¡Dómalos a todos! Llega Monster Crown a Xbox, una carta de amor cargada de nostalgia para los amantes de los RPGs de monstruos que supieron pasar muchas horas quemando pulgares con Pokémon.
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Al ver Monster Crown por primera vez, cualquier persona que haya tenido conciencia en los años 90 pensará algo como “esto es muy parecido a Pokémon” y sí, no hay duda de que el título bebe muchísimo de la saga de Nintendo, aunque por el planteo que propone, lo cierto es que es más un homenaje que una copia como se puede pensar a primera vista.
Las similitudes incluyen la exploración en un mundo abierto en el que iremos derrotando domadores (sí, aquí no son “entrenadores”) y encontrando otros monstruos para avanzar en nuevas aventuras pero que lejos están de ser “aptas para todo público” como se podría pensar, algo que queda muy en claro solo con ver el lenguaje de alguno de los diálogos y en el desenlace del combate con el primer domador, ya verán a qué me refiero cuando jueguen.
Ya desde el comienzo la historia nos muestra una joven un tanto perturbada tramando algunas cosas no muy buenas que será la principal antagonista de esta producción indie de Soedesco y Studio Aurum. Nuestro protagonista es un joven de 14 años al que podremos personalizar con varios trajes e incluso seleccionar su género. Nuestro padre nos explicará cómo reclutar a los monstruos, llenaremos un cuestionario con preguntas sobre nuestras preferencias y tras haber recibido un lindo monstruo por correo, enseguida ya tendremos nuestra primera aventura que será llevarle una perla al rey lo que, como se imaginarán, desencadena una serie de eventos que nos llevará a evolucionar, como si de un Pokémon se tratase.
Si estáis con ganas de explorar nuevas tierras y vivir nuevas aventuras o simplemente os sentís nostálgicos por la época en que la Game Boy dominaba el mundo de las consolas portátiles y los pocket monsters gobernaban sus vidas, esta producción que vamos a analizar cumplirá con todas esas expectativas, si no me creen, sigan leyendo que seguro no cambiarán de opinión.
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Apartado técnico
Monster Crown no solo es un homenaje adulto a la saga Pokémon en su jugabilidad, sino que el diseño de sus gráficos es un espejo de un título que bien podría haber salido en una Game Boy Advance en su época, pero esto no es algo negativo, más bien, todo lo contrario, porque es este estilo nostálgico el que realmente causa un efecto bien retro que no se siente exagerado. Incluso, para ser un desarrollo encarado por una apenas un puñado de personas, el arte en píxeles nada tiene que envidiarle a aquel arte legendario de Gamesfreak para los juegos de Pokémon.
El factor nostálgico de los gráficos forma una pareja hermosa con la banda sonora de 16 bits, que cambia de acuerdo al escenario en el que nos vamos desplazando sin llegar a cansar en ningún momento, quizás por lo bien hecha que está o, tal vez, por las constantes modificaciones que va sufriendo de un escenario a otro.
Los monstruos están muy bien logrados a nivel píxel, pero quizás por mis años de adoctrinamiento jugando a los tres Pokémon originales, algunos diseños no me terminaron de convencer por lo caricaturescos, de cualquier forma, es una opinión bastante personal y ya me contarán ustedes la suya.
Como cualquier RPG que se precie, el título ostenta diálogos fluidos de manera casi constante y cinemáticas con bastante texto que nos cuentan un poco la historia de la isla y de los diferentes reinos que la componen, tanto esto como los diferentes menús se encuentran localizados al español de España, incluso en sus insultos. Si bien la localización es buena, hay ciertos detalles para pulir, como que ciertas palabras quedaron en inglés y textos que se pierden fuera de los cuadros de diálogos establecidos.
Jugabilidad
A pesar de la temática más “adulta” del juego, en Monster Crown no cazas a los monstruos para que luchen a tu voluntad, aquí los humanos y los monstruos firman un pacto que beneficia a ambas partes, y es de esta forma que podrás sumar a tu equipo de guerreros a las criaturas. Por supuesto, no todos aceptarán el pacto (aunque es muy raro que te rechacen, realmente) y a medida que avances y los monstruos tengan niveles más elevados, podrás hacerte de mejores pactos en algunas tiendas que se encuentran disponibles en cada ciudad o derrotando a algunos jefes.
Uno de los aspectos negativos de los pactos es que no obtendrás ningún tipo de experiencia cuando el monstruo decida unirse a tu equipo, y subir niveles no es algo sencillo, sobre todo al comienzo y si quieres repartir la experiencia entre todo tu equipo de manera equitativa.
Las batallas se desarrollan de manera bastante rápida y muchas veces te quedas con sabor a poco, con ganas de disfrutarlas un poco más. La estructura de los combates no se aparta de lo visto en Pokémon con un árbol de selección de golpes genéricos y por tipo que podremos seleccionar conforme nos toque el turno. A medida que los monstruos adquieran nuevos niveles aprenderemos nuevos golpes de forma automática.
Un detalle interesante es que, si durante un combate contra varios oponentes cambiamos de monstruo de la misma forma, iremos acumulando sincronía que hará que nuestro amigo adquiera un potenciador en el ataque, algo bastante útil contra monstruos de distinto nivel.
En las distintas ciudades y algunos campamentos que encontraremos a lo largo y ancho de nuestro camino podremos acceder a curanderos que, por un precio, curarán a nuestro equipo. También podremos ir recogiendo frutas, vegetales y otros elementos que podremos darle a nuestros compañeros para recargar su energía, aunque en muchos casos, la vitalidad recuperada es escasa.
Cuando nuestro equipo es derrotado y nos vemos obligados a escapar (opción que también está disponible durante el combate), volveremos a un punto de control, pero habremos perdido todos nuestros pactos, por lo que siempre es conveniente prepararse bastante de antemano o guardar algunos ítems en el espacio de la tienda La Barca, que parece tener más sucursales que Carrefour.
El título nos ofrece la friolera de más de 200 monstruos, con la posibilidad de cruzar a algunos de ellos y crear así nuevas especies de tipos mixtos, algo realmente interesante que vale la pena explorar por uno mismo, ya que los tutoriales son bastante simples y el juego realmente tiene tanto contenido que puede resultar un poco apabullante al principio, principalmente porque en muchos casos, no está muy claro hacia dónde debemos ir o con quien hablar y eso nos fuerza a explorar, tal vez excesivamente en algunos momentos.
Si ya estabas a costumbrado a cazar pokémones y te sabías todas las debilidades y fortalezas de cada tipo, aquí tendrás bastante trabajo porque todas las opciones son nuevas, reduciéndose todo a cuatro tipos: tenaz, corpulento, cruel, inestable e incansable. En el camino también encontraremos monstruos que nos ayudarán en distintas acciones, como los Storklifts que nos permitirán trasladarnos entre ciudades.
Cada pueblo tiene su respetivo domador, pero ganarle no solo nos dejará la gloria, si no que es necesario para elevar el respeto de los monstruos por nuestro personaje que se traduce en el nivel al que pueden llegar nuestros luchadores, por ejemplo antes de superar al primer jefe domador, nuestros monstruos solo serán capaces de alcanzar el nivel 10 como máximo.
Duración
Terminar la historia puede llevarte unas 10 horas, pero si exploras a fondo cada área e interactúas con todos los personajes para poder sumar a todos los monstruos del título, estamos ante una producción que no baja de las 18 horas, aunque puede que te lleve bastante más teniendo en cuenta la cantidad la aleatoriedad con la que aparecen los monstruos en las distintas etapas.
Dicho esto, por el precio al que se ofrece el juego, las horas que te mantendrá pegado a la pantalla son mucho más que suficientes y no se sienten pesadas en ningún momento.
Conclusión
Podría decir que jugué a una especie de Pokémon en mi Xbox Series S, pero lo cierto es que más allá de la premisa inicial de la que extrae la fórmula, Monster Crown no es un clon, es un homenaje pensado para un público diferente, o para quien ya se pasó en su día toda la saga de Ash y Pikachu y quiere buscar algo distinto pero con el mismo ADN.
Creo que esta producción de los canadienses de Studio Aurum y Soedesco tiene mucho para aportar, y si bien aún es necesario pulir algunos detalles, cumple en la idea de entender al público al que quiere captar y le aporta ideas frescas que incluso podría expandir a futuro en una hipotética continuación. ¿Mi consejo? Disfruta del juego sin compararlo constantemente con Pokémon, y creo que, si aquella saga te gustó, Monster Crown también lo hará.
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Apartado técnico75/100
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Jugabilidad80/100
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Duración80/100
Lo bueno
- Los gráficos en pixeles
- La banda sonora en típico formato de 16 bits
- La temática más oscura que presenta en su historia
Lo malo
- Los tutoriales se quedan cortos para tanto contenido
- Los objetivos muchas veces no están claros
- Los combates son muy cortos