Dot Emu vuelve a hacer de las suyas trayendo a la vida Windjammers 2 la secuela de un arcade que brilla con luz propia en tiempos modernos.
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Uno de los tantos placeres que me genera participar en esta redacción es poder analizar juegos que vengo esperando desde hace rato, uno de ellos es el que os trae hoy por aquí: Windjammers 2. Creo que muchos de los que lean el nombre del título y vean ese “2” se preguntarán, “bueno, pero, ¿y el uno?” Tranquilos, que como no podía ser de otra manera, tengo que despuntar el vicio de hablar brevemente de la historia de esta saga.
El primer juego de Windjammers data de 1994, muchos de los que estén leyendo eso ni habrían nacido en aquel entonces, y fue un título de SNK para las recreativas y para su increíble Neo Geo. Lamentablemente, el juego eludió a la Xbox, pero llegó a PSP y Nintendo Switch con un añadido online que se incorporó en 2018. Las vueltas de la industria hicieron que la secuela de aquel clásico no solo llegase a Xbox, sino que estuviese presente desde el día uno a través de Xbox Game Pass.
Windjammers 2 es un juego simple para descubrir aunque con muchos secretos para descubrir en cuanto a la jugabilidad. Si alguna vez jugaste en algún salón de recreativas a un juego de hockey de mesa/air hockey/tejo (dependiendo la latitud desde donde estés leyendo esto), esto es exactamente de lo que va el juego, únicamente que en lugar de ser nuestra mano la que empuja el disco, serán dos personajes que se enfrentan en pantalla, con el objetivo de colocar el disco en la meta del oponente o en algún lugar del escenario al que no lleguen a agarrarlo. Cada sector de la meta vale una determinada cantidad de puntos en un encuentro que se divide en dos sets, se alzará con el triunfo quien primero llegue a los 15 puntos.
Esos 15 puntos pueden alcanzarse colocando el disco solo 3 veces en áreas de 5 puntos por lo que la partida puede darse vuelta de un momento a otro, generándote una gran alegría o una rabia pocas veces vista, tales son las sensaciones que vas a vivir jugando a Windjammers 2, pero lo que de seguro te va a pasar, es que te vas a divertir muchísimo. Si no me crees, te invito a que sigas leyendo, que seguro te convenzo para que al menos lo pruebes unos 30 minutos, eso bastará para que te atrape.
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Apartado técnico
DotEmu, para variar, hizo un trabajo excelente en la adaptación de esta IP para un público renovado, distintos de aquellos que invertimos cientos de monedas en las recreativas, pero aun así no dejó de lado esa apuesta fuerte por el sentimiento noventero. Y es que es el juego se siente una recreativa en todo momento.
La banda sonora parece sacada de los años en los que Bon Jovi dominaba las listas de reproducción de las radios del mundo, al igual que los sonidos impecables, pero con ese dejo tradicional del eco de las cabinets de antaño. Incluso hay varios guiños a SNK, por ejemplo, al elegir a nuestro personaje para encarar el difícil modo arcade veremos a nuestro lanzador de disco favorito, de espaldas a la cámara y mirando la ciudad, y unas letras rojas que rezan “Esto es el Torneo de WindJammers”, esa animación es un calco de la que tenía la presentación del primer Fatal Fury, algo que muchos recordarán con una sonrisa cuando encaren la aventura de lanzar el disco.
En materia de gráficos, el juego está diseñado con el estilo que ya hasta podría llamarse de “típico” de DotEmu, como en Streets of Rage 4, los personajes y los escenarios están completamente dibujados a mano, y aunque parezca raro, esto parece añadirle incluso más dinamismo a un juego que tiene un ritmo brutal.
A pesar del poco texto de esta producción, el juego se encuentra completamente localizado al español y un detalle muy interesante es que cada personaje de acuerdo a su nacionalidad aporta algo en su idioma, al ganar, al ser seleccionado, etc.
Jugabilidad
Está claro que la idea del título es apuntar todos los cañones al multijugador, de hecho, la opción del juego en línea es la primera en la lista de opciones, lo cual es un claro indicativo del camino del juego.
Pero, a no desesperarse, los que gusten de jugar solos también tienen la posibilidad de encarar un torneo corto (cuatro partidas y dos fases de bonus) con su personaje favorito en modo arcade, con tres niveles de dificultad tradicionales: fácil, moderado y difícil, eso sí si nunca jugaron a Windjammers o simplemente no quieren sufrir humillaciones por parte del CPU, mi recomendación es que empiecen practicando en fácil, de lo contrario, creo que se van a frustrar bastante.
De hecho, en este modo solo se tiene una posibilidad de continuar que puede incrementarse ganando puntos en las pantallas de bonus, algo que tampoco es una tarea muy sencilla.
El modo online se divide en paridas rápidas, con amigos o rankeadas. La diferencia principal es que en las partidas con amigos se pueden variar un poco las reglas, como por ejemplo los puntajes para ganar el set, o hasta el número de sets por encuentro. Los otros dos modos tienen reglas fijas e inamovibles.
Como lo destacaba más arriba, el juego se destaca por su simplicidad, pero no por esto es incompleto, un ejemplo de esto es que el número de jugadores en el lobby aparece debajo de la pantalla en el modo en línea. Otro punto que vale la pena marcar es que las partidas son muy rápidas, generalmente, no más de 5 minutos y encontrar un rival es igual de rápido, tal vez porque el juego está en Xbox Game Pass o por lo adictivo que resulta, quién sabe.
La plantilla de selección de personajes nos da la opción de escoger entre 10 jugadores, cada uno de un lugar diferente del mundo, y cuyos atributos de velocidad y potencia son los que harán la diferencia entre victorias y derrotas teniendo en cuenta nuestro estilo de juego.
Otro detalle determinante para el triunfo son los estadios, diez en total, cada uno con sus propias características. Así nos encontramos con estadios simples como la playa, u otros más complicados como el junkyard cuya línea divisoria del campo hace que nuestro disco cambie de trayectoria o se quede fijo en el sitio. En el casino, cada disco tiene un valor de ficha por lo que podemos marcar 8 puntos de una vez o solo uno, dependiendo cuál nos toque.
Si bien los comandos son sencillos con un direccional para apuntar un botón para lanzar el disco rápido o desplazarse rápidamente por el campo, otro botón para saltar, uno para golpear el disco sin atraparlo y otro para hacer un tiro tipo “drop” en tennis, la verdadera dominación de Windjammers está en saber usar los movimientos especiales que hacen al disco girar de formas mucho más pronunciadas y conocer el momento justo en el que debemos ejecutar el lanzamiento súper, habilitado solamente después de cargar una barra de poder y que casi siempre se convierte en tanto o en una mecánica defensiva importante.
Duración
No estamos ante un juego largo, teniendo en cuenta que es un formato totalmente de recreativa, pero esto no implica que no vayáis a pasar muchísimas horas jugando tanto online como offline, eso sí, para pasar la final con cada personaje solo bastarán 4 partidas, eso sí, no será nada fácil y al comienzo vais a sufrir, créanme.
Conclusión
Windjammers 2 es la prueba empírica de que un juego no tiene que ser fastuoso y complicado para aportar cientos de horas de diversión. Una experiencia arcade con todas las letras que quizás se apoya mucho en su versión anterior y no se anima a innovar en demasía o a agregar mucho, pero que de cualquier forma cumple con creces el objetivo de tenernos atrapados a los mandos y siendo perfectamente felices lanzando un disco de un lado para el otro.
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Apartado técnico90/100
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Jugabilidad85/100
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Duración60/100
Lo bueno
- Acción digna de una receativa de los 90s
- Un exquisito apartado gráfico
- Es sumamente adictivo y encontrar partidas online es muy sencillo
Lo malo
- La dificultad del modo arcade es un tanto excesiva
- Podría tener más personajes, escenarios, modos o algo más innovador con respecto a su predecesor