En este punto, sería ridículo abrir un caso de monopolio contra Microsoft y Activision, debido a que es una adquisición vertical.
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La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft es sin duda el evento más grande y más sonado de la industria prácticamente de la historia de los videojuegos. Como mínimo, el montante de la operación, de 68 billones de dólares, ya supera por mucho el valor de muchas de las otras distribuidoras del mercado. Sin ir más lejos, la más grande hasta ahora, la compra de Bethesda, ni siquiera alcanzaba los 8 billones, para hacernos una pequeña idea de lo que estamos viviendo.
Por eso, prácticamente minutos después de que Microsoft anunciara este bombazo, muchos medios comenzaron a consultar a expertos si esta compra podría llegar a paralizarse por una intención de monopolio, algo que es sin duda una posibilidad, pero que el gigante norteamericano seguro que ha estudiado minuciosamente antes de hacer el anuncio. Pero realmente ese tema quedará en el aire hasta que la compra comience a atravesar las distintas aprobaciones legales necesarias por los organismos competentes.
Parar la compra de Activision ahora sería algo ridículo y sin fundamento
Esta afirmación no la hacemos nosotros, sino David Hoppe, un experto en firmas legales al que IGN ha consultado la viabilidad de esta compra. En el artículo, señala algo importante y que realmente deberíamos de tener en cuenta porque tiene su lógica: Afirma que el trato con Activision no rompería ninguna ley antimonopolio al tratarse de una integración vertical. Así lo explica Hoppe:
La adquisición es otro ejemplo de lo que llamamos “integración vertical” en la industria del videojuego – un fabricante de consolas (distribuidor) compra una desarrolladora (productor). Por supuesto, este es el trato más grande que se ha producido en la industria en toda su historia, pero los juzgados estadounidenses históricamente no han estado dispuestos a aplicar principios restrictivos antimonopolio a las transacciones verticales.
Para que os hagáis una idea, la ley antimonopolio si estaría justificada si Microsoft comprara Nintendo (ambas son fabricantes de consolas) o si Electronic Arts, comprara por ejemplo a Ubisoft (ambos son creadores y distribuidores de videojuegos). Por este mismo motivo, el departamento de Justicia nunca ha tenido problema con las exclusivas de consola, como han afirmado otros expertos, en el que “hacer la franquicia Call of Duty exclusiva” haría peligrar el trato. Nada más lejos de la realidad, como afirma de nuevo Hoppe:
Sería bastante ridículo en este punto tratar de montar un caso de antimonopolio basándose en que la adquisición resultará en menos opciones en el futuro para el consumidor en la categoría de shooters, por ejemplo.
Como hemos mencionado al inicio, está claro que seguiremos viendo a otros expertos comentando sobre el tema, no solo a David Hoppe, por supuesto, pero su apunte es más que lógico. No puede haber monopolio cuando realmente no estás comprando a una empresa de la competencia, sino a otra que pasará a producir productos para una de tus líneas de negocios, por muy cara que sea. Aunque bueno, con esta tremenda cifra y la repercusión que está teniendo, tampoco nos extrañaría que se encontrara algún escollo por el camino.