado por una necesidad de volver al pasado y no progresar. Los creadores de contenido se enfocaron en criticar al juego, abandonándolo y cambiando a la competencia, como Splitgate.
No es solo en contra del juego, también es crear un ambiente hostil frente a los que disfrutan de Halo, atacando e insultando sus posturas. Propios creadores de contenido, que deben su éxito a Halo, han atacado a la comunidad que los hizo crecer, ¿la razón?, hablar mal de la franquicia te brida mayor visibilidad hoy en día. Esto es un problema, una desestructuración de lo que es una comunidad gigantesca.
La cosa es un poco diferente en la comunidad hispanohablante, pues los creadores de contenido si basan sus creaciones en el juego, pero no contemplan que su necesidad de visualizaciones afecta a la opinión de la gente. Títulos como “El modo Forge no salvará Halo Infinite”, además de ser incendiarios, afectan la percepción del juego con ideas de clic fácil.
En fin, todo parece apuntar a que la salida del modo Forge unirá a la comunidad y creará un ambiente más amigable; todo depende de 343 para que este sea estable, aprovechando las virtudes del juego e impulsando este modo de juego. No es papel de la comunidad el crear un juego de calidad, pero si está en sus manos el que el juego pueda despegar a base de feedback y buenas indicaciones.