Nunca está de más viajar al pasado, y en esta ocasión lo hacemos para repasar los principales diseños oficiales de mandos en la historia de la Xbox.
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¿Existe el mando perfecto? Muchos de ustedes pensarán que sí, y tendrán en su mente alguno, otros tantos de vosotros, sin embargo, recordarán el repertorio de periféricos de control que pasaron por sus manos y sugerirán alguna que otra mejora que se les podría haber hecho para que sí estuviesen en el campo casi inalcanzable de la perfección.
La salida de la Xbox original, hace ya 20 años, sumó una página importantísima en el libro de la industria de los videojuegos, de eso no hay duda, pero ¿qué supuso en la historia de los mandos?
El primer mando que recuerdo en mi vida, más allá de la palanca de las recreativas, fue el del Atari 2600, con su stick enorme (o al menos mi mente de 5 años así la veía) y sus botones. Luego pasaron el mando de la NES, de la Mega Drive y tantos otros más, con sus innovaciones, sus añadidos y sus formatos, que muchos parecían brutalmente incómodos pero que al probarlos se sentían totalmente correctos. Ahora bien, 20 años es mucho tiempo y sin duda para muchas personas, la Xbox original fue la primera consola de sus vidas, ¿será, entonces, que hemos visto una evolución en todas estas generaciones de consolas de Microsoft? Vamos en un viaje histórico que les permitirá resolver este interrogante al final de este artículo, o al menos, eso espero.
Un verdadero “Duke” en Xbox
Seamus Blackley fue el autor de un mando icónico de la primera Xbox. Apodado “The Duke” y aunque con mucha presencia y una idea de robustez innegable, el control fue muy grande y un tanto difícil de maniobrar. Incluso, desde el mismo momento de su presentación, prensa y jugadores se dieron la mano, mancomunados en las críticas a su diseño y a la distribución de los botones. Ni siquiera las superficies antideslizantes se salvaron de caer en la hoguera pública de los comentarios poco positivos.
Xbox tardaría un año para lanzar el sucesor de aquel malogrado mando, esta vez el “Controller S” parecía haber dado en la tecla ergonómica. Además de ser más fino en su cuerpo, esta nueva idea tenía una disposición de botones diferente, en forma de diamante, entre varias cosas más, y sentaría la base para los controles que llegarían a la marca de cara al futuro.
La era 360
Tras el genial primer paso de Microsoft en el mercado de las consolas, llega la Xbox 360 y ahora sí con un mando que desde el primer día fue un favorito del público. El hardware tomaba las bases del Controller S pero con varios cambios en sectores clave, como la ubicación de los botones “Back” y “Start” ahora reubicados hacia el centro del pad en sí.
El logo de Xbox seguía presente y ahora como la útil función de ser el botón de “Inicio” de la consola, mientras que el resto de las teclas continuaron en el mismo lugar de su antecesor asegurándoles continuidad a los fans de la marca. En cuanto al tamaño, el mando perdió algunas de sus proporciones para descargar peso y que sea mucho más cómodo al sostener, o práctico al lanzar en franca frustración ante un juego difícil.
Otra de las incorporaciones de este nuevo modelo fue el conector TRS de 2,5 mm que permitía la incorporación de diversos accesorios como teclados para chatear y otros adminículos de dudosa utilidad real. Microsoft aprovechó, también, la popularidad y la aceptación de estos modelos para sacar una inmensa cantidad de ediciones limitadas que acompañaban a juegos y otros lanzamientos.
Llega la nueva generación
Siguiendo la tradición del diseño, el mando de la Xbox One se limitó a hacer muy pequeños ajustes en su esquema. En general, la ubicación de los botones se mantuvo casi idéntica a su antecesor, aunque los ángulos de las superficies de agarre se modificaron un poco, los bumpers tuvieron algunos ajustes mecánicos con la correspondiente vibración en los gatillos (un poco más grandes ahora), pero no mucho más.
El presente de los mandos
Hace dos generaciones que Microsoft se aparta de la idea de que una nueva generación de consolas tiene que incluir un mando completamente diferente o una innovación brutal. Como es costumbre, muchos criticaron a los de Redmond por la estrategia de Sony con los controles de su PS5, pero lo cierto es que el mando de Xbox Series no se aleja de lo ya visto en la One, con la diferencia del “Dynamic Latency Input“, una función que logra igualar los comandos a la tasa de cuadros del juego, por lo que el input lag debería ser casi inexistente.
El D-Pad también varió en el formato aunque no en la posición y se agregó el botón “share”, cuya función primaria de compartir contenido en redes sociales y realizar capturas ahora puede ser reemplazado por otras funciones a elección del jugador.
Y a ti, ¿cuál te ha parecido el mejor mando de Xbox en su historia de 20 años? Realmente me gustaría saberlo, por lo que puedes dejarme tu opinión en los comentarios.