Puede que haya escasez de consolas, pero Xbox Series S podría sufrir su primer rediseño ya en 2022.
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Mientras las consolas de nueva generación apenas están arrancando la misma debido a las grandes limitaciones de stock que está llevando a los usuarios a confiar en la suerte en cada una de la apertura de reservas de las múltiples tiendas online de todo el mundo, parece que el propio sector ya piensa en actualizarlas a los nuevos tiempos, probablemente para reducir costes, aumentar la producción y de paso, darle un plus de potencia. En concreto, hablamos de Xbox Series S.
Y es que a través de Videocartz.com, hemos sabido que Microsoft podría estar preparando una nueva revisión de Xbox Series S para 2022, centrada en una APU mejorada, que pasaría de los 7nm actuales a los 6nm, haciendo que pudiera subir de las 20 Compute Units a las 24 y de paso, debido a la mayor eficacia del chip, también aumentar sus frecuencias, haciendo que pudiera subir su potencia gráfica total casi un 50% adicional.
Xbox Series S tendría una subida equivalente a la de One y One S
De momento, toda esta información hay que cogerla con pinzas, pues el autor original de la misma es un canal de Youtube llamado “Moore Law is Dead“, que incluso justifica esta info con una imagen filtrada de la descripción de la propia revisión en la que de paso, comentan que esta mejora también subiría el precio de la nueva Xbox Series S 2022 hasta los 350 dólares, y a su vez permitiría que la anterior bajara a un baremo inferior, entre los 189 y los 249 dólares.
Además, también aprovecha para asegurar que Xbox Series X tendrá una especie de revisión programada para 2023, aunque sin dar más detalles. Por nuestra parte, tratamos esta información de un rumor sin mayor fundamento que el que le queramos aportar, pero no resulta nada descabellado pensar que estos movimientos ya se están produciendo mientras escribimos el artículo. Tanto, que casi podríamos haber hecho un artículo con estos datos y los movimientos que “supuestamente” podría hacer Microsoft con su nueva generación de consolas, por eso es interesante esta información compartida por una web reputada como Videocartz.
Solo hay que recordar las distintas revisiones de Xbox One y Xbox One S para establecer una semejanza. La segunda llegó en 2016 (3 años después) con una revisión ligeramente más potente, que pasaba de los 1,31 a los 1,4 Tflops y por supuesto, un nuevo método de construcción más económico y eficiente que permitía reducir de tamaño drásticamente el aparato. No sabemos hasta que punto podría ser verdad esta filtración/rumor, pero si que podríamos asegurar que no va mal encaminada.