Analizamos Rune Factory 4 Special, una aventura de rol y fantasía que reivindica la importancia de la agricultura como un activo fundamental.
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Los amantes de los videojuegos decidimos sentarnos frente a la pantalla durante horas por diversas razones. Unos buscan escapar de la rutina diaria y vivir grandes aventuras en lugares exóticos. En cambio, otros optan por ir con el balón en los pies (¡y ninguno los podrá detener!) mientras el estadio vibra con la emoción de ver como juegan. Está claro que la expresión “para gustos, colores” viene que ni pintada cuando hablamos de esta industria.
Sin embargo, aunque decantarse por esta clase de propuestas suele ser lo más generalizado entre la corriente mayoritaria, existen pequeños nichos que curiosamente están destacando de un tiempo a esta parte, especialmente porque atesoran retazos de la vida real. Por ejemplo, la idea de gestionar y trabajar en una granja, puede parecer novedosa, pero no lo es en absoluto. De hecho, tendríamos que remontarnos hasta Harvest Moon, en Super Nintendo, para dar con uno de los primeros títulos de gestión agrícola que existen.
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Si bien, hay más exponentes de este peculiar género que van un poco más allá, pues aparte de trasladar esa esencia agrícola a las tres dimensiones, también trae consigo elementos de rol de fantasía y exploración de mazmorras. Exponentes como Rune Factory, una saga que nació como spin-off de la ya mencionada Harvest Moon, adaptando su estilo de gestión de granjas y vida cotidiana, y cuya cuarta iteración, Rune Factory 4 Special, protagoniza estas líneas.
Apartado técnico
Al igual que sucede con el extenso catálogo de Nintendo DS, el de 3DS no es menos amplio ni menos extraordinario, con propuestas que exprimieron al máximo las capacidades técnicas de la misma. Y aunque Rune Factory 4 no forma parte de este grupo selecto, tampoco lucía nada mal, gracias sobre todo a su dirección artística, y esta edición especial bordea muchas de las limitaciones técnicas de la consola antes nombrada. Si bien, hay algunas particularidades heredadas de ser un juego de portátiles que pueden gustar o no. Sea como fuere, el título de marras cuenta con un apartado artístico especialmente llamativo, desde un diseño de personajes que comparten una estética anime hasta unos fondos llenos de vida.
La nota discordante es que el juego viene únicamente con textos en inglés, y dado que hay multitud de diálogos asociados a la misma historia del título, cabe la posibilidad de que no la disfrutemos al 100%.
Jugabilidad
Suprimir el pasado del/de la protagonista, en parte o en su totalidad, facilita mucho el trabajar con él. No hay que crearle un trasfondo, ni una familia, ni ningún tipo de relaciones. La pérdida de memoria también suele tener algún tipo de repercusión en la trama, normalmente en forma de revelación inesperada o despertar de poderes increíbles. Si bien es muy probable que estos puntos de inflexión funcionen como un deus ex machina, usar bien este recurso puede dar lugar a excelentes tramas.
Rune Factory 4 Special da el pistoletazo de salida con un hombre o mujer joven que termina perdiendo la memoria y cae de un dirigible para aterrizar en un reino que se llama Selphia. Una cosa lleva a la otra y allí nos recibe Ventuswill, uno de los cuatro Native Dragons, el cual nos ofrece quedarnos en su castillo, ya que piensa que somos un príncipe o princesa comprometido con la ciudad antes nombrada. Con este punto de partida y tras varias horas en las que pasaremos, comienza una aventura llena de situaciones interesantes en la que tendremos que levantar la ciudad.
Y para eso hay que realizar un alto número de acciones que van desde cultivar numerosos alimentos en nuestro huerto (o quitando simplemente las malas hierbas) hasta mantener interminables conversaciones con cada uno de los habitantes del reino. La dimensión social que se organiza en torno a la interacción con otros personajes en Rune Factory 4 Special es muy importante, dado que supone la expresión de la sociabilidad humana característica, esto es, el impulso genético que la lleva a construir una sociedad, generar e interiorizar cultura, y el hecho de estar preparada para vivir con otros de su misma especie.
Como regentes que somos, debemos atender multitud de necesidades en forma de misiones, donde ofrecer favores para ayudar a las personas más vulnerables o que necesiten ayuda de cualquier tipo, al mismo tiempo que no descuidamos nuestras tareas en el campo, pues es importante que crezcan todo tipo de vegetales y verduras que tanto sudor nos ha costado plantar.
Si bien, no todo se limita al plano agrario y social, lo que otorga cierta variedad a la propuesta que nos ocupa. En Rune Factory 4 Special también tenemos que hacernos a las armas contra toda clase de criaturas fantásticas. Concretamente, por medio de un sistema de combate en tiempo real que a pesar de tener mecánicas sumamente conocidas para todos los que estén acostumbrados a los JRPG. Empero, eso no significa que este esté descuidado, en realidad, muchos enemigos suponen un buen desafío que nos obligará a replantearnos ciertas estrategias y ya sea de paso, a mejorar nuestro equipo a marchas forzadas si queremos salir airosos.
Duración
Empezamos el juego heredando un terreno, en un lugar que nos es desconocido, con la esperanza de tener una vida más satisfactoria. Limpiarlo será una de nuestras primeras tareas, dado que tenemos que prepararlo para la labranza, por lo que luego tendremos que plantar y regar. Y el tiempo que nos sobra podemos usarlo para otros menesteres. En otras palabras, siempre hay algo que hacer en Rune Factory 4 Special. Además, siempre marcamos el ritmo, ya que las estaciones son, sobre todo, las que dictan qué cultivos valen la pena cosechar. Eso sí, los primeros compases pueden ser algo lentos hasta que hayamos aprendido las nociones básicas, ya que nos obliga a leer interminables líneas de diálogo para ir progresando.
Por suerte, el resto de la aventura es mucho más variada, desde actividades fijas en el calendario hasta la posibilidad de labrarse la confianza de los demás, algo imprescindible para seguir creciendo. Dicho de otra manera, el juego desarrollado por la gente de Neverland puede mantenernos liados durante más de 50 horas.
Conclusión
Dirigir un reino agrícola no es tarea sencilla, pero Rune Factory 4 Special sabe como reivindica la importancia de la agricultura como un activo fundamental para la vida del planeta. Nos enseña, por medio de misiones formativas y divulgativas, que contar con un sector productor de alimentos potente y sólido, capaz de resistir momentos con cambios y garantizar un suministro adecuado es fundamental. En este sentido, la obra de Neverland usa con soltura el rol de agricultor al mismo tiempo que siembra una semilla cargada de aventuras de fantasía, cultivando así las relaciones con los habitantes y la afición por rolear.
Agradecemos a Marvelous Europe el material proporcionado para poder realizar este análisis.
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Apartado técnico65/100
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Jugabilidad80/100
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Duración90/100
Lo bueno
- La inclusión de varios géneros aporta mucha variedad al juego.
- La necesidad de entablar relaciones sociales con todos los habitantes.
- Siempre hay algo que hacer en Selphia.
Lo malo
- Aunque necesarias, las primeras horas de la aventura pueden hacerse pesadas debido a su carácter introductorio.