Analizamos Glam's Incredible Run: Escape from Dukha, un plataformas repleto de acción y acrobacias que se suelta la melena.

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La salvación de cualquiera es una causa noble. Sin embargo, existen diferencias en cuanto a quién debe salvar. Y las misiones más complicadas, como muestra la práctica en los videojuegos, ocurre cuando tienes que salvar a las princesas. El proceso requiere coraje, ingenio, la capacidad de pensar con lógica y destreza. Por ejemplo, cuando pensamos en Super Mario Bros, se nos viene a la cabeza un videojuego donde el carismático fontanero debe salvar a la princesa Peach, quien ha sido secuestrada por Bowser. Y aunque en las primeras entregas, este era el eje central de la historia, lo cierto es que han habido algunos cambios en la fórmula.

De hecho, existen algunos títulos en los que los roles de ambos personajes se intercambian entre sí. En el caso de Glam’s Incredible Run: Escape from Dukha se necesita casi todo lo que se ha mencionado, excepto que en este lance, nuestra misión consiste en rescatar a la madre de la protagonista, Glam, en el reino de Caterina, donde la retiene una bruja malvada para impedir que unan sus poderes. Y para acometer esta empresa en forma de plataformas repleto de acción y acrobacias, es necesario que corramos, saltemos y trepemos sin caer en el vacío.

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Apartado técnico

La estética remite a nuestra estructura sensible, a nuestra capacidad para acceder a la realidad a través de nuestros sentidos. Esta dimensión estética de la experiencia humana juega un papel primordial en los videojuegos, poniendo de manifiesto experiencias bien construidas que suelen optar por el minimalismo. Una tendencia de diseño que está muy en auge actualmente, pero que ha calado bien dentro del sector independiente. Sin demasiados ornamentos ni florituras, Glam’s Incredible Run: Escape from Dukha hace gala de un estilo caricaturesco, más cercano al ámbito infantil que al adulto.

Dicho de otra manera, la obra desarrollada por la gente de Three Legged Egg apuesta por una apariencia sencilla que no solo se aplica a los paisajes que recorremos, sino, en un sentido general, a la escenografía, la decoración y el vestuario de los personajes, calculados al milímetro en muchos casos y llenos de elementos simples pero bien recreados.

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Jugabilidad

La jugabilidad es un término empleado en el diseño de juegos que suele ser usado para medir la calidad de la experiencia de juego en términos de las mecánicas, los elementos implementados y del proceso interactivo jugador-videojuego. En otras palabras, se define como el conjunto de propiedades que describen la experiencia del jugador ante un sistema de juego determinado, cuyo principal objetivo es divertir y entretener de forma satisfactoria y creíble, ya sea solo o en compañía.

Es importante remarcar los conceptos de satisfacción y credibilidad. El primero es mucho más difícil de conseguir debido a sus objetivos no funcionales. En cambio, el segundo depende del grado de asimilación e implicación de los jugadores en el juego. A este respecto, Glam’s Incredible Run: Escape from Dukha destaca por su minimalismo: controles direccionales, un botón para saltar y otro para dar rienda suelta a nuestro pelo natural; elementos más que suficientes para no poner trabas a la brutal adictividad de un plataformas de manual.

Un plataformas en el cual la única diferencia palpable con respecto a otras muchas propuestas reside sobre todo en la capacidad que tiene nuestra protagonista de atreverse con todo, de vencer el miedo a caer y hacer de la misión de salvar a su madre algo divertido a la par que emocionante. ¿Conocéis la prueba de elasticidad o balanceo capilar? ¿Sabéis para qué es? Unos dirán que se trata de una prueba casera que se realiza para saber si nuestro cabello está equilibrado o con falta de hidratación, pero nada más lejos de la realidad. Si ponemos nuestras miras en el juego que protagoniza estas líneas, este asegura que sirve para balancearse de un punto A a un punto B, por lo que vamos a tomarle la palabra

Sin embargo, unos niveles diseñados al milímetro y un control razonable (que en ocasiones dista de ser perfecto) no son suficientes para llevar a nuestra adorable personaje hasta la persona que más quiere.

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Duración

Una elevada dosis de dificultad también requiere de una buena dosis de pericia y otra todavía mayor de paciencia. Si bien, aún en el mejor de los posibles escenarios, es inevitable que el personaje de Glam en Glam’s Incredible Run: Escape from Dukha acabe de forma inexorable siendo la víctima de numerosos precipicios, montones de enemigos, elementos dentados e incluso de la propia impaciencia del jugador.

Vamos a morir una y otra vez a medida que progresamos en una aventura en la que cada muerte encierra una nueva lección y que supone todo un alarde de reminiscencias a productos pasados, desde Super Mario Bros hasta Super Meat Boy. No obstante, hace falta valor y mucha tesitura para aguantar, sobre todo si queremos hacernos con todos los coleccionables a lo largo de las 4-5 horas que puede llevarnos la propuesta que nos ocupa.

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Conclusión

Por más que pasen los años, está claro que los juegos de plataformas nunca van a morir. Y sino, que se lo digan a títulos como Glam’s Incredible Run: Escape from Dukha, una propuesta de lo más variopinta que forma parte de todo un género legendario y que se suelta la melena para ofrecernos una experiencia desafiante, una auténtica barbaridad. Una experiencia de muchos colores que nos pone a prueba de verdad, y con la que tenemos juego y muertes para rato.

Agradecemos a Red Art Games el material proporcionado para poder realizar este análisis.