Analizamos Sniper Elite 5, la última aventura de Karl Fishbourne que está disponible a través de Xbox Game Pass.
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Qué difícil debe ser para un equipo de desarrolladores la quinta entrega de una IP, con el constante desafío de mantener la vara alta en cuanto a calidad y al interés de una base ya establecida de fans. A este problema se enfrentó la gente de Rebellion con el recientemente estrenado Sniper Elite 5, la última parte de una franquicia cuyas últimas dos entregas habían sido particularmente buenas y cargadas de laureles por parte de la crítica y de los mismísimos jugadores.
Sniper Elite 3 nos había llevado a luchar contra el nazismo en los desiertos de África, mientras que Sniper Elite 4 había hecho lo propio en Italia. En esta nueva aventura, nos llevaremos nuestro armamento a la Francia ocupada de 1944, en donde un alto cargo de las fuerzas armadas de Hitler, el oficial Moller, se encuentra trabajando en la misteriosa Operación Kraken, que no es otra cosa que un arma secreta que podría cambiar el curso de la guerra y darle al Tercer Reich la victoria en el conflicto.
En ese contexto parte nuevamente nuestro querido francotirador, Karl Fishbourne, o “La Sombra” como lo apodan sus enemigos, para conocer más a fondo los detalles de esta nueva y peligrosa arma y poner fin a los planes de su creador, con una bala en la cabeza, como corresponde. Espero que tu pulso esté firme, y no seas de hacer mucho ruido, porque donde vamos necesitaremos ser sigilosos y extremadamente precisos. La recompensa es grande.
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Apartado técnico
La saga Sniper Elite siempre ha sido un emblema de calidad a nivel gráfico, no hay como negar esto, incluso las primeras dos entregas, que ya pueden parecer antiguas desde lo visual, se mantienen bastante bien en comparación a otros juegos de la misma época. Sniper Elite 5 continúa con esa tradición, mostrándonos unos escenarios verdaderamente alucinantes, en donde los desarrolladores sin duda hicieron muy buen uso de la potencia técnica de las consolas de última generación.
Si ya habéis jugado a las entregas anteriores y la presentación de la Italia de Sniper Elite 4 os había parecido una brutalidad, el territorio francés de esta última edición os volará la cabeza. Pero no solo son los escenarios en sí mismos, sino que también se destaca por demás los detalles en las pintadas de las paredes, o en los afiches a favor y en contra de la ocupación alemana que encontraremos en varios escenarios. Ni hablar de cómo es posible hacer zoom desde grandes distancias utilizando las miras telescópicas de las diferentes armas y los binoculares, en donde no fui testigo de ninguna textura fuera de lugar ni nada que se le parezca en este análisis con mi Xbox Series S.
Cuando hablamos de Sniper Elite no podemos dejar de lado las killcams que nos muestran con total detalle como nuestros proyectiles traspasan enemigos, vehículos, estructuras o lo que sea a lo que le disparemos. Estas también tuvieron una mejora considerable y ahora podemos ver restos de dientes, más sangre, distintas partículas que se desprenden de cascos y uniformes al dispararle a un soldado enemigo y, mención aparte merece los disparos a los testículos, que ahora también tienen su propio logro.
Del otro lado de la balanza, haciendo apenas un poquito de contrapeso aparecen ciertas animaciones, particularmente cuando los enemigos se ven afectados por una explosión, que no me terminaron de convencer, aún las veo un tanto toscas y con muy poca o nula innovación con respecto a las anteriores ediciones.
El apartado gráfico se corona con la inclusión de un modo foto que permite capturar momentos clave y disfrutar del impresionante trabajo de Rebellion desde distintas perspectivas, con filtros diferentes, marcos y una amplia variedad de recursos para los más creativos.
En materia sonora, el título sigue demostrando una excelente producción. Los disparos, las explosiones, los motores y las alarmas son un calco de las reales, así como los gritos de los enemigos o incluso los diálogos de los protagonistas en las cinemáticas. El hecho de que los soldados hablen en alemán es, para mí al menos, un punto altísimo que suma inmensamente a la inmersión. La música acompaña la acción con instrumentos clásicos que le dan una ambientación genial al juego al adentrarnos en la época y al volverse más intensos cuando la acción en pantalla busca ponernos los pelos de punta, por ejemplo, cuando los enemigos están triangulando nuestra posición o nos han avistado.
Tanto los diálogos en alemán como los de inglés están subtitulados al español con un gran trabajo detrás, lo mismo con el resto de los menús y otras opciones del juego. Un detalle que tampoco debe pasar desapercibido aquí son las impresionantes opciones de accesibilidad que están a nuestra disposición para que todo el mundo pueda disfrutar del juego, incluso aquellos jugadores que presenten alguna dificultad visual o auditiva. Gran trabajo de Rebellion aquí también.
Jugabilidad
Normalmente, el número 5 detrás del título de un juego es un poco intimidante para los que recién descubren una franquicia. Es por eso que es importante aclarar que no es necesario haber jugado a las entregas anteriores para entender esta ni mucho menos. Estamos ante una nueva historia, y si bien es más sencilla la adaptación a los comandos para los más veteranos de la serie, tampoco son tan difíciles de aprender.
Nuestro protagonista tendrá una serie de armas (muchas, muchísimas) para elegir antes de cada misión con distintas opciones de personalización para cada una, opciones que van desde lo estético a lo funcional, algo que es también una novedad de esta entrega. El equipamiento cambiará de acuerdo a la manera en la que queramos encarar la misión, ya sea desde una perspectiva más táctica o disparando a diestra y siniestra. Durante cada una de las misiones iremos encontrando otras armas también que podremos usar brevemente y tendremos a nuestro alcance granadas, minas anti personales, dinamita y elementos de distracción para atraer a nuestros enemigos y, con elegancia, hacerles sentir el filo de nuestro cuchillo.
La selección de armas se realiza a través de una rueda muy cómoda a la que tendremos acceso con solo presionar un gatillo. El resto de la interface estará dividida entre un visor que se llenará más o menos y cambiará de color dependiendo de si nuestros enemigos nos han avistado o no, un indicador de ruido que nos permitirá calcular nuestros disparos para enmascararlos y no ser descubiertos, un alista de objetivos y un mapa que nos ayudará a saber nuestra posición (y la de nuestros enemigos dependiendo del nivel de dificultad seleccionado) en todo momento.
Los ya veteranos de la saga se sorprenderán al ver el tamaño de las áreas de misión, mucho más amplios que en ediciones pasadas, y particularmente en la forma en la que los objetivos secundarios se nos presentan. Si bien antes teníamos conocimiento de ellos antes de empezar la misión, aquí iremos descubriéndolos al recoger información y documentos, lo cual fuerza al jugador a explorar y recorrer los escenarios de una forma agradable y divertida.
Otra novedad excelente en el modo campaña son ciertos asesinatos particulares que tenemos que realizar en cada una de las misiones. Aquí deberemos eliminar a altos oficiales y si lo hacemos de formas específicas, obtendremos nuevas armas a modo de recompensa.
Los toques de RPG del juego se dan a medida que sumamos experiencia podremos aumentar nuestras habilidades en tres árboles diferentes que nos permitirán más resistencia física, más energía y más capacidad de inventario entre muchas más otras opciones.
Para aquellos que gusten del modo online, los modos no escasean y hay para todos los gustos. El modo supervivencia nos coloca en un grupo de cuatro jugadores contra olas de enemigos de la IA. La idea aquí es evitar que nuestra base caiga en manos enemigas durante tres olas, si resistes, ganas, en caso pierdas, pasarás al siguiente.
Los modos PvP son quizás los más flojos, no por la estructura de ellos en sí sino por la dinámica de Sniper Elite. Por ejemplo, el modo todos contra todos nos lleva a enfrentarnos a enemigos en campos semi abiertos como si fuese un Battlefield en tercera persona, que no está mal, pero es que la base del juego yace en el sigilo y por ende hace que esto no encaje.
El modo invasión del eje es, en mi opinión, el más interesante del menú de propuestas y nos permite invadir la partida de otro jugador con el objetivo de eliminarlo, a su vez otros jugadores podrán hacer lo mismo en nuestras partidas si tenemos la opción habilitada.
Duración
Sniper Elite 5 nos tomará unas 11 horas para finalizar la campaña, pero estamos hablando de casi 35 o más para terminar el título con todos los logros, algo que recomiendo ampliamente porque no tiene desperdicio, no solo porque la historia se expande a nivel argumento con cartas y planos que iremos encontrando, sino porque es muy gratificante poder conseguir todas las armas disponibles.
Conclusión
Con cinco entregas encima, la saga Sniper Elite sigue manteniéndose en lo más alto en cuanto a calidad, un logro que pocas franquicias conservan y que habla muy bien del cariño y el empeño que los desarrolladores invierten en su creación. Sniper Elite 5 es un título que los fans de la ip adorarán por sus novedades y por no apartarse de la esencia que la hace grande, y a su vez fascinará a quienes por primera vez se pongan a los mandos de Karl Fishbourne. Una combinación que habla de excelencia y que está disponible para todos los suscriptores de Xbox Game Pass.