Os traemos nuestro análisis de The Gunk, la última joya en llegar a Xbox Game Pass.
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Xbox Game Pass cierra un año mágico con una nueva joya: The Gunk, el nuevo título de Imagine & Form. El estudio nos trae en exclusiva a la plataforma Xbox (Xbox Series X|S, Xbox One, PC y xCloud) un plataformas diferente a lo que estamos acostumbrados. Pero no por que invente la rueda, si no por que nos traslada a una época pasada, dejando atrás algunos elementos propios de hoy en día.
De este modo, nos encontramos una aventura lineal, pensada para un jugador, en el que la base principal es la exploración. Si, hay combates contra enemigos, pero no es el centro del gameplay ni de la propuesta del estudio. es más un elemento de acompañamiento. Con ello, estamos ante un juego pasillero, entendiéndolo en el buen concepto: un mundo dividido en fases, nada de mundo abierto o semi-abierto, en el que nos podemos mover libremente.
Así, iremos explorando poco a poco este inhóspito planeta en el que aterrizamos siguiendo una extraña señal. Un comienzo típico de una buena aventura que, como esperamos, poco a poco se va complicando, encontrándonos en una búsqueda del origen del mal que asoma este mundo, el Gunk, de los restos de una civilización perdida y del por qué ocurre todo.
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Apartado técnico
El nuevo trabajo de Image & Form, creadores de Steamworld, llega directamente a Xbox Game Pass, estando disponible tanto en PC como en todas las consolas de la familia Xbox. En nuestro caso, hemos disfrutado de esta propuesta en Xbox Series X, consola que saca lo mejor de The Gunk, principalmente en el apartado estético.
Este está cuidado al mínimo detalle, con una paleta de colores que encaja perfectamente con la tonalidad del título y que sabe combinar y compaginar perfectamente en cada momento. Nos encontramos principalmente dos, una más apagada para aquellas zonas afectadas por el Gunk, de tonos más oscuros y grises, y una más colorida, con mayor presencia de luz, para las zonas libres de Gunk. Además, las transiciones entre ambas cuando liberamos una zona es sencilla y muy eficaz.
A este gran detallismo y uso de colores tenemos que mencionar que el título nos llega a 4K en su versión de Xbox Series X, con un rendimiento bastante aceptable sin caídas de fps pronunciadas. Eso sí, hay que señalar que en determinados momentos, como tras volver al juego con Quick Resume o al hacer una captura, el sonido falla y desaparece durante unos segundos. Es temporal y muy breve, pero se nota bastante.
Otro de los fallos que nos hemos encontrado ha sido lo que tarda en algunas ocasiones en cargar las texturas y los detalles de los elementos. No es que sea algo abrumador, apenas un par de segundos, pero si que es destacable.
Jugabilidad
The Gunk nos propone una historia lineal para un jugador al más puro estilo clásico. Es decir, no nos vamos a encontrar un mundo abierto por el que perdernos, si no que tenemos un camino prefijado, bastante pastillero, por el que avanzar y explorar. Es cierto que en cada escenario tenemos libertad para movernos por donde y cómo queramos, pero no tenemos ese punto extra de estar ante un mapa donde poder explorar hasta el horizonte.
A lo largo de cada una de las zonas que iremos investigando y pasando nos encontraremos con diferentes puzzles o retos que, siendo sinceros, no suponen una gran complicación. Y quizás esto es uno de los puntos negativos del juego, ya que la gran mayoría son bastante simples y con una resolución evidente. Puede que alguno tenga una complejidad mayor o el mecanismo que lo acciona todo esté algo más escondido, pero por norma general no nos supondrán un quebradero de cabeza.
Para ir resolviendo estos puzzles haremos uso de nuestro guante especial, alias “pichoncito”, con el que podremos succionar, tirar y recoger diferentes elementos de cada entorno. De este modo podremos usar semillas para hacer crecer plantas que nos permiten llegar a sitios altos o inaccesibles o lanzar explosivos (que también son un tipo de planta que encontramos por el mundo) para destruir barreras y abrir nuevos caminos.
Pero nuestro guante no sólo sirve para estos fines, si no que será nuestra principal arma para enfrentar al Gunk y a las criaturas que esta produce y que, por supuesto, buscan acabar con nosotros. La mecánica es sencilla, pero efectiva, ya que funciona como un succionador o aspirador mediante el cual iremos recogiendo/destruyendo el Gunk repartido por el mundo. Simplemente apretando el RT empezaremos el proceso de succión y, cuando limpiemos del todo una zona, está recuperará su esencia original, mostrando nuevos caminos, objetos que recolectar o zonas nuevas.
Pero también nos servirá como arma, bien para devolver los proyectiles enemigos, bien para succionar y lanzar a los enemigos. En The Gunk todo sirve para poder avanzar en nuestro investigación y misión de encontrar la misterioso señal. Para ello no nos valdrá sólo con nuestra habilidad para los saltos o el poder de nuestro guante, si no que tendremos que mejorarlo según vayamos avanzando. ¿Cómo? Con nuevas investigaciones y mejoras que obtendremos, como no podría ser de otra forma, investigando.
Efectivamente, el guante cuenta con un escáner incorporado que nos permitirá analizar y obtener información de las criaturas, plantas, estructuras, escrituras y demás elementos del planeta. Una mecánica que nos recuerda a Metroid ya que nos hará ir escaneando cada elemento, parándonos casi enfermizamente por descubrir una nueva planta, estructura o elementos que nos permita desbloquear nuevas mejoras.
Estas mejoras van desde una mejor capacidad de succión a la incorporación de un cañón con el que poder activar mecanismos o paralizar enemigos, pasando por un aumento de velocidad. Diversas opciones que nos permitirán sobrevivir mejor a nuestra aventura.
Duración
The Gunk es una propuesta corta, que va directa al grano, centrada en la experiencia de un único jugador. No hay componente online por ninguna parte y todo se centra en el viaje que viviéremos junto con Rani en el misterioso planeta que debemos explorar. Una tartera y aventura que no nos llevará más de 5-6 horas, dependiendo como siempre de lo habilidosos que seas resolviendo los puzzles y demás situaciones que nos plantea el título.
Además, en el tema de logros no es demasiado complicado sacarse los 1000G y tenemos la opción de revisitar las diferentes zonas para encontrar todos los escaneaos. De este modo, nos encontramos ante un juego que ofrece poca rejugabilidad y juega prácticamente todas sus cartas en la primera impresión.
Conclusión
The Gunk es una propuesta que va directa al grano. No es perfecta, ni mucho menos, pero sabe proponer algo diferente y con un tempo totalmente opuesto a lo que estamos acostumbrados. Es un título que desde el primer momento entra por los ojos y que te atrapa con su jugabilidad que si bien no es demasiado complicada, resulta efectiva y, sobre todo, divertida.
Con ello, las horas que dura nuestra aventura se nos hacen escasas y nos queda la sensación de que The Gunk podría haber dado mucho más de sí. Es cierto que no lo necesita, pero nos deja con la miel en los labios, algo que no necesariamente tiene que ser malo. Por que ya sabemos que lo bueno viene en frasco pequeño.
De este modo, The Gunk es un título que prácticamente todos disfrutarán, con una propuesta con sabor añejo y que encantará a los más veteranos del sector. Sin duda, un cierre perfecto a un 2021 cargado de títulos.
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Apartado técnico75/100
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Jugabilidad80/100
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Duración70/100
Lo bueno
- Gameplay sencillo pero eficaz.
- Historia directa y enfocada en la exploración.
Lo malo
- Fallos en la carga de texturas.
- Desaparece el sonido en determinados momentos.
- Peca de ser demasiado sencillo en muchos puzzles.